Opinión Nacional

Tareas para salir de Chávez

TAREAS PARA SALIR DE CHAVEZ.  

A la MUD,  partidos, las iglesia, universidades, con énfasis a los candidatos a las primarias.

                                                                                       Américo Gollo Chávez.

            Hay una tarea política  que es prioritaria en la cabeza y el corazón de muchos: salir de Chávez. Causas sobran. El terrorismo de estado, que en la difamación, en la infamia, en el insulto, la descalificación permanente del habla del presidente y en  la inseguridad e impunidad  tiene sus más eficaces instrumentos, pero también el fracaso económico, la inflación, la carencia de servicios, que van de peor a pésimos. Entre esos muchos, desde luego, están quienes lo adversamos, no importa los motivos, causas, razones, pero, también está un conjunto, necesariamente silencioso, en las propias filas del “proceso”. Y aquí hay quienes, con la utopía encima, mantienen su ojos puestos en la una sociedad socialista, tal como infieren de la versión bien de los clásicos, Marx a la cabeza, bien enmarcados en la firme creencia de que es posible la construcción de una sociedad nueva, dominada por principios éticos y por la superación de las desigualdades económicas, sociales, culturales, etc. que  empiezan a marcar distancia con el presidente, porque nada mas lejos de tal sueño que el autoritarismo, nada mas lejos que el culto idolátrico, nada mas lejos de la sumisión y el silencio, en fin, nada mas lejos que ser borregos. Vale decir,  se lucha  por la libertad, el mas inmanente y trascendente, a la vez, de los derechos del hombre.

            Pues bien, las organizaciones políticas,  la MUD, en primer término, cuyo rol no puede quedarse en hacer propicio el triunfo de la democracia, sino darle cualidad a esta,  cada uno de sus partidos, las universidades, las iglesias, los maestros, sectores económicos no dominados por el fundamentalismo absolutista del mercado, y sin que nadie pierda su especificidad, su particularidad, vale decir, cada quien asumiéndose  tal como es y no esconderse en esta lucha para tapar sus propios problemas, tienen la necesidad, tenemos la necesidad, de un discurso aleccionador, que sustentado en la verdad científica y con inequívoca orientación ética, pueda ser razonado con y por el pueblo todo, y, de manera muy especial, comprendido y asumido por los sectores mas alienados por el discurso y las trampas chavista, pero,  también  el resto del pueblo llano, no chavista, a quien hay que evitarle el engaño de que muerto el rey, caído el rey, todo será felicidad. O peor, que caído el Supremo (HRCHF) necesitamos de otro rey. Es decir, de otro autócrata, cuyo omnímodo poder sustituye la consciencia  científica, la ética, la consciencia social, la capacidad contralora que, más que en la propia institucionalidad del Estado, la división y ejecución de los poderes (Ejecutivo, legislativo, judicial…), está en la opinión crítica y en la participación  de la sociedad toda en la orientación vinculante para la toma de decisiones.

            En este orden de prioridades, la primera tarea es quitar el poder casi absoluto que la constitución da al presidente. Este gravísimo mal  es “congénito y hereditario” del corpus constitucional venezolano, a fin de cuentas, garante de los supra-poderes y derechos absoluto de los caudillos, que hacen del individuo su esclavo y no un ciudadano. Las causas de este hecho y sus explicaciones están vinculadas al modo de desarrollo político, ideológico, económico, social del país, que hay que descubrir  ocultos en las formalidades en la historia constitucional de Gil Fortoul y profundos, pero sin la amplitud necesaria, en Herrera Luque, para poner dos buenos ejemplos. Pero, para efectos de este momento no hace falta recorrer toda nuestra historia, mas sin  olvidarla  ajustémonos a la del 61 y a esta, la de Chávez.  En nuestros periodos del 61  hacia esta era, Betancourt, Caldera, con el perdón de sus idólatras, siempre fueron caudillos absolutistas. CAP un buen megalómano, a ratos delirante. Mientras Herrera y Lusinchi, aquel la bondad en cremas y un buen cañero el segundo, pero intocables por la investidura presidencial, mientras habría que estudiar con más cuidado a Leoni, probablemente el más moderado de nuestros presidentes, el más cercano a la democracia y el mas eficaz. La negación del caudillo.

            El caso Chávez, es especial. Nada de caudillo, pues, estos de alguna manera surtieron su ser en una historia que, a buen análisis, se desenvolvía en principios y propuestas, de una u otra forma, vinculadas a esos principios. Sería mezquino no admitir que el primer Rómulo, contribuyó decisivamente al progreso de la socialdemocracia en estas tierras. Caldera junto a Frei, ungidos papales para el desarrollo del pensamiento socialcristiano, una de cuyas tareas, el anticomunismo; pero, también la difusión de la doctrina social de la Iglesia.  Todo en ello en medio de un conflicto universal de elevada significación, como fue el enfrentamiento de las teorías y prácticas sociales que, para simplificar, se formalizan en el comunismo y el anticomunismo, en donde aun no era la democracia el núcleo del debate.  Chávez en cambio, es la historia de un gran fracaso militar, el 4F, convertida en una victoria política, mucho más que por los méritos del comandante derrotado,  por el universo, el contexto que le puso la bandeja del poder en sus manos, sin que disparara un tiro ni creara una sola idea digna de consideración. AD, COPEI, el Clero, Los Medios, FEDECAMARAS, universidades pusieron el banquete. Chávez se los tragó  e invirtiendo el mito de Saturno, el hijo devoró a sus padres.

