UNASUR o El show de don Francisco
En la Fábula del Rey Desnudo, dos pillos se presentan en un reino haciéndose pasar por sastres, unos sastres que harán un traje tan magnífico a su rey que solo serán capaces de verlo aquellas personas que sean inteligentes; los tontos no tendrán la capacidad de percibirlo.
Llega el día en el que el traje está terminado y al presentárselo al rey éste no ve nada sobre su cuerpo. Ante el temor a ser tomado por tonto, asegura que el traje es precioso; y eso mismo repitieron, a coro, todos los adultos del reino por miedo a contrariar la majestad del rey y de ser calificados de tontos, aunque veían a su rey pasearse desnudo. Esta situación del rey paseándose impúdicamente en pelotas por las calles del reino se mantuvo hasta que un niño gritó ¡el rey está desnudo! Entonces, el resto de los súbditos perdieron el miedo a ser tomados por estúpidos y gritaron la verdad: ¡el rey está desnudo!
Para los venezolanos no es extraño que ‘el rey’ pasee sus desnudeces intelectuales, ni que sus funcionarios de alto nivel le manipulen los hechos y le acomoden sus ‘medias verdades’, como eficientemente hacía José Vicente Rangel, ‘el provocador de oficio’, porque al fin de cuentas, la mentira es necesaria para que rey siga intelectualmente desnudo y para que los pobladores de este ex país (Agustín Blanco dixit) prosigan con el miedo a ser tomados por tontos, y por ello la mentira es un recurso harto conocido y abusadoramente utilizado como política comunicacional de Estado en la Venezuela quinto republicana. Sin embargo, esa terrible circunstancia no nos inhibe señalarla, para demostrar, como en la genial fábula de Hans Christian Andersen, que ‘Hugo I está desnudo’.
Una de las cientos de mentiras que ‘visten’ las desnudeces del régimen se cose sobre la inexistente manga de la política exterior. Allí, entre puntadas de hilo plástico y retazos de impúdicas telas transparentes, nuestro don Francisco monta su más reciente ‘show’ pero cambia el libreto de los verdaderos acontecimientos en la cumbre de Presidentes de UNASUR en Quito y lo ajusta a un nuevo ‘time-table’, falsario y mentiroso. Y abusador porque pretende, como decimos los maracaiberos, ‘echarnos vaporub en los ojos’ como si no existieran medios u otras formas de acceso a los acontecimientos, como el internet y la prensa libre.
Veamos cómo miente el Canciller Francisco Arias Cárdenas, nuestro ‘don Francisco’ andino, al utilizar la manipulación de los hechos que describe ¿castamente?, en su artículo “Las bases y UNASUR” publicado por El Universal el lunes 17 de agosto. Para quienes no lo sepan o lo hayan olvidado, don Francisco Arias Cárdenas, ex candidato Presidencial en Venezuela y ardiente opositor a Chávez durante las elecciones presidenciales venezolanas pasadas, (aquellas en las que ‘lo amenazó’ televisivamente con una gallina muerta) es un Teniente Coronel ® del Ejército venezolano (de la misma promoción de Chávez y tan golpista como él) que además es un ex seminarista, combinación de profesiones y conocimientos que ya hubieran querido para sí los miembros más ultrosos de La Santa Inquisición. Pero apartemos esta disquisición y focalicemos el análisis en ‘el show mediático’ que nos trae don Francisco, una fabulación mística y calenturienta, como ‘el tabardillo’ que sufriera Saulo de Tarso en el desierto mientras perseguía a los cristianos. Así comienza su quimera:
“La cumbre de presidentes de Unasur en Quito representó una oportunidad para debatir, primero en reunión de cancilleres y después en cumbre presidencial, lo referente a la cesión de espacios para uso como base militar de EEUU por parte de Colombia”.
MENTIRA: La cumbre de Cancilleres y de Presidentes de UNASUR no se convocó única y exclusivamente para ese debate. El tema fue propuesto y respaldado por tercerías, como acostumbra nuestra cancillería y sus políticas del ALBA. Resultado de ese debate fue que Venezuela no alcanzó ni el más modesto de sus objetivos políticos, porque se encontró con que, previamente, el Presidente Uribe había realizado una gira relámpago por Suramérica, siendo recibido por los Presidentes de cada una de las naciones; una gira en la que, si bien se ratificaron tímidamente ‘las oposiciones’ de Bolivia, Ecuador y Paraguay, los otros cinco países ratificaron la política de no-intervención (contemplada en el Preámbulo del documento constitutivo del acuerdo de unidad de los países del cono Sur- UNASUR- ) y por ello se abstuvieron de expresar opinión pública sobre asuntos internos de Colombia, reservándose la calificación del acuerdo de asistencia militar entre Colombia y los Estados Unidos. Por otro lado, la expresión “cesión de espacios para uso… militar de EEUU” sólo fue pronunciada por la legación venezolana, pero nunca por las otras cinco legaciones, que no respaldaron la propuesta chavista.
