Unidad por Venezuela
Unidad por Venezuela ha sido el eslogan del Partido
Demócrata Cristiano Copei desde hace algún tiempo y hoy
cobra una enorme vigencia, cuando la mal llamada reforma a
la Constitución nos encamina a un abismo cuyo final
resulta imposible percibir. Hablando con la gente común y
corriente, aquellos que se preocupan por la política, pero
que no están activados en diario quehacer de esta noble
actividad, no cesan de reclamar que no perciben en las
fuerzas opositoras, una estrategia común, un mensaje
coherente y una acción unificada. Es decir la unidad que
permita impedir que el socialismo se convierta en la única
forma de pensar, de vivir (o de sobrevivir) y que esta sea
la única alternativa para gobernar el país. Es decir una
Venezuela donde no se va a permitir la disidencia, ya que
según nos dirán, esta disidencia ?es contraria a su
constitución?.
No le falta razón a estos ciudadanos de a pie, que ven con
preocupación como la educación de sus hijos ya empieza a
prepararse para el nuevo modelo socialista o como se
agrede en forma desmedida los servicios de salud privada,
que son los que realmente funcionan de manera eficiente,
ante el descalabro del sistema de salud pública, al que en
ocho años de gobierno, solo le han podido poner los paños
calientes de las misiones, sin haber resuelto el verdadero
problema de fondo. Esto sólo para mencionar dos acciones
de gobierno, que son especialmente sensibles para la
opinión y que no son más que una muestra de lo que el
futuro socialista nos depara. Ello sin mencionar el como
veremos perder nuestra propiedad, por mas sencilla que
esta sea o como un presidente se podrá reelegir en forma
indefinida, sin ningún control sobre el uso y abuso de los
recursos públicos, colocando en grave desventaja a quien
tenga la osadía de enfrentarlo.
La situación es grave y la angustia es enorme. Mientras
tanto los partidos y movimientos sociales de oposición,
siguen discutiendo si debemos ir o no debemos ir a votar,
o si se debe votar la reforma como un todo, o en partes, o
en bloques, o artículo por artículo, mientras los
seguidores del teniente coronel y su reforma, avanzan ?a
paso de vencedores?.
Hay que comprender de una buena vez que, lo que realmente
nos une, es que no queremos la reforma, sin importar lo
que ocurra de aquí a diciembre y como es que va a ocurrir.
Por ello todavía estamos a tiempo de diseñar estrategias y
planificar acciones comunes para impedir que ello ocurra
y, siendo esto lo que nos une, debemos dejar de defender
nuestras posturas individuales y dejar por un momento de
un lado los protagonismos de cada quien, todo ello en
beneficio del país. En estos momentos, lo que nos pide la
gente, es UNIDAD POR VENEZUELA.