Vergonzoso patrioterismo y falta de ciudadanía
El régimen maquilla – mera pretensión que no oculta la realidad – resultados electorales y todo cuanto atañe a su pésima gestión de casi quince años, tras burdas interpretaciones, diferentes nombres o adulteración de cifras, y a pesar de lo que ellos llaman “hegemonía comunicacional” la mayoría conoce o percibe la situación real en cada renglón que intentan disfrazar con sus estadísticas envenenadas y sus cursis re-bautizos de aquellos entes en que la incapacidad y la corrupción, que son inherentes a todo lo que tienen a su cargo, generan descontento y aumentan las deserciones de sus menguantes simpatizantes.
De la extrema ridiculez de añadir el PoPo al nombre de cada Ministerio (multiplicados de 12 a más de 30, con la consecuente maraña de desorden y enchufados, que más bien parecen dedicarse a empeorar las cosas), al “retardo” en las cifras oficiales sobre Inflación, que este año superará el 50 % (somos el nuevo Zimbawe), de los apagones a la criminalización de la disidencia, el régimen amplía las maneras de hacer mal todo cuanto emprende. Inclusive la burda maniobra de incitar al Saqueo e imponer precios a capricho, les resultó poco beneficiosa, pues fue más el rechazo que generó ese interés de última hora por los “precios justos”, que las adhesiones que ganaron con esos desmanes, de evidente intención electorera.
Son eventos similares a la lenidad con la que administran las cárceles, en las cuales los presos mantienen el control, disfrutan de armas, drogas y prostitutas, y salen en libertad mucho antes de cumplir sus condenas, gracias al celestinaje de la funcionaria que resuelve de forma alegre y express esas medidas de excarcelación. Los delincuentes agradecen esos favores, pero son muchos más las víctimas, de hecho o potenciales, de los injustamente liberados por la irresponsabilidad y la demagogia. Sienten que debe ponerse freno a la complicidad con quienes producen la creciente e insoportable Inseguridad, que ha enlutado a más de 170.000 hogares durante estos 15 años de experimentación colectivista insensata.
Plebiscito. Cualquier proceso electoral refleja directa o indirectamente el sentir del pueblo respecto del gobierno, aunque por supuesto hay grandes diferencias entre una elección a nivel presidencial, y las que ocurren a escala de Gobernaciones o Alcaldías.
Mundialmente siempre han atraído mayor participación las presidenciales, y a pesar de la necesidad que sentía buena parte de la Oposición, de que las municipales del 8 de diciembre fuesen plebiscitarias, en la praxis se mantuvieron en la dimensión de lo estrictamente municipal, con los liderazgos locales prevaleciendo en la mayoría de los casos, y una abstención promedio de 42 %.
El régimen, tal como ha venido haciendo desde que controla los Poderes y los Recursos Públicos, hizo uso abusivo de esos elementos, difamando a los candidatos opositores de mayor peso político, inhabilitando arbitrariamente a dos diputados, cometiendo Peculado de Uso con los vehículos y el Personal de las oficinas oficiales, puestos al servicio de la campaña roja, y lo que es peor, intensificando el parasitismo de grandes conglomerados, a los que ofrecen dádivas de diverso tipo, desde la limosna directa, a las “ayudas y becas” de corta duración, la oferta de electrodomésticos casi que con la marca registrada del chavismo, y los desfachatados gobiernos paralelos que administran sin Contraloría alguna, el presupuesto clandestino que resulta de calcular el precio del barril petrolero a 60 dólares, siendo su promedio el de $100, lo que les permite una caja chica inauditada de $40 por cada barril vendido, que utilizan a discreción personal de los procónsules, puestos a dedo a jefaturar esos entes paralelos a los Gobernadores electos por la mayoría, para boicotear sus labores, y comprar votos, aprovechando la necesidad y la falta de ciudadanía de quienes se prestan a ese juego, a través de parapetos como CorpoLara, CorpoMiranda, CorpoZulia.
Hegemonía y censura. El cierre injustificado y arbitrario de RCTV dio inicio al cierre o la toma de docenas de emisoras de radio y TV, que han desaparecido o se han plegado a las órdenes del régimen. Si le sumamos el chantaje ejercido desde CONATEL, con multas que fracturan gravemente las finanzas de cualquier empresa, y amenazas de cierre por presunta violación a normas que ellos redactan e interpretan a su muy libre y sectario albedrío, y el embudo que aplican para otorgar los dólares, imprescindibles en la adquisición del papel para los diarios impresos, cerrando el grifo cuando las informaciones reflejan la realidad y no lo que es conveniente para los que mal gobiernan al país (a Globovisión la compraron con testaferros y de inmediato le hicieron una gradual lobotomía, que la transformó en copia de VTV, la televisora que era de todos los venezolanos, y ahora es exclusivamente del PSUV), se hace evidente que los candidatos y programas opositores fueron sistemáticamente invisibilizados por esa maraña de medios que constituye lo que pomposamente llama el sector del oficialismo la “hegemonía comunicacional”, y sin embargo, a pesar de controlar el 80 % de los medios, de sofocar y amenazar al 20% restante, de usar todo el aparataje y los recursos financieros y materiales del estado venezolano, para beneficiar las campañas del chavismo, más el añadido de los Votos que mediante un sofisticado fraude cuelan en cada proceso electoral.
