Votar, votar es lo importante
Seis, son seis los candidatos que se disputan la posibilidad de representar a la democracia en las elecciones de octubre de 2012. Cada uno tiene sus ventajas, y cada uno tiene también sus defectos. Pero se ha hecho evidente que las ventajas son muy superiores a los defectos.
Todos y cada uno tienen la posibilidad clara de derrotar a Chávez, aun cuando Chávez y los suyos van a tratar, con una rumba de trampas, de que el bárbaro que ha destruido al país desde 1999 se quede en el poder y siga con su terrible labor destructiva. Cada uno de nosotros tiene un candidato que preferiría ver convertido en el que va a derrotar a Chávez. Pero no por eso tiene que ver con antipatía a los otros cinco. Los seis son buenos candidatos, y lo realmente importante es votar.
Votar con consciencia, no por quien digan las encuestas o quien parezca más potente, sino por el candidato que cada uno considere más apto, más completo, más capaz de gobernar con eficiencia y de recuperar la patria que los bárbaros han dañado durante los últimos trece años. Las encuestas pueden estar manipuladas, y hasta manipulados por el gobierno, de modo que lo mejor es ignorarlas. Por otra parte, aceptando que están hechas de buena fe (la buena fe se presume), hasta el sábado anterior al día de las elecciones puede ocurrir algo que cambie el sentido de la corriente de opinión, así que dejarse llevar por las encuestas es como dejarse guiar por un ciego en un sendero montañoso.
Cada quién debe votar por quien quiera, pero en la seguridad de que en octubre va a votar por quien salga electo en febrero, sin reconcomios, sin dudas, sin vacilación alguna. Aquel de los seis que resulte ganador en febrero debe recibir el apoyo entusiasta de la mayoría de los venezolanos en octubre. Es algo sobre lo cual no debe haber duda alguna. Y en febrero debemos lograr que mucha gente vote, para avisarle al candidato fascistoide, militar y enfermo, que sus días están contados, que no hay mañana para él y sus seguidores. Que la democracia vuelve, y vuelve renovada, llena de vigor y de mañana. La experiencia de esos trece años fue funesta.
La voluntad, que es una de las pocas cosas que diferencia a los hombres de los animales, debe imponerse sobre la inconsciencia. En febrero de 2012, tal como en octubre, votar, votar es lo que cuenta. Votar por la democracia, contra el fascismo militarista y la barbarie. Por un futuro cargado de esperanzas. Votar por Venezuela, no por Cuba ni por las monarquías medievales como la de Corea del Norte. Votar es lo que importa.
