Una estrategia 1
¿Una estrategia para que? Para reconquistar la libertad perdida y/o entregada; para recuperar la democracia conculcada y no suficientemente defendida.
Seguramente algunos, de inmediato, dirán como los utilitarios y/o socio listos rojos, comuna lista roja, “muy cómoda”, y/o históricos, y el máximo depredador… “eso es lo que quiere el pueblo”. Pero les recuerdo que los resultados electorales han expresado lo contrario; así como las crecientes y diversas manifestaciones publicas. Además, hay derecho: “El pueblo de Venezuela…desconocerá cualquier régimen, legislación o autoridad que”…, articulo 350CN.
Hay en curso varias teorías sobre la libertad y la democracia; pocos nos explican ampliamente sobre estrategias exitosas para lograrlas.
Así que nuestra primera intención es solicitarle, con humildad y a sabiendas de nuestras propias limitaciones, a quienes exploran, conocen y/o dominan el tema, por favor, ilustrarnos públicamente, haciendo uso de los medios y nuevas tecnologías de comunicación, sobre el tema. Nos parece de importancia en estos tiempos para nuestra situación política.
Van algunas ideas. ¿Por donde empezar? Por lo ideal, nada pragmático. Por los supuestos principios ideales, por las ideas liberales que aspiran…“lo que debe ser, sin tener en cuanta lo que es”… y de acuerdo con la moral de este pueblo. Gertrude Himmelfarb, conocida como Bea Kristol, 1922-¿?, USA, historiadora, dice que son conceptos de John Emerich Edward Dalberg Acton, primer Baron de Acton, mejor conocido como Lord Acton, 1834 – 1902, Ingles, historiador.
Me parece conveniente hacer una disgregación y recordar que Acton establecía unas diferencias entre los conservadores (whigs) y los liberales ingleses, según la antes citada historiadora:
01. El conservador gobierna mediante componendas. El liberal inicia el reinado de las ideas.
02. ¿Cómo distinguir el conservador del liberal? El conservador es pragmático, gradual, pronto al compromiso. El liberal elabora principios filosóficos. El conservador es un político que aspira a ser filosofo. El liberal es un filósofo que busca una política.
¿Acaso se puede sugerir, como una consecuencia de lo anterior que el liberalismo es una filosofía en busca de una política, tal como escribe Murray N Rothbard, 1926 – 1995, USA, teórico político del liberalismo libertario? ¿Se inicio así el liberalismo en Inglaterra? ¿Una etapa? Todo evoluciona, todo cambia.
Volviendo al tema nos podemos preguntar ¿Qué dice o pregona la filosofía liberal sobre estrategia, sistemas, programas, metas? Lo más importante: que la libertad es el objetivo político, la meta de la filosofía liberal en lo político.
Eso no quiere decir que es el objetivo último del hombre. Cada persona tiene sus propios y variados objetivos. Cada persona, cada individuo, como sostenía Thomas Jefferson, 1743 – 1826, fundador y ex presidente USA, tiene libertad para buscar y perseguir sus propios objetivos, para “perseguir la felicidad”.
El liberal, entonces, seria un ciudadano, una persona comprometida con el… “sistema natural de la libertad” (frase atribuida a Adam Smith, 1723 – 1790, economista escocés). El liberal, por definición, tiene como objetivo la libertad; tiene la libertad como meta de la política. Pero en la práctica, en la realidad eso no ha sido así. Aquí, ahora, luchamos por la libertad.
Se ha observado en el quehacer, en el tiempo, etc., que han existido y existen liberales que anteponen sus propias ideas, sus poderes y habilidades al objetivo y meta de la libertad; que anteponen la verdad, su excelencia, al logro de la libertad en la realidad.
La experiencia casi nos grita, nos da en la cara, con el hecho de que la consecución de la libertad se consigue ubicándola en el mundo real, por encima de otras consideraciones.
La libertad es un principio moral, parte de la propia naturaleza del hombre. Es un principio de justicia porque exige la eliminación de la violencia en toda relación humana. La justicia debe ser una fuerza que motiva para alcanzar la libertad.
La libertad, siendo meta de la política, debe buscarse, debe conseguirse, debe trabajarse, con los medios más eficaces y eficientes, con todo aquello que prontamente nos asegure alcanzarla.
