Vamos a contarnos
Hoy , cuando se ha decantado la gritería inicial, hasta quienes juraron que no irían a las elecciones regionales y municipales han seleccionado dirigentes suyos para representar sus postulados y su militancia en esos comicios y han entablado acuerdos con otros partidos para presentar candidatos unitarios que garanticen el triunfo ante las arremetidas y el ventajismo del gobierno. Y para nada se ha disminuido el intenso trabajo de defensa del revocatorio en la calle, en los tribunales, en las instancias internacionales y ante la opinión pública.
Total, no era cierto que proponer mejores gobiernos municipales y regionales, como también representar a los vecinos en sus justos reclamos de participación en las decisiones públicas locales, pudiera debilitar la lucha contra el chavismo. Ha sido todo lo contrario, a la conciencia nacional que sólidamente reclama revocar a Chávez, se ha sumado un fortalecido espíritu de cuerpo en cada Municipio y en cada Estado para impedir que el régimen a punto de ser revocado se refugie en otros escenarios. Hasta los más ácidos críticos a las elecciones de agosto han inscrito sus candidatos en casi todo el país y han sumado esfuerzos para aliarse con otras organizaciones porque saben que sería torpe permitir el triunfo del chavismo.
Desde un principio, en la Coordinadora se llegó al acuerdo de honor de que en caso de no alcanzar candidaturas unitarias antes del cierre de las postulaciones ante el CNE, se harían todas las diligencias para estudiar los acontecimientos en los próximos meses y acordar, entre los candidatos ya postulados, fórmulas únicas, bien por la vía de las encuestas, bien por la de las consultas directas a la población, es decir, por elecciones primarias. Por eso, en los partidos políticos de oposición hemos estado siempre optimistas en que vamos a presentar soluciones victoriosas a la población .
Lo que nunca habíamos convenido era que si alguien no era de la simpatía de un sector se desarrollarían contra esa persona campañas de descalificación, esas llamadas “sucias” en la jerga política.. Pues bien, eso es lo que algunas individualidades, posiblemente presionadas por sectores interesados, han desarrollado contra mí por haber aceptado la postulación que mi Partido Acción Democrática y diecinueve organizaciones más han hecho de mi nombre como candidato a la Alcaldía Metropolitana. Es obvio que no estamos conformes con la forma cómo se conduce la ciudad y somos críticos del estado de abandono en que Caracas se encuentra. De lo contrario, no estaríamos presentando candidaturas distintas de los gobernantes actuales. Pero es hora de hacerles un llamado a que no sigan haciendo uso de la descalificación como moneda de uso corriente. Por favor, no se parezcan a lo que combaten.
Les propongo algo sencillo y claro a Pablo Medina y a Alfredo Peña, los otros dos candidatos de la oposición: que nos midamos ante el pueblo en unas elecciones primarias el 30 de junio y que los dos que pierdan respalden sin reservas al ganador. Eso es democrático y es garantía de triunfo.¡Los demócratas nos contamos, son los chavistas los que se niegan a contarse! ¡Que el pueblo decida!
