Yo sí firmé en planillas planas… ¿Y …?
Yo, Lucy Gómez, C. I. 64 8 682, que no estoy tan vieja como para que me lleven la mano, ni manca, ni ciega, ni coja, ni especialmente loca, firmé en planillas que llaman ahora planas en la urbanización donde vivo, en Parque Central, donde toodo el mundo firmó igualito para revocarle el mandato al Presidente de la República. Me pareció inclusive una muestra más de organización. Llegamos temprano, a las 7 30 am. En la planta baja, la cola era ya de casi trescientas personas. Estuve casi una hora y media esperando, con aquellas mesas rodeadas de guardias nacionales armados hasta los dientes, con chavistas que pasaban y otros que estaban instalados en las mesas – más tarde se volverían violentos y hasta tiros hubo, con la idea de que la gente no fuera a firmar- Repartieron carnecitos donde se podía anotar las coordenadas de la firma y en la mesa que me tocó, había una muchacha que delante de todo el mundo me llenó los datos. A mí y a toda la cola. Yo firmé y puse mi huella digital. Ella tiene una hermosa letra de imprenta.
Estoy segura, que si un gran número de planillas no hubiesen sido llenadas así, hubiéramos tenido firmas anuladas por salirse del cuadratín,(1) por haberlas hecho con tinta azul y no negra, por haberse salido del renglón, por haberlas hecho en Times New Roman y no en Garamond, ( 2 ) o por parecerle a alguien que yo no existo, como podría colegir cualquiera porque no hay millones en mi número de cédula, rarezas de la ONI DEX cuando me la fui a sacar, aparte.
Bien. Lo hicimos, y reto a cualquiera, desde el diputado Luis Tascón, para abajo, incluyendo al señor presidente del poder Electoral, Francisco Carrasquero y al magistrado presidente del Tribunal Supremo de Justicia, Iván Rincón, los dos abogados, a que me digan que hice mal. Ciudadana de este país, tengo derecho a manifestar mi voluntad y a firmar con los métodos de identificación que previamente me soliciten para ejercer mis derechos. He sido abstencionista por casi 25 años y en ese momento del reafirmazo, decidí retomar el ejercicio de un derecho político. Ninguno de ustedes me avisó que se necesitaba de algo más que mi cédula laminada, mi firma y mi huella digital para validar el revocatorio. Personalísimamente me calé hora y media de cola, firmé en un papel especial que supuestamente está blindado por ustedes contra las falsificaciones, bajo la mirada de la fuerza pública y puse mi huella, no precisamente con el codo. A mí y a los demás compañeros de la cola nos han filmado, han registrado sin nuestro permiso nuestros datos en la página web del oficialismo, los tienen en todas las computadoras de las oficinas del sector público para negarnos el trabajo porque somos de la oposición. Para eso sí son suficientes la firma y la huella ¿Y ahora no valen para revocar porque ustedes descubrieron tarde que la oposición es algo más que unos cuantos líderes tarados de la Coordinadora Democrática?
Pues bien, se encontraron con los hijos de la misma gente que en los sesenta fue a votar, después que una facción de izquierda ametrallara las mesas de votación en la avenida Urdaneta y el gobierno pusiera alambradas en las esquinas. Nos da la gana de sacar a Chávez.
Y por eso, sépanlo. Si ustedes deciden que yo tengo que ir a validar mi firma en el mismísimo CNE, voy a ir. Eso sí, no soy de una cultura que prevé dejarse matar sin defensa. Soy pacifista, pero no partidaria de poner la otra mejilla. Estoy avisada. Voy a ir con un paralizer y un paraguas, que es lo que me permite la ley , a desafiar civilmente las argucias y los maltratos que el poder electoral me infringe, porque evidentemente no me defiende y por eso me convierte instantáneamente, al ejercer su poder en mi contra, en una débil jurídica. Me pone en peligro al exponerme a la violencia de personas que públicamente han dicho que impedirán a la fuerza nuestras manifestaciones. Por eso, como el CNE me expone y me deja sin defensa, la asumo yo. Si alguien, sea quién sea, se mete conmigo por ir a confirmar mi voluntad de salir de Chávez , puede estar seguro de que algo recibirá antes de que me caiga al suelo . No serán flores.
Además, ya empezó todo el mundo en la Coordinadora Democrática a decir que porqué nos van a exigir eso, que la gente no va a ir, que como nos van a exigir que volvamos a decir que esas firmas son nuestras, que nos vamos a exponer a Lina Ron. No empiecen a pensar en nuestro bien. Me fastidia que no dejen que lleguemos al final de este match. No le vamos a dejar el campo libre a Chávez y nos vamos a medir hasta el último centímetro donde no puede con nosotros, por la vía democrática , civil e inteligente. Gracias a Súmate, por ejemplo, yo tengo por e mail la constancia de mi voto. Serán de derecha, como dicen ellos, pero no les debe pagar la CIA, sino la NASA, porque hicieron en menos de una semana lo que el CNE se tarda meses, sin trampa y por computadora. Y en menos de cinco minutos, dan certificados electrónicos que en el CNE deben tardar dos años por lo menos, al ritmo de morrocoy que van.
Estoy segura que si llegamos al trance de ir a confirmar que las firmas son nuestras, el chavismo se va a encon-trar con otro reafirmazo, porque ese millón setecientos cincuenta mil firmantes que quieren estafar, porque firma-mos «planas» somos parte del voto duro de la oposición (3). Sea como sea, iremos. Las colas serán gigantescas. Y constituirán otra muestra de los malos políticos que son los miembros del CNE. Habrá incidentes, seguramente, provocados por algunas viejas armadas de paralizer y paraguas, con lenguas que cortan por los tres lados, acompa-ñadas o no de los hombres de la casa.
Insistimos en que en este país ganen y gobiernen la inteligencia, la modernidad , la globalización. Si eso significa pensamiento único antibolivariano, nos da lo mismo. Por eso, que en la Coordinadora se dejen de estar cuidándonos, pensando por nosotros, que ellos no son precisamente los que dan el ejemplo. Dejen que en la calle, cuando vaya a reconfirmar con cientos de miles de compatriotas que firmé para sacar al señor Presidente, nuestra actitud de estos días decida la paz o la guerra.
Notas
1) El cuadratín o línea es la unidad de los cuadrados y espacios, que son piezas de diversos gruesos, fundidas se-gún el cuerpo al que pertenecen que sirven para separar las letras que se usan en tipografía.
2) Times New Roman y Garamond son diversas fuentes tipográficas, es decir letras impresas en diferentes esti-los.
3) Según el rector Francisco Carrasquero, en declaraciones a VTV, hay 148 .190 planillas que presentan similar caligrafía entre las 213 190 que fueron enviadas a revisión del Comité Técnico Superior del CNE. Con res-pecto a ellas, el ex presidente de la sala Electoral del TSJ, José Peña Solís dijo en declaraciones a El Univer-sal, del viernes 20 de febrero pasado, que en ningún reglamento se establece como causal para invalidar fir-mas o planillas las llamadas planas, por lo que «no se puede anular una firma, bajo un argumento que no está expresa y previamente previsto en la ley» y de aprobarse un instructivo para analizarlas, los rectores estarían violando la Constitución, pues «estarían legislando de manera retroactiva».