Un candidato Bipolar
Hasta ahora, hemos visto a un Presidente candidato con rasgos bipolares, un día dice que está totalmente curado por un milagro de José Gregorio Hernández y por la mediación de las siete potencias africanas, espíritus de la sabana y hasta de los Santos, que por complacencia de algunos curas se han prestado para hacer ver que esta extraña mixtura de ensalmos, junto con ruegos a Papa Dios y a su sequito es licita.
Empero, el Cardenal Urosa lo aclaró, una cosa es la brujería y otra la iglesia, y no se puede estar al unísono con ambas, ni engañar a la gente atribuyéndose milagros que no los hubo, ni probablemente los habrá.
Bueno, pero el problema no son los Santos a quienes han involucrado, sino los curas desvergonzados que se han prestado en contra de los principios de la iglesia cristiana.
Por cierto, ese termino bipolar se corresponde con una expresión oportuna y asaz descriptiva, que tardaron muchos años en descubrirla, tal vez los siquiatras; anteriormente frente a estos padecimiento solamente se decía: fulano de tal le mete al loco, y se aclaraba lo que prevalecía en su personalidad, si la demencia era permanente o parcial y si más eran las veces que estaba razonable o loco. Así como sucede con los borrachos, que existen casos graves cuando la in gesta alcohólica es diaria, y leve cuando se exceden en la bebida contadas veces y cometen incordios.
Si Chávez ensaya según sus cuentas ser candidato por tercera vez que, de ocurrir tal adefesio serian veinte años en el poder, pero se halla con una enfermedad terminal, a pesar de no haber sido certificada de manera oficial, solo con diagnósticos a distancias y con un semblante que a veces denota gravedad y otras veces le observamos saludable, sin saber qué pasó, pareciendo haber mejorado, o no tener nada.
Debe ser revisado diligentemente porque los venezolanos nos estamos jugando la vida, de la misma manera que Venezuela. Si llegara reiteradamente a ser presidente, la ruina nos alcanzará de sopetón y no tendrán como pagar las misiones, empleados públicos y pensionados, pero ya estaremos montados en el burro. La pobre y otrora augusta PDVSA habrá fenecido y descollarán sus siglas en el recuerdo de los compatriotas de lo que fuera su empresa señera, que nos mantuvo por luengos años no obstante la pésima administración de los camaradas.
Y la evaluación al candidato oficialista debe realizarse rápido, eso no le pertenece a su discrecionalidad estar dando partes médicos sin ningún respaldo serio. Algo como si llegaran a escoger a un atleta lesionado para que representara al país, o con una herida visible que pudiera estirar la pata en plena jornada. Supongo que los camaradas conocedores de la verdad no tienen que esperar se filtren las informaciones, y deben estar muy preocupados, no sabemos si esos afiches que emergieron por ahí de Diosdado Cabello, antes de tiempo estén anunciando una confidencia nueva.
Mientras del otro lado estamos los opositores con nuestro lema “Capriles somos todos”, y confiados que esa campaña puerta a puerta tendrá sus resultados positivos aunque el oficialismo esté regalando, neveras, cocinas y apurando las obras que dejaron de hacer en trece años.
Ese fraude continuado como lo denunciara Tulio Álvarez, es la causa real para que los encuestadores le rebusquen una formula mágica, que evidencie el “amor” de Chávez por su pueblo, o para que algunos partidarios aparentemente de este mismo bando estén hablando pendejadas y mandando telegramas, casi a diario, acerca del “muchacho” que hoy nos tiene ilusionados, y de quien esperamos será el próximo presidente de la republica, y está afanando en serlo, y cómo lo hicieron quienes conocían de política en los tiempos de la Venezuela de hombres aferentes. Versados en las creencias de este pueblo, apersonándose en sus hogares para conocer de cerca sus reales necesidades, aunque Chávez les regale la cocina, la nevera y lavadora, cuestión que no nos parece injusta después de tantos padecimiento.
Que aprovechen todo lo que lícitamente puedan obtener para mejorar su calidad de vida, y culminen consolidando ese avance, votando por el “muchacho” que quiere ser presidente como lo manda Dios.