Tolerar y ser tolerado
Martes de carnaval y me preparaba para un nota para este medio sobre la necesaria Tolerancia en Venezuela cuando me tropecé con el artículo de Vladimir Villegas en “El Nacional” bajo el titulo de “El llamado de José Vicente”, el cual al leerlo me dio rienda para cambiar el objetivo central de esta entrega y tratar de coincidir en que efectivamente estamos en Venezuela ante tiempos que requieren del concurso de todos y no de un aparte del todo. En otras palabras, se me ocurre pensar que estamos ante la necesidad de contar con hombres y mujeres de toda Venezuela que solo con los de una parte de ella. Que ante la crisis que se inicia, económica y sus consecuencias, no hay espacio para una sola visión de país. Que aunque electoralmente se obtengan triunfos de cualquier parte, la realidad pareciera demostrar que no está claro de qué lado está la verdadera mayoría y ello solo nos indica que en los tiempos de la vida, que son distintos a los de la política, pareciera decirnos que estamos ante la necesidad de converger en la diferencia y ayudar a la nación a encontrar sus mejores horizontes.
Estamos frente a tiempos de tormentas. La navegación puede ser menos difícil si bajamos el velamen que genera sombras y nos preparamos para llevar el barco a feliz puerto. El reconocimiento a los que están y no están del lado de nuestra preferencia es una necesidad y no una opción. Aprovechar el concurso de los más preparados venezolanos para que desde sus distintas especializaciones se sumen a tomar medidas para tiempos complejos, creo que sería una de las más acertadas actitudes políticas de estos tiempos. Llego el tiempo de reconocernos por encima de las diferencias de criterio.
Regreso entonces al tema de la Tolerancia, muchas veces nos distanciamos mas por lo que creemos que son los otros que por que verdaderamente son. La confrontación es una perderá de tiempo si ella no construye las bases para ayudarnos a entender al otro más que a despreciarlo. El hombre de la sociedad moderna tiende a sobrevivir tolerando. Aprendemos a ser mayoría y a vivir en minoría. Podemos convivir entre tolerar y ser tolerado.
La tolerancia de los individuos se demuestra cuando se practica y no solo cuando se habla de ella. Es precisamente, una muestra de coraje, la capacidad que se tiene ante cualquier circunstancia de la vida en sociedad cuando se es capaz de aceptar que se está en minoría y la verdadera prueba de que se es tolerante es cuando se está en mayoría. Las sociedades tolerantes son aquellas capaces de convivir con lo contrario. Los individuos tolerantes son aquellos que antes que confrontar quieren aprender como son los otros.
Sin duda, hay quienes prefieren obstaculizar el dialogo y el encuentro. Hay quienes desde sus trincheras políticas asumen que la radicalización te hace más puro ante las ideas. No lo creo. El hombre que trasmite justicia es aquel que ayuda otorgarla. El que tramite sabiduría es que la enseña y el que quiere mantener la paz es aquel que es capaz de construir futuro también con sus adversarios. Quienes apuestan a la confrontación y no a la tolerancia, arriesgan la civilizada convivencia.