Ya vino Carter a empavar la vaina
Por una cuestión de principios, tan escasos en los últimos tiempos, no
acepto y no creo que la inmensa mayoría de los venezolanos acepte, que el
futuro de nuestro país, de nuestras familias y hasta nuestro destino
individual dependa de un famoso árbitro que escogieron Boves y lengua
e`vaca Iván Rincón.
La prédica según la cual debemos entregar nuestras almas al tal
Carrasquero, y que él decidirá que hacer con nuestras vidas, me parece el
colmo del cinismo o de la estupidez política. Si Chávez confía en él,
entonces creo que NO debemos confiar en ese sujeto.
Mi sospecha es que, a la hora de las chiquiticas, cuando ya vea que ha
dilatado todo lo que le era humanamente posible el proceso del Referéndum,
le dará una arritmia y se marchará.
Fingiendo honradez puede hacer incluso algo más audaz: de acuerdo con
Boves dirá que lo han presionado ambos bandos y que él en esas condiciones
no puede trabajar y renuncia. Mandado hecho. Nombran un sustituto que le dé
la patada a la lámpara.
La maniobra es tan clara -no podría decir infantil sin ofender a los
niños- que realmente asombra ver a encumbrados opositores, muy
televisados, repetir la sandez que él árbitro nos dará la paz, que él
árbitro ya es amigo del tonto Carter, a quien le creen los interesados en
que siga negociando, a ver si de paso consigue, en las elecciones de
Agosto, que Boves deje comer algo de la ubre estatal a la famélica familia
opositora.
Mientras hace estragos la prédica institucionalista, que jura y perjura que
el tenaz loco al final se entregará, cercado por la presión internacional
y por las esporádicas movilizaciones de quienes nos negamos a abandonar la
calle, el coro empieza a desafinarse -como lo previó el atronao- con las
apetencias electorales de decenas de miles de salvadores de la patria
prestos a sacrificarse por ella.
El ritual de esperar la decisión del árbitro vendido para el Referéndum da
la patente, una vez insultado elqueteconté, para lanzarse a la vorágine
divisionista electorera. El clímax de locura colectiva del activismo
electoral partidista coincidiría con el momento de mayor exigencia para
imponer el Referéndum y ganarlo. Pero el frenetismo electorero será tal que
el RR pasa a segundo plano y corre el riesgo de perderse, por la sencilla
razón que llegamos a él hundidos en la fragmentación, el escepticismo y
hasta la desmoralización.
Así lo planearon y así quisieran que resultara quienes sin necesidad de
actas y grandes traiciones visibles, coinciden en que después de todo
podemos coexistir con Boves un rato más, siempre y cuando se realicen las
elecciones locales y regionales, que den también un espacio bajo la sombra
estatal y el derecho a chupidos de la ubre estatal a las huestes opositoras
ya amansadas por hambre o en el mejor de los casos por fatalismos
derrotistas.
¿A quién se le ocurrió la idea que Chávez, alzado contra su propia
constitución, burlándose de tres millones y medio de firmas que exigen el
RR y de la opinión opositora del 80% del país, dejará en manos de la
oposición Gobernaciones y Alcaldías claves?. Sólo puede pensar así quien
ya resolvió que es mejor jalar a la sombra que escardilla al sol, y otras
sabias sentencias populares oportunistas, que caben para dibujar las
verdaderas complicidades con un régimen que empieza a ser de todos los que
ya se resignen.hasta que el atronao les de una patada por el cielo de la
boca, por cuanto en su naturaleza no existen sino incondicionales o
enemigos, hechizados o perseguidos, insensatos resentidos partícipes del
festín o fascistas y golpistas apátridas. Esa es la ley del régimen
chavista. Es así. ÉL es caníbal. Es revolucionario. Es ideólogo. Es un
poseso.
No seré yo quién, lanza en ristre cual Quijote, intente convencer que
desistan de su quimera aquellos ya lanzados de candidatos, que hipotecaron
la casa o los financia un bingo, para enfrentar, con aplastamiento
fraudulento garantizado por una gigantesca maquinaria – el Estado bajo
control chavista- que será implacable si Chávez logra burlar el Revocatorio
presidencial.
