Opinión Nacional

Vida y muerte del pejerrey


La redefinición de ciruitos electorales para favorecerse, el llamado “gerrymandering”, fue lo que terminó de colmar la paciencia de sus opositores. Merced a esta triquiñuela el déspota llegó a tener más asientos en el legislativo, a pesar de tener menos votos. De igual manera alteró el registro electoral de tal manera que frecuentemente podía verse un municipio con 3000 votantes donde el déspota obtenía 4000 votos.

La situación llegó a un punto en el cual un día, cuando el déspota caminaba hacia su despacho, un joven médico y amante de la música clásica, se le acercó y le pegó un tiro a quemarropa, el cual no pareció herirlo de gravedad. Sin embargo, sus guardaespaldas comenzaron a disparar alocadamente y se piensa que dos de sus propias balas remataron al déspota (No hubo autopsia).

Así terminó una carrera política llena de abusos de poder como nunca antes se había visto en el país. Entre estos abusos pueden mencionarse:

(1), El hábito de llamar a sus adversarios políicos con apodos ridiculizantes, usualmente comparándolos con un animal.

(2), La despiadada persecución de sus enemigos políticos. No descansaba hasta verlos presos o en el exilio. Decía: “no hay música más melodiosa que las quejas de mis enemigos”.

(3, ) Su nepotismo. Su hermano recibió posiciones importantes en el gobierno y 23 otros familiares se convirtieron en empleados públicos. La familia se enriqueció rapidamente.

(4), La libre utilización de los fondos gubernamentales para crear un grupo de seguidores incondicionales a quienes convertía en contratistas o en empleados públicos. Los sobornos le permitían controlar a la policías y a la misma fuerza armada.

(5), El establecimiento de periódicos y otros medios de comunicación como herramientas de propaganda para consolidarse en el poder.

(6), El otorgamiento de los contratos del gobierno a sus amigos y seguidores incondicionales.

(7), La creación de una milicia armada controlada directamente por él, la cual utilizaba como fuerza de choque.

(8), El uso de una vestimenta estrambótica y de un lenguaje escatológico e irrespetuoso, el cual era admirado por mucha gente sin educación pero ridiculizado por sus opositores. Se enorgullecía de su patanería, la cual era una estrategia política para hacerse pasar como alguien del pueblo. Fue acusado de estar loco y varios psiquiatras lo definieron como un sociópata.

(9), La desconfianza que mostraba , hasta de sus familiares, viendo potenciales asesinos en todas partes, por lo que es paradójico que haya terminado su vida a manos de sus propios guardaespaldas.

(10), La promoción de un registro electoral con miles de nombres inexistentes, sin permitir que esos registros electorales fueran objeto de una auditoría independiente.

(11), El establecimiento de una política de redistribución de riqueza de naturaleza abiertamente confiscatoria, mediante la cual le quitaba las empresas a los ricos para darle a los pobres, bajo un esquema de limosnas y subsidios. Por algun tiempo esta política le hizo muy popular. Sin embargo, como no promovió la creación de nueva riqueza la torta a repartir se hizo más y más pequeña, creando insatisfacción creciente entre sus mismos seguidores.

(12), La fundación de una universidad para ponerla al servicio de su proyecto político.

(13), La promoción del odio de clase. La clase media media y media alta llegó a detestarlo mientras que la segunda ciudad más importante se convirtió en el centro de la oposición a su régimen.

(14), Su burla en contra de las organizaciones internacionales, especialmente de las Naciones Unidas.

(15), El abuso de la legislatura para pasar leyes con pasmosa celeridad. En una ocasión se aprobaron 22 de sus leyes en una hora.

(16), La promoción de una extrema polarización para consolidarse en el poder. Sin embargo, esto fue lo que lo llevó a su fin.

(17) , La creación de una corte de seguidores, adulantes, parásitos del erario público, muchachos y muchachas de mandado que le proporcionaban todo lo que deseaba en materia política y financiera.

(18), La estructuración de una policía política y de un aparato de seguridad diseñado para amedrentar a sus adversarios.

(19), La eliminación de contrapesos institucionales que le pusieran frenos, lo cual le permitió la abierta violación de la constitución y de todos los principios democráticos.

A los 75 años de su asesinato en Baton Rouge, Luisiana, a manos del joven médico Carl Weiss y de sus propios guardaespaldas, el tenebroso ejemplo político del que fue gobernador de Luisiana, Huey P. Long, sigue vigente en el hemisferio. Como pueden observar quienes hoy sufren el despotismo de Hugo Chávez, la filosofía política que animó a Huey P. Long sigue creando escuela. La Universidad del estado de Luisiana, LSU, creada por él, ha llegado a ser una institución excelente una vez liberada de su funesta influencia. Esperemos que la Universidad Bolivariana pueda llegar a serlo algun día, aunque dicen que «árbol que nace torcido nunca su rama endereza».

Nota: Estos datos dados arriba sobre Huey P. Long son absolutamente verídicos y pueden constatarse en los numerosos textos sobre su vida. Para nuestro artículo hemos utilizado el excelente “Kingfish, The Reign of Huey P. Long”, de Richard D. White Jr., 2006, Random House.

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