Televisión a la carta
La televisión es el medio de comunicación que desde la primera mitad del siglo XX ha llevado a los hogares la información, la cultura y el esparcimiento combinando dos de los sentidos, la vista y el oído. Cuando comenzamos a recibir la televisión, en Caracas hace casi sesenta años, esta era en blanco y negro y apenas existían unas muy pocas estaciones emisoras. El recordado canal 5 de la Televisora Nacional, el canal 2 de Radio Caracas y el 4 de Televisa. Durante el gobierno de Luis Herrera, cuando el hombre llegó a la luna, se instaló en Camatagua la primera parabólica receptora que permitió transmitir programas simultáneos con televisoras de otras latitudes y un tiempo más tarde, el mismo presidente nos “regaló” la posibilidad de acceder a la televisión a color. Hoy, mientras escribimos estas líneas, la Televisión Española, que trasmite al mundo entero a través de sus canales TVE y TV3, está estrenando su página electrónica que permite a los internautas de todo el mundo, presenciar los programas emitidos por sus distintos canales durante los últimos siete días. La televisión es el medio de comunicación más poderoso que ha inventado el hombre. Su tecnología, que avanza a pasos agigantados, permite trasmitir imágenes e información en vivo o en diferido y hasta ahora se ha trasmitido de acuerdo a las pautas de las empresas emisoras. Ahora, al combinar la tecnología de la televisión con las capacidades de la red de internet, le permita al ciudadano de a pie, escoger cual de los programas de que estación quiere observar, escogiendo entre los emitidos en la última semana. Cercanos están los días cuando se pueda acceder a todos los archivos de la estación emisora. Nosotros, en Venezuela, estamos sufriendo el secuestro de la televisión nacional. Ya son muy pocos los canales que están en manos privadas y mucho menos los que se pueden llamar independientes. El régimen ha copado el espectro radioeléctrico y lo usa para atender sus propios intereses, desdeñando los deseos y las necesidades de sus gobernados. La televisión pública da asco y una parte importante de la privada se autocensura de manera cobarde para evitar la irritación de Miraflores y sus acólitos. La televisión debería ser el medio de instrucción más importante de la nación, apenas es el medio de divulgación de un sistema negado por el electorado en diciembre último y el mecanismo de apabullamiento más vergonzoso que ha empleado gobierno alguno. Celebramos que Radio y Televisión Española, a través de la página (%=Link(«http://www.rtve.es «,»rtve.es «)%), esté emitiendo y poniendo al servicio de sus televidentes toda la programación producida durante los últimos siete días y estamos seguros que este paso será el comienzo de nuevos derroteros que harán de la televisión española una referencia importante en el mundo de las comunicaciones internacionales. Caracas, mayo de 2008