V de Venezuela
A la señora Gladys Diab de Faddoul
(%=Image(1051426,»R»)%)El estreno de la impactante (%=Link(«http://vforvendetta.warnerbros.com/»,»V de Vendetta»)%) (V de Venganza, en las salas venezolanas) , que narra la pugna entre el poder absoluto y aplastante versus la emergente oposición de un colectivo aletargado por el miedo y las rutinas del Estado, es una alerta para reflexionar sobre el estado de las cosas en Venezuela. Mientras contemplaba la película, no dejaba de pensar en lo parecido de las estrategias del líder único, Adam Sutler, magistralmente encarnado por John Hurt, y las del presidente Hugo Chávez: creación de terror colectivo, paranoia, represión político-policial, contrainformación e irrespeto frontal del individuo.
La película, basada en un cómic de Alan Moore, escrito en 1984, está ambientada en un Londres retrofuturista, que podría ser Estados Unidos (Bush), mas también la República de Venezuela con su comandante ubicuo y todopoderoso. V, encarnado por el Mr. Smith de Matrix, Hugo Weaving, es un ciudadano degradado por el sistema y sus brazos corporativos, quien retorna para vengarse contra éste, utilizando el poder de los mass media para sacudir a la audiencia (pueblo).
En una entrevista publicada hoy en El País de España, la brillante y hermosa Natalie Portman, protagonista del film, declara que a V de Vendetta “cada uno la puede interpretar como quiera, pero la historia tiene lugar en el futuro en un lugar ficticio… Cada persona que ve la película la asocia a una realidad distinta. Hay tantos regímenes que se parecen al de la película…”
Bajo la premisa de la actriz, no me sentí tan sesgado al asociar V de Vendetta con la acelerada decadence que padece mi país, sobre todo en estos últimos cinco días, donde hemos exportado no sólo petróleo, sino masacres sangrientas, que protagonizan las páginas rojas de los principales diarios del mundo: la tortura y homicidio de los tres hermanos Faddoul y el asesinato del reportero gráfico de la Cadena Capriles, Jorge Aguirre, quien logró fotografiar al policía perpetrador. Ambos eventos detonaron la salida de la gente hacia las calles, exigiendo justicia, denunciando la agenda de un gobierno que sólo tiene tiempo para triquiñuelas y populismo. De la película, queda la contundente frase de V, “La gente no debería tener miedo de sus gobiernos. Los gobiernos deberían temerle a la gente”.