¿Y si ganaramos las elecciones?
Chávezton está preocupado porque el gobierno al cual pertenece perderá las elecciones parlamentarias de septiembre próximo. Esa preocupación es, además, reflejo del temor, o mejor, del terror que predomina en toda la cúspide del chavismo, comenzando por el propio caporal mayor quien dice que si la oposición gana “habrá guerra”.
Chávezton confirma lo que todos sabemos: que el chavismo no es el bloque monolítico que nos quieren vender, que la ineficiencia para gobernar del mandante de Miraflores, la incompetencia del gobierno, el desastre económico en que se encuentra sumido el país, la inseguridad, la violencia, la corrupción, el deterioro de toda la infraestructura física del país, y todo el desbarajuste que no podemos inventariar completamente, está carcomiendo la fidelidad y la incondicionalidad de una porción importante de la militancia “revolucionaria” y está conduciendo a muchos pesuvistas a desertar.
“Podríamos perder si no revisamos”; “tenemos cuadros bien preparados y comprometidos con la revolución…. pero otros, incrustados en el proceso bolivariano disfrutan las mieles del poder”; “aterrorizan los supermilitantes manganzones y corruptos camuflados de rojo para sacar provecho de nuestro proceso”; “Sectarios y excluyentes, ahuyentan a muchos venezolanos indecisos e incluso comprometidos”; “está brotando el imposible histórico de un chavismo sin Chávez; pero jamás de un chavismo sin reales”; escribió Chávezton recientemente. Esta última frase resume tres hechos incontestables que están a la vista de todos, no solamente en Venezuela sino también fuera de nuestro país: en primer lugar, que dentro del chavismo hay personas que ven bloqueadas sus ambiciones políticas por la pretensión del “líder” de mantenerse indefinidamente en la silla de Miraflores. De allí que haya surgido la corriente del “chavismo sin Chávez”; en segundo lugar, que el multipresidente no estaría donde está si no fuera por el chorro de reales que maneja y, en tercer lugar, que si no fuera por los reales el partido de gobierno no tendría militancia.
Chávezton pretende impresionar a los chavistas desilusionados haciéndoles creer que si el oficialismo pierde las elecciones también perderían todas las cosas maravillosas que según el les brinda el régimen de la revolución boliburguesa.
¿A quién cree que engaña? ¿Acaso los chavistas son ciegos y no se han dado cuenta de que en los 11 largos años que lleva en el poder el presidente no ha hecho otra cosa que presentarse en la televisión, viajar por el mundo, regalar el dinero e los venezolanos a otros gobiernos y esconder su incapacidad para gobernar detrás de la torpeza y la ineficiencia de sus ministros?
¿Y qué pasará si ganamos las elecciones? Pues sencillamente que la Asamblea Nacional dejará de ser esa cofradía de peleles levanta-brazos que aprueba automáticamente todo lo que le ponen por delante. Será un poder legislativo que legislará para beneficio del país y de todos los venezolanos y no para complacer los caprichos del mandante de Miraflores en su empeño de imponernos su proyecto del comunismo del siglo XXI para transformar a Venezuela en una segunda Cuba; será un parlamento que exigirá a los funcionarios públicos, comenzando por el presidente, que le rindan cuenta de su gestión y les exigirá responsabilidad tal como lo establece la Constitución; será un parlamento que restituirá el estado de derecho, impedirá que la justicia sea utilizada como instrumento de persecución política, restituirá su independencia, autonomía e imparcialidad a los poderes públicos – comenzando por el CNE -, exigirá a la fuerza armada que honre la Constitución y se dedique exclusivamente a su papel de proteger la seguridad y la soberanía de la nación.
Estas son sólo algunas de las cosas que sucederán cuando, con el voto abrumador de los venezolanos, ganemos las elecciones el 26 de septiembre y rescatemos la Asamblea Nacional.
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