“La ausencia del presidente y el canciller colombianos no fue obstáculo para que se debatiera y se expresaran los cancilleres de la región, la mayoría en rechazo y algunos con preocupación, en relación a las consecuencias de la presencia militar norteamericana en el subcontinente”.
MENTIRA: La ausencia del Presidente y del Canciller de Colombia si se hizo notar, a tal punto que siendo la única ausencia, fue reseñada en el ‘lead’ de la prensa internacional, como un hecho por demás significativo. Ahí están los reportes de la prensa internacional para quienes deseen corroborar esto. Y lo del ‘debate’ no fue tal. Las excesivas y repetitivas intervenciones de los representantes de Venezuela, Bolivia y Ecuador no pueden llamarse debates, sino el eco de las directrices políticas trazadas desde Miraflores, cuyo único aval sigue siendo la chequera petrolera.
“En estos años no habíamos tenido una razón de preocupación puntual en cuanto a la amenaza de intervención abierta por parte de la potencia. Ya no son las amenazas orales de Bush, sus asesores y funcionarios. Ahora, amparados en la sonrisa del presidente Obama, los halcones actúan aliados con el Gobierno de Uribe y preparan el detonante de una intervención que se ha venido preparando comunicacionalmente”.
FALSO: Pareciera que a don Francisco se le quiere olvidar, sin querer queriendo, que la más grave y trascendente ‘intervención’ de potencia alguna en la región fue provocada por Venezuela cuando el señor Presidente de la República Bolivariana invitó al gobierno ruso a instalar ‘cualquier cantidad’ de bases navales en las costas venezolanas. Resultado de ello fue la cómica de los ejercicios navales conjuntos entre la flota rusa y las naves venezolanas, de las que hay una graciosa anécdota: En pleno mar territorial, y ajustados al ‘juego de guerra’ previamente convenido, las naves venezolanas fueron incapaces de realizar las maniobras básicas porque sus equipos no ‘se entendían’ con la frecuencia de la de las naves rusas. Fue necesario abortar ‘el juego’ durante 8 horas, hasta que ubicaron en nuestras naves a tripulación rusa competente. Eso sí que es una “preocupación puntual” y una verdadera amenaza de intervención directa, no sólo a Venezuela, sino a toda la región, porque la irresponsabilidad de Hugo Chávez (único agente de la política exterior del país) pretendió reeditar las políticas ya olvidadas de la ‘guerra fría’ al pretender que los rusos (ahora aliados del imperio ‘mesmo’) le ladraran en la cueva caribeña a los yanquis.
“Brasil y Argentina han sido especialmente claros con relación a la situación y han pedido la reunión de presidentes en Bariloche de finales de este mes, y una reunión al presidente Obama, aprovechando la cumbre de alto nivel de la ONU.
FALSO: Las cancillerías de Brasil y Argentina no expresaron pronunciamiento oficial condenando el acuerdo militar entre Colombia y los Estados Unidos de Norteamérica; lo que sí es cierto es que propusieron la reunión de Presidentes a efectuarse en Bariloche cuya agenda, como se sabe, se discutirá después a través de la silenciosa diplomacia entre cancillerías de los países miembros, y luego tendrá que ser aprobada por los Presidentes. Lo de la reunión con el Presidente Obama en la cumbre de alto nivel a efectuarse en la sede de la ONU no es un hecho; es un exorto de la Cumbre, que deberá ser ratificado unánimemente por los países miembros.
“Unasur está haciendo lo pertinente y toma su lugar en el debate con relación a una presencia que anuncia tempestades y dificultades para todos los países latinoamericanos”.
MENTIRA: El debate cierto y preocupante entre los miembros de UNASUR es la presencia de un país, como Venezuela, que exporta abierta y oficialmente, un modelo político que marcha a contrapelo del progreso social y de las genuinas libertades democráticas en las naciones signatarias de UNASUR, y que además interviene flagrante y groseramente en la política interna de otras naciones, como en Bolivia y Honduras, pues a la primera envía sin control alguno líneas de mando y dólares para la ejecución de programas de adoctrinamiento, mientras que a la segunda envió tractores y dinero, pero como le destituyeron al delfín, amenazó con invadir militarmente a la República de Honduras y mantiene ‘en el aire’, al caballo de Zelaya, con su petro-chequera y las comodidades de un avión de PDVSA, permanentemente a sus órdenes. Son estas conductas de Chávez, intervencionistas a más no poder, las que anuncian tempestades y grandes dificultades a los miembros de UNASUR.
