Y el tiempo regresó a los sesenta
Con ansiedad esperábamos el momento de la instalación de la nueva Asamblea Nacional, no por la designación de la junta directiva, porque ya el teniente coronel había decidido su conformación, sino por la expectativa de si los grupos armados facinerosos del gobierno dejarían entrar o no a los diputados de la oposición democrática al palacio Legislativo. Pero la noche anterior el Tc en uno de esas transformaciones temporales de corderito anunciaba, sin cadena nacional, el recule en cuanto a ponerle el ejecútese a la Ley de Educación Universitaria, la mejor del mundo según Carlos Escarrá, y que ya no iría el aumento del IVA y el nuevo IDB que había anunciado días antes y le solicitaba a sus seguidores que respetaran a los nuevos diputados de la “derecha”. La ansiedad bajó de tono y pudimos ver como en la mañana del miércoles 5 de enero, víspera del día de Reyes, dos manifestaciones populares, una traída en buses y pagada y otra espontánea, acompañaban a sus respectivos diputados hasta cerca del sitio donde se iba a instalar la nueva AN. Por momentos regresamos a los tiempos de cuando el respeto a las reglas de la democracia era cosa natural.
Pero, y siempre hay un pero en estos tiempos, comenzamos a ver las diferencias. Ningún periodista en el hemiciclo, solo el canal del Estado y el de la AN. Amplitud democrática, no? Luego a dos diputados electos con una cantidad importante de votos se les negó su juramentación por disposiciones de sendos jueces, que cumplían instrucciones del Tc violando flagrantemente el artículo 200 de la Constitución. De inicio el comportamiento de los diputados del teniente coronel nos hacía recordar la postura de focas de los diputados oficialistas de la saliente AN. “Uh, Ah Chávez no se va”. “No pasarán”. “No volverán”. Y cuando los bisoños diputados de la oposición democrática hacían uso del derecho de palabra se oían los gritos y abucheos, a falta de argumentos, provenientes de la bancada chavista. De asesino acusaron al diputado de la oposición democrática postulado para una de las vicepresidencias de la AN. Si no fuera porque el diputado en cuestión está bien lejos de ser un asesino, provocaba decir “cachicamo diciéndole a morrocoy conchúo”. El proceso de auto juramentación del nuevo presidente de la AN y la juramentación de los dos vicepresidentes lamentablemente fue además de payasada, torpe y rocambolesca, hasta la Constitución se molestó y se fue al suelo. Luego vendría el discurso del guerrillero-presidente. Una pieza que nos retrotrajo a por lo menos medio siglo atrás. Mal leído y de pobre sintaxis. Citas obsoletas. Autores periclitados. Nos hacía recordar la montaña, la guerrilla, los crímenes a los campesinos, los asesinatos a los soldados, guardias nacionales y policías. Los asaltos a bancos y los secuestros. Ejemplo de “demócratas” para el mundo. Muera el capitalismo viva el comunismo. Y para cerrar la primera sesión de la nueva AN, otra vez el madrugonazo, lectura de una carta de la presidenta del TSJ haciendo referencia a otra de la Fiscal General donde, oh sorpresa, reconocía que los diputados detenidos estaban inconstitucionalmente detenidos. De seguidas el presiente-guerrillero designó una comisión para estudiarla: Escarrá el “revolucionario”, la “tolerante” y “objetiva” Fosforito y el diputado Zambrano. De antemano sabemos cuál será la decisión de la comisión.
Total que ya se instaló la nueva AN. En la plaza O’Leary, el teniente coronel felón, sin guantes, le entregaba la espada de Bolívar al enguantado presidente–guerrillero. Me cuenta un amigo chavista que estaba cerca de estos personajes, que el recipiendario de la espada le dijo al Tc “yo todavía tengo guardada la metralleta que me regaló Fidel la cual pienso usar cuando los diputados de la derecha se me alebresten”. Parodiando el lema de la UNEFA: “Asamblea Nacional Socialista / Armada y siempre lista”. Vienen tiempos difíciles. 67 diputados del pueblo tratando de debatir con 98 diputados del teniente coronel.