            Ahora estamos aquí. Ya la MUD, entiendo, asumió la no reelección del presidente y pienso que debiera darse el mismo trato a los gobernadores, alcaldes… El candidato PPA, gobernador del Zulia, ha  ratificado y reiteradamente  que no aceptaría la reelección, aun sin modificar  la constitución. Y tiene razón, la primera condición para hacer verdad la no reelección depende más de quien sea el presidente  que de la constitución. La decisión política es previa y serviría esa decisión para  reformar la constitución y evitar para siempre este flagelo. Ojala todos los candidatos lo reiteren. No se si lo han hecho. Los vicios de la reelección son infinitos, entre ellos  no asumir riesgo para transformar, paliar en lugar de resolver los problemas. Nada hace que puede significar quitar votos. Sus esfuerzos son para ser reelecto, no para el bien del país. Otro de los supra-poderes que tiene que quitarse al presidente, es su poder omnímodo en  los asuntos internacionales. Esta constitución pone en sus manos la pena de muerte,  pues, queda a su discreción decretar estado de sitio e iniciar una guerra. Efectuar alianzas éticamente injustificables por mera vanagloria inútil, estéril. O incurrir en estupideces grotescas como esconder los yerros, delitos, en las supuestas agresiones del enemigo, sea el imperialismo, sea el clero, sean instituciones… Evitar que pueda negociar, acordar con países sin importar lo que significan esos negocios y acuerdos para el destino del país, y eso así hecho va desde la corrupción  hasta los muy graves compromisos “estratégico militares” ante  sus enemigos, creados por su delirium tremens.  Limitar el poder del presidente es sencillamente mejorar la democracia y disminuir la corrupción real y la perversión propias del poder concentrado en una sola persona.   Propias de este modelo constitucional en donde “nada se mueve sin la voluntad del señor presidente”.

            Otra de las tareas inminentes es poner la capacidad científica, técnica, profesional e idoneidad moral por encima de la complicidad del militante, de la sumisión y complicidad con sus jeques; la capacidad por encima del favorito, por encima de la tal confianza que es sumisión y celestinaje,  a la vez, con el señor presidente, gobernador, alcalde. Los funcionarios públicos deben tener la capacidad necesaria y suficiente para el desempeño de sus funciones. Los autócratas necesitan imbéciles sumisos o mercaderes hábiles. Los primeros cumplen a cabalidad la voluntad de su señor, los segundos venden su alma al diablo para enriquecerse,  disfrutar los goces y placeres del poder y justificarse ante su jefe con su adulancia, sus posturas cómplices con los desmanes del amo.

            Sin jerarquía alguna, de las tareas inevitables para que la inmoralidad no devore la democracia, están  las cuentas  claras y el chocolate espeso, tal la sentencia popular. Ello empieza por la declaración jurada, pública, de bienes de los elegidos y su reedición anual y que sean del dominio público los ingresos, los estados de cuenta, etc. de los funcionarios, todos, desde el presidente hasta el alcalde del municipio mas remoto.  Ello ya se hace en algunos países. En Chile, por ejemplo, se tiene acceso a esa información que en modo alguno afecta la privacidad, sino que, sencillamente,  frena la inmoralidad, la corrupción, el enriquecimiento ilícito…etc.      

            Desde luego que entre las ingentes tareas ha de darse un tratamiento muy especial a la profesionalización del oficio del político.  Pero sus funciones de dirección no deben ser jamás  vitalicias, vale decir debe imponerse  a ellos el mismo modelo propuesto para el presidente y aun por razones de mayor peso, pues, convertido el jefe del partido en “emperador” vitalicio su poder se sobrepone al del propio presidente. Pero, además, no ejercer control sobre su conducta política, lo convierte en empresario del negocio político, tráfico de influencias, mercader de las relaciones del Poder, mercantiliza la democracia y el voto lo transforma en mercancía, cuyo precio lo determinan sus intereses, sus circunstancias. Desde luego que sobre esos principios se requiere una legislación que moralice la función y el oficio del político. Que preserve y garantice calidad de vida para sí y su familia. Y hacerlo con grandeza. Se conocen experiencias en ese sentido,  con necesidad de una mejor información y verificación, se podría considerar la experiencia sueca, donde el Estado garantiza el salario digno a la altura de los más elevados sueldos y beneficios del funcionario público o de carrera. No puedo dar fe de esta información, pero confío que sea verdadera, puesto que así se manejó en un seminario internacional por la delegación sueca, en la Universidad Valle del Momboy,  quien señaló este hecho.

         Hay otra tarea de emergencia nacional, la educación, el arte, la ciencia y la tecnología.  Y allí es necesario que se supere el centralismo hegemónico, que desconoce la cualidad académica y artística de la “provincia”.   Los aportes de artistas, científicos, filósofos,  etc. de las universidades como LUZ, ULA, UNET, Carabobo, UDO… tienen valores y experiencias de universales méritos, como los  tienen la UCV, SB, UCAB… etc. Lo que sí hay que evitar  que los rectores sean  coordinadores de estos programas, nuevos proyectos, dado que ellos, en su mayoría, son los primeros responsables de las crisis académicas y morales de esas casas de estudio. Desde luego que hay excepciones, pero como reza el Evangelio, (Mateo) sus obras, sus frutos, han de hablar antes que la burocracia orlada.  Del mismo modo que sería un error fatal  devolver a PDVSA a sus antiguos manager, gerentes,  burócratas. Son otros tiempos en el universo de la ciencia, la economía, la ética. Y las loas que suelen recibir están más cerca de las falacias que de la verdad.

            Salir de Chávez, es mucho mas que ganarle las elecciones, es la inmensa tarea de salir del Chávez que cada quien lleva dentro.  Es salir del caudillismo.  Es salir de la omnipotencia y la sordera propia de quien se cree dios. Es oír, consultar, consensuar para el bien obrar.  Es convertirse en líder y enterrar al ególatra.

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