Venezuela entre espejismos y magias

El fenómeno del espejismo es visto frecuentemente en los desiertos, creando la ilusión de presencia de un depósito de agua. El mismo fenómeno se suele ver en pavimentos calientes.

Este gobierno nos presenta cada día un nuevo espejismo. Tiene todo el lapso de su mandato generando espejismos; ofertas de mejoras, planes para: eliminar el desempleo; para bajar la inflación; mejorar la atención de la salud; dotar de vivienda a todos los venezolanos y garantizar la seguridad personal. Pero nos deja en el desierto cuando buscamos encontrar la realidad de esos espejismos.

Y mientras nos muestran los espejismos en ese particular modo de distribuir las «responsabilidades» en monólogos unidireccionales el país se divide y se subdivide entre los de él, ellos sin él, algunos de ellos más algunos sin él y sin ellos ni con él.

Y allí mismo se produce el acto de magia gracias a ciertos actos y palabras, se ocasionan eventos contrarios a las leyes conocidas y en la Venezuela de los inmensos recursos financieros que el gobierno ha recibido como renta petrolera, cuyos beneficios en el país no existen, en toda la geografía nacional se ve la ausencia de nuevas obras y el desastroso estado de mantenimiento en que seencuentran bienes inmuebles y vías comunicación. El gobierno mediante un acto de magia incomprensible ha hecho desaparecer la riqueza más cuantiosa de nuestra historia.

Pero no será por arte de birlibirloque que el pueblo venezolano se ha de reconciliar con su verdadera historia de progreso. Será mediante el diálogo, la comprensión, la tolerancia y la justicia. En definitiva, con democracia luchada por la unidad de todos integrando una fuerza ciudadana de manera voluntaria y mediante un serio compromiso de organización y lucha, sin dispararnos desde la misma trinchera, desarrollando el concepto de unidad en la diversidad, con una moral de victoria incontenible, en busca de lograr un mejor destino para nuestro país exigiendo el cumplimiento de las leyes y el respeto a los derechos humanos consagrados nacional e internacionalmente.

Por supuesto que la lucha será una batalla de todos los que adversazos el desastre, que al ganarla; sin armas ni amenazas y sin chantajes ni exclusiones; alcanzaremos el respeto a los derechos de propiedad, la seguridad personal garantizada, la atención profesional de la salud, el empleo pleno, la producción mediante una idónea inversión de los recursos, la más completa libertad de expresión, y el respeto al derecho que tienen los padres de escoger el tipo de educación que requieren para sus hijos. Así podremos vivir en una nación de bienestar y libertad.