El respaldo al régimen se encoge como una piel de zapa, y a los muy alcahuetas del CNE y el G2 castrista les cuesta demasiado manipular esos resultados con los que ponen a ganar en las cifras oficiales a Maduro y a los candidatos rojos rojitos. Contrastan con el patético respaldo que en la realidad observamos, en cualquier concentración humana, sea política (con cientos de autobuses que son imprescindibles para trasladar las audiencias portátiles que vemos en los actos del chavismo), sea socio-económica (en las enormes y humillantes colas que debemos hacer para adquirir cantidades limitadas de leche en polvo, rollos de papel toilette, harina Pan, aceite de maíz. Lo más raro y caro es el kilo de chavista en esas situaciones, no se consiguen o sufren parálisis temporal y no dicen ni ÑE, frente a ese gentío insatisfecho con el desabastecimiento que ya es crónico). Es obvio, un tercio de los chavistas vive refugiado e hibernando en el REP y en las máquinas Smartmatic, y se activan en cada elección.
Capitanía General. Dignas de encomio las ejemplares Primarias del PSUV, y la noble iniciativa de otorgar Premios de Consolación a los candidatos nombrados a dedo, que perdieron. La mayoría elige a Evelyn de Rosales, Antonio Ledezma, Alfredo Ramos, Maduro dicta un úkase nombrando a Pérez Pirela “Protector de Maracaibo y presidente de CorpoZulia”, a Ernesto Villegas “Ministro de Estado para la transformación de Caracas”, y en lugar de investigar las graves denuncias que han formulado contra Amalia Sáez, quien incluso había abandonado la Alcaldía de Barquisimeto, la nombra “Presidenta del Consejo Nacional de los Derechos de niños, niñas y adolescentes”.
En el caso de Valencia, a pesar de la insidiosa campaña de descrédito para vulnerar a Cocchiola, éste ganó la Alcaldía, y de inmediato el Capitán General enviado desde La Habana, ordenó robarle a su Alcaldía, el Parque Recreacional Sur, el Teatro Municipal y la Plaza de Toros. Sólo le faltó a su insulto a las mayorías populares que no respaldaron a sus candidatos rojos, estirar la Ley Habilitante que consiguió con su mayoría espuria en la AN, y dictar una Ley que obligue a todos los habitantes de este reino, mayores de 18 añitos, a comprar con regularidad el Kino Táchira (cuyas ventas han debido bajar a tal punto que tuvieron que salir del Winston, el pavoso e inescrupuloso brincador de talanqueras, que alejó a los compradores de Lotería, lo que volvió pragmáticos a los que contrataron a ese adulante).
Además de los nombramientos para consolar perdedores, Maduro y la dirigencia chavista demuestran su desprecio por la genuina voluntad mayoritaria del pueblo, al insistir con los inconstitucionales esquemas de las Comunas y las Milicias, mecanismos creados y controlados desde Miraflores, absolutamente ilegales y antidemocráticos.
¿Victorias de mierda? Recordemos al rey desnudo, en cadena nacional de radio y tv, calificando con exquisito lenguaje y su permanente gallardía, el resultado de la consulta al pueblo por la pretendida Reforma Constitucional, en diciembre del 2007. A Maduro, con gran dificultad el CNE lo puso a ganar el 14 de abril, adjudicándole un 50,61% de los votos, (1,49% más que Capriles), negándose a atender el reclamo de Revisar los Cuadernos de Votación, donde están las evidencias de los votos de origen fraudulento. Al oficialismo este 8 de diciembre ese mismo CNE (cuyos rectores hace meses tienen el tiempo vencido) le asignó un 46,9% del total de votos válidos.
Si nos consta que el oficialismo tiene una maquinaria preparada para localizar a cada venezolano que aparezca en sus oprobiosas listas de “beneficiarios” de algún tipo de ayuda, y que los busca y traslada a sus respectivos centros de votación, donde deben obligatoriamente votar por los candidatos rojos, bajo amenaza y coacción, y aun así hubo gente del sector rojo que se abstuvo, no asistió, se negó a participar en esas condiciones, a contribuir con su respaldo electoral a que toda esta incompetencia y corrupción continúe, y mantenemos la sospecha de que buena parte de los votos válidos a favor del oficialismo son producto del fraude con multicedulados que ejercen ese “torcido” (no Derecho) por fallecidos y electores virtuales, ese 46,9 % que ya demuestra que el régimen perdió la MAYORÍA, se reduce significativamente si pensamos en la cantidad real de votos que obtendrían, de no mediar los votos fraudulentos. La Oposición en cambio, minimizada por la hegemonía comunicacional gobiernera, perseguida, hostigada, insultada a diario, obstaculizada en la obtención de colaboraciones para propaganda y logística, sin chantajes ni traslados forzosos, cuenta con un sólido respaldo, que no es sólo electoral ni deriva de limosnas que les repartieran, ni ofertas a futuro de cargos y prebendas, sino de la contundencia de los principios de esa Democracia que estos 15 años ha sido golpeada inmisericordemente.
Pero estamos dispuestos a recuperarla, como también a reconstruir a la Nación venezolana, incluyendo el respeto a la Propiedad Privada y la Convivencia que perdimos, en medio de esta irracional siembra de odios, cultivo de resentimientos, y vulgar copia del fracasado modelo castrista.