Un absurdo llamado Venezuela
Nunca me cansaré de decir que la mejor descripción de lo que somos los venezolanos como sociedad la expresó el más grande venezolano de todos los tiempos: El Generalísimo Don Sebastián Francisco de Miranda, cuando expresó tajantemente «Bochinche, bochinche, bochinche. Esta gente es puro bochinche» Demasiados episodios de nuestra historia reiteradamente le dan la razón al héroe traicionado. Sin embargo, no quiero referirme a eventos del pasado para respaldar esta afirmación.
El momento presente abunda en ejemplos contundentes de ello. Veremos: Teniendo una Constitución que nos había servido a la perfección por el más largo tiempo que cualquiera de las anteriores en nuestra historia, llega un «mesías», cuyo mérito mayor era precisamente haberla pisoteado brutalmente intentando un golpe de estado con magnicidio incluido, y le impone a una sociedad embobada ante la «grandeza» del personaje una nueva Constitución, a la cual se bautizó como «La mejor Constitución del mundo» menos de diez años después, el «mesías omnisapiente» le encontró defectos y propuso «repararla», recibiendo este despropósito un contundente rechazo popular que fué irrespetado por el «mesías» imponiendo su real volundad con la complicidad de poderes públicos amancebados con la tiranía.
Luego tenemos el caso de que a un precio astronómico se le impuso al país un super sofisticado sistema electoral, que por supuesto fué bautizado como «El mejor sistema electoral del mundo» en el que a todo trance se impide que los partidos y actores políticos tengan acceso a fundamentales aspectos del proceso previo y posterior a los eventos electorales.
A la oposición se le somete, en un planificado y maquiavélico chantaje a aceptar a regañadientes todos los vicios del proceso, so pena de tildarlos de golpistas por un lado si se quejan y por el otro de desalentar la participación de la inmensa mayoría de ciudadanos opuestos al desempeño del gobierno.
Trucos de todo tipo se hacen para entorpecer la inscripción de los nuevos votantes en el Registro Electoral, mientras en las sedes del PSUV pueden hacerlo clandestinamente y con comodidad los seguidores del gobierno. Por supuesto, la oposición no tiene ningún acceso a auditar el Sistema de Cedulación. El «mejor sistema electoral del mundo» es alérgico a los observadores internacionales provenientes de las más respetadas y reconocidas instituciones. Prefiere, eso si, «acompañantes» venidos de países afines a los intereses del gobierno de Hugo Chávez, y aun así ni siquiera tienen permitido emitir un informe de sus observaciones de como se desarrolló el proceso, y menos aun expresarlas a los medios de comunicación libres que son para «el mejor sistema electoral del mundo» lo mismo que para el diablo la cruz.
A todas éstas, habiéndoseles impedido a mucho más de millón y tantos de venezolanos residentes en el exterior que pudieran inscribirse en el REP en los países donde residen, algo tan sencillo en estos tiempos de la informática y de la «satelizada» Venezuela, y poniéndoles todo tipo de trabas al poco mas del 10 por ciento de esa masa que lograron inscribirse para que pudiera ejecer el derecho al voto. Recuerdo que en la noche de nervios del 7 de Octubre oí al payasito que temblorosamente balbuceaba incoherencias desde la pantalla de Venezolana de Televisión decir: » «¿A quien en su sano juicio se le ocurriría impedir que un venezolano se quede sin votar en esta jornada? Huelgan los comentarios.
El «mejor sistema electoral del mundo» no pudo explicar, ni cree necesario hacerlo, el por qué si en el Reglamento Electoral estaba claro lo que debía hacerse si las máquinas de votación no funcionaban hasta un determinado lapso, por qué no se acuó en consecuencia en las cientos de mesas en que ello sucedió incluso hasta más de seis horas. ¿Por qué se permitió que se hiciera un cuello de botella en las puertas de los centros electorales cuando en las mesas de votación no había electores esperando para ejercer su derecho?
Y para finalizar, una sencilla pregunta ¿Por qué los seguidores de la opción que «ganó» fueron los más sorprendidos por el resultado? Hay demasiadas cosas que decir sobre éste absurdo llamado Venezuela.