Venezolanos inolvidables
En los años de vida que nos son concedidos conocemos y entramos en contacto con maravillosos seres humanos quienes, por una u otra razón, se convierten en seres inolvidables. Pueden ser, por supuesto, venezolanos o extranjeros. Quisiera, en esta ocasión, enumerar treinta de mis venezolanos inolvidables. Al compartirlos con ustedes espero que tengamos algún personaje inolvidable en común o que mi lista pueda interesarlos en algún compatriota hasta ahora no conocidos por ustedes. A todos los conocí y de algunos fuí y soy amigo personal. Al enumerarlos hago un acto agradabilísimo de reconocimiento.
Líderes Políticos.
Isaías Medina. Un presidente democrático y sencillo. En las tardes se iba a jugar dominó con los amigos cerca de su sitio de trabajo. Le dí la mano en Los Teques.
Rómulo Betancourt. Si no el padre, el partero de la democracia venezolana. Un estadista desprovisto de ambiciones continuístas. Lo saludé en Nueva York.
Jóvito Villaba. Un gran ciudadano y un gran demócrata. Almorzé con él en Cambridge, Massachusets, el día que Julián defendió su tesis en MIT.
Escritores.
Aquiles Nazoa. Un gran poeta y humorista y, sobretodo, un maravilloso ser humano. Lo visité mucho en Cagua.
Rómulo Gallegos. Un extraordinario novelista pero, esencialmente, la representación de la dignidad ciudadana en horas tristes para la nación. Hablé con él en Oklahoma, cuando se encontraba en el exilio.
Mariano Picón Salas/Mario Briceño Iragorry. Dos íconos de la Venezuela civilizada.Los ví en varias ocasiones en El Nacional de Arraiz, Otero Silva y Alejandro García Maldonado.
Músicos.
Aldemaro Romero. Auto didacta pero genial. Boleros, fugas y elegantes valses. Conversé mucho con él en Valencia y hasta canté uno de sus bolero con él al piano.
Antonio Estévez. Un músico de nivel mundial con su “Concierto para orquesta” y su “Florentino….. “. Lo conocí en Barquisimeto, junto a Vinicio Adames y Napoleón Arraíz.
Vicente Emilio Sojo. Un insigne formador de músicos cuando ello era especialmente urgente. Me iba a oir los ensayos de la Sinfonica Venezuela, que el dirigía.
Filántropos.
Jose Antonio Abreu. Su “sistema”es ahora universal, gracias a la perseverancia. Me invitó a un ensayo de la orquesta Juvenil, en el teatro Teresa Carreño.
Eugenio Mendoza. Empresario con conciencia social, cuando ello no era considerado como una responsabilidad corporativa. Lo conocí en Los Teques, cuando visitaba a Clemente Ortega.
José María Vélaz S.J. Fundador de Fé y Alegría, un nombre que lo dice todo y que hoy se encuentra en todos los rincones del hemisferio, sobretodo como pionero de la Alfabetización de Adultos. Hablé con él en Caracas.
Maestros.
Isaías Ojeda. El gigante salesiano que fue maestro de varias generaciones de venezolanos y quien, casi hasta el final, recordó el nombre de cada uno de nosotros, sus miles de alumnos.
Clemente Gonzalez de Juana. El maestro de muchos geólogos venezolanos, a quienes enseñó geología y hombría de bien. Lo entrevisté largamente para una biogafía que nunca llegué a escribir.
Jorge Losch, el querido “Puyula” del Liceo San José de Los Teques, quien permitió a miles de estudiantes conciliar la religion con la ciencia. Mi querido profesor de ciencias.
Pintores
Francisco Benavides. Su pintura de alegría incontenible y la dulzura de sus paisajes. Me lo encontraba casi todos los días cuando bajaba por el Alto hatillo hacia Caracas.
Marcos Castillo. Por sus naturalezas muertas, una de la cuáles conservo. Lo ví de cerca.
Héctor Poleo, con quien tuve el privilegio de cenar, poco antes de su muerte.
Sanitaristas.
Enrique Tejera Guevara. El pionero del sanitarismo en Venezuela, además de Venezolano ejemplar. Me invitó a su casa, a ver su biblioteca.
Leopoldo García Maldonado. El amigo dilecto y colega de Enrique Tejera. Leopoldo profundizó la obra de Tejera y la llevó a la cátedra universitaria.Uno de mis queridos tíos García Maldonado, todos quienes fueron inolvidables.
Filósofos y Comunicadores.
Antonio Pasquali. Faro ético de las jóvenes generaciones venezolanas. El comunicólogo más distinguido de nuestros últimos cincuenta años. Mi amigo desde hace más de 60 años.
Julio Barroeta Lara. Un periodista extraordinario, de extraordinaria cultura, compañero entrañable en aquél pueblo mágico que fué Los Teques, con un sentido de fino humor que siempre enriquece el instante compartido con él. Mi amigo desde hace más de 60 años.
Moisés Naím. Salió de nuestra liga triple A para ser estrella en Grandes Ligas. Mi amigo desde hace más de 30 años.
Petroleros.
Alberto Quirós. El gerente petrolero más brillante y de mayor visión con quien trabajé en la industria petolera venezolana. Mi amigo desde hace más de 50 años.
Francisco Moreno, Pancho,quien me reclutó para la geología, ciudadano ejemplar. Fué mi amigo y mentor por más de cuarenta años.
Jack Tarbes, un gerente petrolero lleno de sensibilidad hacia los empleados. Además, un gran caballero.
Gustavo Feo Codecido. Un geólogo admirable por su trabajo cuidadoso, sólido y constante. Fue uno de mis modelos a imitar durante mi etapa como geólogo.
Empresarios.
Rafaél Tudela. Creativo, entusiasta y, sobretodo, gran amigo en los momentos en que ello más se aprecia. Mi amigo desde hace más de 50 años.
Hans Neuman. Gran motor del progreso Venezolano y, como Tudela, un hombre generoso.
Pedro Pick. Mucho más que un empresario exitoso, un ser humano maravilloso, a quien ya nunca podré pagar la inmensa deuda de gratitud que contraje con él. Compartí con él dos extraordinarios años en Harvard.
Haber compartido momentos o años con estos venezolanos ciertamente ha enriquecido enormemente mi vida.