Venezuela siglo XXI
En medio de la XIII Feria Internacional del Libro Universitario (FILU) que se desarrolló en Mérida desde el 19 al 27 de junio tuvimos el placer de celebrar en el espacio Bicentenario del Centro de Convenciones Mucumbarila sede de la FILU, el Foro Perspectivas Económicas de Venezuela Siglo XXI, con la participación de los profesores José Ramón Ayesteran, Raúl Huizzi y John Williams Páez por la Universidad de Los Andes, además de la profesora Sary Levi Carciente de la Universidad Central de Venezuela con la ausencia del Dr. Armando León Rojas del BCV. Cualquiera podría esgrimir que se trataba de la disertación de unos eruditos economistas y realmente lo fue, pero si algún aspecto tuvo en común las cuatro intervenciones y la propia intervención del profesor Luis Caraballo como moderador, fue la sencillez, claridad y lamentablemente compartir unos escenarios para nada halagadores en lo que respecta a la economía de Venezuela.
Insisto las exposiciones fueron de tal sencillez, rigurosidad y precisión que no se requería ser economista para comprender las cifras, ciclos históricos y económicos, indicadores económicos, unas curvas, tablas y modelos expuestos que a todas luces dejaron claro que nuestros formuladores de política económica y monetaria, ministros, asesores e incluso el propio presidente de la República propone e intenta desarrollar un modelo no sólo fracasado sino a contramarea o contravía.
Mientras Chile con un terremoto cerrará con un crecimiento económico superior a los cinco puntos, desempleo de 6% e inflación de 3% Venezuela cerrará con una contracción del PIB cercana a los diez puntos, una tasa de crecimiento de cero o incluso negativa, inflación de más de 40% y demás, que unido al deterioro de los salarios en relación a la inflación y el propio aumento de la canasta básica, el cierre de las Empresas Básicas de Guayana, la destrucción sostenida del aparato productivo que se refleja en que no producimos prácticamente nada, y por ende importamos casi todo, unido a la ineficiencia de los ministros, casos de corrupción, perdida de toneladas y toneladas de alimentos y medicinas, y unas instituciones y organismos manejados cada vez con criterios ideológicos y no técnicos como el BCV; PDVSA y demás, aspectos y cifras que dejan desnudo al gobierno y además muy claro que estamos en presencia de un modelo inviable e insostenible.
Cómo entender que Venezuela le financia proyectos y prestamos de diversa naturaleza a Argentina, Bolivia, Ecuador y Nicaragua por señalar algunos casos, y esos países cerrarán el 2010 con cifras positivas que Venezuela no tiene ni alcanzará. El gabinete económico sabe muy bien que muchas de sus medidas han sido erradas, sin fundamentación, sin teoría y modelaje. Los resultados están allí a la vista de todos unos indicadores obscenos y pornográficos como tener la inflación por tercer año consecutivo más alta de América Latina, decrecimiento y contracción de la economía e incluso del propio sector petrolero, informalidad laboral (buhonería); gripe N1 H1, dengue y para usted de contar que reflejan las piruetas y desaciertos del gobierno que siendo moderadamente un gobierno rico, ha empobrecido a la sociedad venezolana desaprovechando más de 990 mil millones de dólares en una década.