El liberal debería luchar en todo momento por abolir, por quitar, por eliminar todo obstáculo, toda invasión, todo tropiezo a la libertad. Aquí, ahora, por eliminar ya todas esas disposiciones ilegales e ilegitimas que coartan la libertad y, por lo demás, contrarias a la propia naturaleza humana, al sentimiento del pueblo, del ciudadano.
¿Y la estrategia? ¿Y el realismo? Vemos que alcanzar de nuevo la libertad perdida, quitada por este depredador, por estos rojos, requerirá de nuestros mejores esfuerzos para ser alcanzada en un futuro mas o menos cercano.
Claro, seria mas rápido y fácil lograr el restablecimiento de las libertades quitadas si un número mayoritario y/o importante de personas, de ciudadanos, manifestaran su desacuerdo y su acción permanente, a diario, contra el régimen totalitario; así, el resultado no seria ni utópico ni irreal porque la reimplantación de la libertad seria alcanzada por los propios ciudadanos, por las personas, por el pueblo, y casi de inmediato.
¿Por qué todos los ciudadanos venezolanos, todas las personas, todo el pueblo, no han manifestado abiertamente que la libertad es el valor político más deseable en estos momentos? De hacerlo, con casi toda seguridad, se conseguiría al instante.
Me da la impresión que la sociedad civil ha invertido mucho, demasiado tiempo, en buscar y/o conciliar una estrategia sobre el cómo, como trazar el camino que nos lleve a la libertad. Que nos lleve a quitarnos una dictadura de encima.
¿Recordemos cómo se logro acabar con la esclavitud, conquistar el voto universal, la pena de muerte; conquistar los derechos de la mujer, niños, trabajadores, etc., etc.? Cuando los liberales de entonces formularon la abolición de la esclavitud tenían claro que su meta era moral y de libertad y debía hacerse inmediatamente. No se preguntaron si era posible y si era por tramos. Siempre se aseguro, con firmeza y convicción, con fe, que eso había que hacerlo, eso debía hacerse y rápido. En la realidad, fue gradual.
William Lloyd Garrison, 1805 – 1879, periodista USA, luchador en contra de la esclavitud, dijo: “el gradualismo en la teoría es la perpetuidad en la practica”… “Voy a ser tan duro como la verdad y tan flexible como la justicia”.
La experiencia nos indica que el gradualismo no es la vía, no es la estrategia, para conquistar y/o reconquistar la libertad porque se convierte, en la práctica y con el tiempo, en una oposición a la libertad.
Cuando se renuncia a la acción inmediata y permanente por la conquista de la libertad, en la calle, con acciones todos los dias, se le da a la conquista de la libertad una prioridad distinta, se coloca en un plano inferior y se ubican en primera prioridad otras consideraciones.
Así lo hemos observado cuando se esgrime el argumento de que solo mediante elecciones y dentro de x tiempo es cuando se puede lograr el objetivo, restablecer la libertad. De nuevo nos preguntamos ¿Cuan lejos ha estado y esta la supuesta socialdemocracia, el capitalismo de estado, el paternalismo de estado, el estado social de derecho, el estado de bienestar, el socialismo democrático, etc, etc, de estos supuestos y, de repente, depredadores rojos?
¡Impactante! Una evidente devaluación brutal contra el pueblo es titulada como una unificación. Muy simple y desapercibido, muy endulzado para el pueblo rebaño, esclavo. ¿Si el presupuesto esta calculado, por ejemplo, a $40,00 y supuestamente entran $80,00, por que esa devaluación brutal y, además, aumentos en otros rublos como la electricidad; y que hacen con los otros $40,00? ¿Quién informa verazmente? ¿Quién pide cuentas? ¿Quién establece responsabilidades? ¿Quién sanciona? ¿Quién? ¿Cuba? ¿España? ¿China? ¿Iran? ¿Rusia? ¿Bielorrusia? ¿Bolivia? ¿Brasil? ¿Argentina? ¿Nicaragua? ¿Libia? ¿Ecuador? ¿Uruguay? Etc., Etc. ¿Quién? Menos los Venezolanos, por lo visto. Seguiremos.
“Con un poder absoluto hasta a un burro le resulta fácil gobernar”.
Lord Acton, 1834 – 1902, Ingles, historiador.