“A todo esto se sumará el debate que sin duda va a darse al interior de Colombia entre patriotas nacionalistas y entreguistas divisionistas. Ya el Congreso colombiano y voces de diversos espacios van entendiendo que no tomar medidas para detener la amenaza es permitir la guerra y la destrucción que viene con esas bases gringas”.
FALSO: El debate que se está dando en Colombia no es otro que la continuidad de las acertadas políticas económicas y de seguridad que el Presidente Uribe ha desarrollado en estos casi 8 años. En la opinión pública colombiana, y también en las élites económicas y políticas, se debate cómo darle solución de continuidad a un proyecto de país sin modificar la Constitución de la República, acto que sería necesario para autorizar una segunda reelección al Presidente, que todas las encuestas realizadas recientemente anuncian como ‘cuesta arriba’ para Uribe. Ya en el pasado reciente, el mismísimo Uribe dejó entrever (cachaco al fin) que tal reelección no estaba en sus planes, aunque…
Ese y no otro es el debate que se da, democrática y abiertamente en Colombia. Allá no hay, como pretende hacer creer nuestro don Francisco, una polarización entre colombianos ‘patriotas’ y colombianos ‘entreguistas’. Falso de toda falsedad. Las divisiones en Colombia son otras, quizás más crueles, como las que se manifiestan entre los pocos que detentan los hilos del poder político y económico y la gran masa de ciudadanos… O las que se manifiestan entre las distintas ‘oncenas’ del balompié colombiano, una de las actividades deportivas más importantes del hemisferio; pero nunca entre ‘patriotas’ y ‘entreguistas’. Ese es el modelo chavista que sí se impuso acá, con el secuestro (para ellos, los ‘patrioteros’) de los símbolos patrios y la ‘anunciación’ de un proyecto político segregacionista ‘resucitado’ del Siglo XIX con apellido impropio: El Socialismo ‘del’ Siglo XXI.
Pero las amenazas a Colombia, ampliamente debatidas allá, no están focalizadas en la llegada de tropas norteamericanas o en la instalación de contingentes militares norteamericanos en siete bases militares de ese país. No, porque ‘eso’ forma parte de la Segunda Etapa de aplicación del Plan Colombia (un plan abierta y públicamente respaldado por los colombianos) que ha producido en menos de dos años, más y mejores resultados en la guerra contra la narco-guerrilla, que lo obtenido en más de 30 años.
La verdadera amenaza es otra: es el apoyo tácito que el gobierno venezolano ha dado hace más de diez años, a las guerrillas de las FARC y las del ELN, para quienes solicitó, en un pasado no tan lejano, la calificación de ‘grupo deliberante’ y que sus nombres fueran retirados de la lista de organizaciones criminales terroristas. La amenaza a Colombia está en la intemperancia del Presidente Chávez, quien ahora, como en anteriores oportunidades, ‘rompe palito’ con Bogotá sin medir las consecuencias económicas que causa en la población de ambas naciones, una población de criollos y de etnias originarias que comparten la frontera más viva y dinámica de Suramérica, y por la que se intercambian más de 6 mil millones de dólares en transacciones comerciales al año.
Pero como a los malos ‘pitchers’ a este lanzador se le adivina el lanzamiento por cómo agarra la pelota; esa pretensión de desnacionalizar las bases colombianas con el sesentoso adjetivo de ‘bases gringas’ tiene todo el mal sabor de la manipulación barata, que por más que se tongonee, ‘siempre se le ve el bojote’ de la mala intención.
“Unasur puede hacer mucho más y mejor que los halcones de Washington y contribuir a la paz de Colombia que pasa por el diálogo y el desmontaje de la violencia de años”.
LO ÚNICO CIERTO: Es que UNASUR puede hacer mucho más para contribuir a la paz de Colombia, y por ende, de toda la región: Exigirle a Venezuela, como requisito indispensable y previo a su aceptación, que reinicie el diálogo, abierto y sincero con Bogotá, que suspenda de una vez e irrevocablemente la agenda intervencionista del ALBA y que desmonte las bases y los asentamientos de aliviaderos de las guerrillas en territorio venezolano. No acometer estas tres exigencias es continuar con el show de don Francisco.