¿Cómo convencer a los ingenuos -no podré convencer a los cínicos y
descocados – que si Chávez impide el referéndum que lo cepillaría, lo
que viene es un trapiche de fraudes electorales que molerá la oposición ?
Harían papilla de las cabezas de quienes, dividiéndose al infinito, ya se
emparrandan en la vorágine de las autoproclamaciones y abandonan la lucha
por imponer el RR.
!! Dios mío ¡¡ ¿ Cómo no entender que es más importante imponer el
Revocatorio a Chávez que ser electo Alcalde de Paraguaipoa ?.
Pongamos el ejemplo más peludo para Boves: La gobernación del Zulia. Si el
general Gutiérrez es el candidato del gobierno para sacar a Rosales,
podemos imaginar claramente que las Fuerzas Armadas serían usadas, de la
manera más deleznable que recuerde la historia venezolana, para imponer
mediante fraude a ese oscuro personaje. Total, Chávez quiere liquidar a las
FFAA y la ocasión de corromperlas manipulándolas, con el mayor descaro, con
la promesa de una clientela militar para esa rica gobernación, es una
excelente ocasión para este sepulturero de la república.
Cuando hablamos del calendario político que Boves quiere imponer, y ya
comenzó a imponer, subordinando el Revocatorio presidencial a las
elecciones que empiezan a darles satisfacciones, dado el lenguaje melifluo
de muchos candidatos, debemos alertar sobre que en ese terreno el atronao
puede salirse con la suya y pactar incluso todo tipo de concesiones con
quienes acepten suspender las hostilidades. Quiere acostumbrarnos a la idea
que su permanencia en el poder es la mejor opción, como ya dicen algunos
nuevos y viejos cienmilmillonarios.
El calendario de Venezuela, el de las grandes mayorías, victimas del
desgobierno chavista, no puede tener sino un objetivo cumplido: EL RR,
sin lo cual nada bueno sigue. Sólo los avatares de un país a la deriva
donde puede pasar cualquier cosa.
Las Fuerzas Armadas tienen que escoger entre salvar a esta nación,
imponiendo el respeto a la Constitución y al Referéndum Revocatorio, o
acompañar a Boves destruyendo los fundamentos mismos de la República,
impidiendo ese Revocatorio presidencial y eligiendo con fraudes en Carabobo
al «general» eructador, apaleador de mujeres, Acosta Carles, al «general»
Gutiérrez, contra el 90 % de los zulianos, al teniente BILLONARIO
motorizado y ahora Tupamaro, Diosdado, que hechizó a Chávez con sus ojos
azul-cielo-de Sabaneta, como gobernador de Miranda , y en fin a toda esa
legión de improvisados que el jerarca premia por sus perrunas lealtades,
con los fondos inagotables de nuestro petróleo y de nuestros impuestos.
Si las Fuerzas Armadas resuelven escudarse, utilizando el principio de
obediencia, tras una cúpula de incondicionales de este ruinoso experimento
partidista del chavismo, sobrevendrá, más pronto de lo que muchos se
imaginan, la fractura de sus componentes, y la irrupción de estos en la
escena de la quiebra institucional que será inevitable. Si.exactamente eso
que llaman pronunciamiento militar, para no ponerle el feo nombre de golpe.
No seré yo quien lo lamente y pronostico que será el gobierno más popular,
más respetado y con mayor apoyo en un siglo. Por la sencilla razón que nos
devolverá de las puertas del infierno y recobraremos la alegría de haber
nacido y poder envejecer y morir aquí.
A pesar de que Carter, que en su Presidencia de 1978-82 de vaina no acabó
con los Estados Unidos, ha vuelto para ayudar a disfrazar a Boves de
demócrata y es bastante pavoso, tengo la fe inconmovible de que ganaremos,
porque sencillamente el atronao no podrá salirse con la suya. Ya nos costó
demasiado su sórdido experimento político que ofende nuestro gentilicio
porque nos condenó a ser una nación encadenada al fracaso.
Si por una desgracia histórica el régimen chavista sobreviviera otros años
más, no llegaríamos al 2010 sin que estemos sumidos en la libanización
espantosa de una guerra interna sin fin o no existiríamos como estado
nacional. Y todavía hay ingenuos que creen ganarle a Boves con sus reglas,
sus instituciones y con su calendario.