¿Votar o No Votar?
Votar o no votar en Venezuela se ha convertido en un ineludible dilema, ya que por un lado hay quienes dicen que las condiciones tal y como están no permitirían unas elecciones transparentes y por consiguiente para que ir a votar. Por el otro lado, están aquellos que insisten en ir a votar, a pesar de los obstáculos y las triquiñuelas por parte del régimen, que inconscientemente se convierten en cómplices de la patraña electoral que se intenta montar. Pero si no es ni lo uno ni lo otro, ¿Qué debemos hacer los venezolanos para asegurar unas elecciones limpias, trasparentes, y exentas de vicios revolucionarios cuya única meta es la de imponer el régimen autocrático de Hugo Chávez?. Súmate, organización no gubernamental cuyo propósito es el de defender los derechos de los venezolanos, propone ir mas allá del dilema de ir o no a votar, mas bien insisten en luchar por lograr que los comicios a llevarse a cabo sean confiables, las auditorías sean totales, el voto secreto sin captahuellas ni cuadernos electrónicos, papeletas electorales manuales y que la observación internacional sea calificada. Para Súmate, el no votar implicaría perder la pelea antes de darla, mientras que votar, aceptando todas las disposiciones que nos impone el CNE, sería entregar todo el capital político en un acto de suprema ingenuidad. Joseph Stalin, celebre opresor de las masas revolucionarias rusas, declaró que “Quienes sufragan sus votos deciden nada. Aquellos quienes cuentan los votos deciden todo”. El chavismo ha participado públicamente que sacarán 10 MM de votos en las próximas elecciones, y como guerra avisada no mata soldado, hay que asumir que este resultado sólo seria posible con la anuencia de un Consejo Nacional Electoral sumiso y leal al proceso revolucionario. A pesar que la Ley Orgánica del Sufragio dispone que las circunscripciones no se podrán alterar sin la aprobación de la Asamblea Nacional con 12 meses de anticipación, el CNE bajo una “interpretación distinta de la Ley”, logró modificar las circunscripciones electorales, afectando a más de 80 municipios, que en su conjunto representan 30% de la población. En ningún país democrático del mundo se consideraría cambiar las circunscripciones ya que alterarían los límites de densidad de un grupo, y por consiguiente un colectivo que antes podría elegir dos concejales ahora sólo podría escoger uno. La consulta electoral es un bastión de la vida en democracia, tanto así, que hay quienes identifican la democracia como sistema en el que se celebran elecciones. Para el Gobierno bolivariano quien ejerza su derecho constitucional de no votar camina por la senda de la conspiración, el golpe y el magnicidio, mientras que para la oposición el no ir a votar es resignarse a que Hugo Chávez ejerza el poder para siempre. Los venezolanos quieren unas elecciones transparentes, imparciales, con un Registro Electoral Permanente auditado, sin máquinas de votar ni cuadernos electorales electrónicos. De no ser así la abstención será masiva, porque pocos querrán convalidar nuevas farsas electorales. Habrá que seguir luchando para que se elija un nuevo CNE, que a su vez organice unas elecciones limpias y justas. Mientras tanto seguiremos evaluando los pro y los contra de ir a votar en unas elecciones organizadas por un régimen que no cree en la democracia y que se encuentra favorecido por un CNE completamente entregado al proyecto revolucionario.
(*): Editorial del 15/6/2005 de la prestigiosa (%=Link(«http://rev.com.ve/default.asp»,»Revista Económica Venezolana»)%) On Line. (%=Link(«http://www.rev.com.ve»,»http://www.rev.com.ve»)%)
(**): Versión en inglés, (%=Link(4594360,»To Vote or Not to Vote?»)%)