¡Ya está bueno¡
Lo más obvio de estos días en medio de hechos y desatinos, es la absoluta capacidad de hacer el ridículo que tienen los líderes que respaldan el “encuentro de Nicaragua” a favor del folclórico Zelaya incluyéndolo, por supuesto. Ahora la han cogido con urgir a Obama para que no sólo bloquee a Honduras, sino para que intervenga sin importar la soberanía ni la democracia. Y es que el significado de la democracia parece ser para ciertos personajes, un criterio personal. Escuchar a Raúl Castro exigirla, hablar de libertad, o escuchar al secretario general del Partido comunista venezolano justificar la represión a la libertad de expresión, o a Zelaya convocando a la insurrección durante su peregrinar, todo es como una comiquita barata. Uno lee a un ministro declarando que en el PSUV, cuyas siglas llevan en si una verdad agobiante, Partido Socialista Único de Venezuela, “jamás verán solidaridades automáticas”, al súper ministro Rafael Ramírez vociferando desde el Zulia que los trabajadores no son más importantes que Chávez, que odian a los oligarcas, ve al otro súper ministro, Diosdado Cabello, el vice que nunca apareció en abril del 2002, poniendo la bota a la radio, los medios, prohibiendo la salida del país a Guillermo Zuloaga, acusándolo de delitos que como los de Globovisión no han podido probar, y ya no puede uno preguntarse hasta dónde van a llegar. Porque ya llegaron.
Dudar que todo esto está planificado, que tras esta arremetida soez está el modelo cubano, que aquello del eje no era mentira, ya quedó atrás. Y sobre esa realidad hay que estar listos para defender lo que nos queda. Porque esto que vemos no somos nosotros ni es Venezuela. Honduras ha sido un detonante inesperado para el “eje”. Porque Chávez se fue de boca. Después del espectáculo de hechizos y conjuras sucedido en Nicaragua, las cosas comenzaron a torcerse. El “Alba” anocheció después de encandilar por un momento. La entrevista de Globovisión a Hillary Clinton fue una banderilla bien colocada que sigue sangrando. Obama y su gobierno no nombran a nadie, pero defienden los principios de la democracia que resultan condenatorios. Yo veo muy cerca otra vez el regreso y la ida de los Embajadores en esta hipocresía diplomática porque mientras Venezuela venda su petróleo a Estados Unidos Chávez hablará , amenazará, insultará, bufoneará, en vano. Es muy fácil hacerlo desde el poder. Y los círculos de seguridad con escoltas y unas fuerzas armadas vergonzosas y cómplices. Pero ésta no es la misma Venezuela y las encuestas lo dicen. Y los trabajadores, los gremios, los deudos de los cientos que mueren cada mes por la ineficacia del gobierno, la corrupción y los “socios”. Esto apenas comienza, pero comenzó. Y hasta Insulza tendrá que escuchar lo que no ha querido escuchar. OEA. Oiga. Escuche. Actúe. Eso es lo que le toca hacer. ¡Ya está bueno¡