Su excelencia reverendísima Cardenal Urosa Savino
Perdonadme, Excelencia, que ose escribiros en estos tiempos de turbulencia extrema y en donde Vos, Señor, habéis sido puesto en entredicho, por también su excelencia, el Señor Presidente de la República, ya N veces Dr. Honoris causa, según causa y honor de tales universidades, Dr. Hugo Rafael Comandante Supremo Chávez Frías. Perdonadme, además, porque por razones de principios, no escriba a tan ilustre Señor supremo Líder, Jefe del Estado, y tantos otros sustantivos que definen su status en la palabra. Y no lo hago, Excelencia, porque el Presidente cuanto diga de Vos o de otros diga, para mí carece de importancia y de significación alguna. A decir verdad no alcanza la significación elemental que un diablillo ha de poseer. Un Diablo serio, perdonadme el abuso teológico, es cuando menos casi un dios para hacer milagros con sus diversas tentaciones, verdaderos cánones para la seducción hacia el mal. Recordáis, Excelencia, estoy seguro, cómo logró alborotar la libido de Eva, y ya sabemos todos qué pasó. Y, de mayor trascendencia y magnitud, las veces que a Nuestro Señor Jesucristo quiso tentar el Diablo, poniendo el mundo entero a sus pies. Ese sí que es Satán, un cuasi Dios muy serio, inteligente, astuto, audaz, sagaz, sutil, cosmopolita y más. El Mefistófeles es simplemente genial, hizo que Goethe lo recreara en Fausto y a cuántos recursos éticos, estéticos, recurrió para salir de él. Deshacerse de él. Mas cerquita, aquí en casa, si Florentino no se refugia en las faldas de la Virgen, en la amistad y bondad de los santos, y por si fuera poco, en la Santísima Trinidad, con facilidad lo habría llevado el Diablo al mismo infierno y, no dudo, para contrapunteando con él, derrotarlo cada vez, todas las veces, no sin muy serios obstáculos esto último mío, pero lo genial de esa historia está en la obra del Poeta Arvelo y de Antonio Estévez. La Cantata Criolla.
No creáis que me invade la soberbia y pueda parecer que descalifico al máximo Líder, debo confesaros que hago esto mas bien por humildad, y la humildad no está reñida con la verdad. Nuestro Kim Il Sung debajo del paralelo 38 no es el “hijo del sol naciente” y ni siquiera podría alcanzar ser un monaguillo de Satán. Habría sido sutil, cauto, seductor, convincente, buen negociador; pero, nuestro máximo líder es violador no seductor, esto reclama encantos, aquello fuerza brutal, odio, crueldad, patanería, por tanto cuanto ose deciros ha de honraros, pero cuidad si os dijera verdad, porque la verdad está por encima del embustero que la pronuncia, del hipócrita que la evoca, del tramposo que la utiliza, porque de ser verdad, por ser verdad escuchada ha de ser, por encima de su emisor. Lo reitero y es así; pero, Vos sabéis bien, la gran pasión de nuestro Líder Supremo es mentir. Podrían allí quedar los encantos para la literatura. Podrías decir Vos, si de Vos bien hablara, lo que dijo aquel parlamentario comunista alemán, perdonad que os toque esta palabra, pero qué paradoja, el mundo que conocemos al lado de monstruos, como Stalin, tuvo comunistas tan excepcionales y buenos y sabios y creadores que vuestra Iglesia debería canonizar a alguno de ellos. En Venezuela, mirad qué grande, bueno y justo fue Gustavo Machado, y mejores cosas oí decir de un sacerdote honorable, y no son todos de esa estirpe, y creo que así está afirmado en su biografía, editada por El Nacional. Creo. Perdonadme este breve y necesario excurso. Pues bien, algo así dijo el comunista aquel, honorable y bueno como el que más, qué he hecho yo que hasta los fascistas (canalla para el exacto caso) me aplaude. Dicen que lloró mucho, nunca supe cómo terminó su vida. (Por cierto, muchas veces se cita esta u otra oración y la ubican en cualquier parte a cualquiera).
Alegraos, pues, Vuestra Excelencia. Y, se que tenéis acceso al Santo Padre, podéis sonreír con él, la cuestión radica en que nuestro presidente está convencido que ordenar puede a Dios y sin temblor de dudas, seguro de que Dios le obedece. Muchos lo creen con él. Otros creen que las oraciones vuestras no las oye, todo según son los hechos, al menos hasta ahora.
Concluido el introito, permitid su Excelencia,”entrar” en la materia: Hace apenas cinco días, en Boconó, me tocó reiterar una afirmación de todos verificada: “Vivimos una angustia jamás antes conocida en esta rara patria. Y hay razones muy fuertes para vivir esta tamaña angustia. El país que tenemos, este de hoy, vive en suspenso. Colgando entre quienes creen que es realizable la posibilidad de un hombre nuevo, libre de todas las marcas y atavismos que, según ellos, la historia del hombre ha transitado y conquistar su proyecto final en la creación del SOCIALISMO DEL SIGLO XXI y quienes tal posibilidad niegan y ya empiezan a aparecer quienes reniegan, pero envueltos en el mismo juego. En las calles de todas partes habita la violencia, que en la palabra encadenada del poder encuentra fuentes que se desbordan marcadas por la fuerza del odio, ajenas a toda poesía. Digo mejor, enemiga de ella. En las academias se vive un gran vacío, las ideas se escondieron o quizá no existieron, ideologías fueron meras ideologías tal vez, pero inducían al sueño y vivimos contemplando y bebiendo espejismos que, quizá, otros dejaron sembrados en sus trayectos recorridos sin alcanzar sus metas. Un inmenso sector de nuestra sociedad, si así llamar se puede, empieza a asumir el silencio como defensa, la abulia como refugio y la ataraxia como forma de vivir muerto. O si prefieren como muerto que respira el terror que en la atmósfera habita.
Las instituciones, como las iglesias y nosotros las universidades, hemos sustituido el discurso esencial de la fe y de la ciencia, por discursos inocuos, o de palabra huera y unos curas defienden al régimen porque asumen que es mandato de Dios y en cierto grado Chávez, si no es exactamente el enviado del Señor, porque ya vino si cristianos somos, o vendrá luego, si asumimos otra visión del mundo, pero que si no es tiene algo de Mesías, sanador de injusticias, y otros curas lo cuestionan por las graves fallas que le descubren según son sus creencias democráticas, y no les da tiempo para desenmascarar el desamor o la traición a Dios, porque no sólo traiciona quien, como Judas, vende, o como Pedro niega, sino y es más grave quien usa a Dios, para el engaño a los demás y creyendo que al propio Dios esconde la verdad. Nuestras universidades se aferraron al presupuesto justo y a la autonomía y se desconocen como realidad para de ese modo asumirse en un nicho mágico religioso y por su necesidad de preservarse hacen silencio ante falacias argüidas con alguna astucia o silogismos burdos para la descalificación. Discursos con las mismas palabras colmados de nada. Como si entre nosotros y entre todos no pudiéramos pensar, trabajo que por lo demás es muy difícil y que si se hace reclama del placer de pensar, de vivir la verdad, de la dignidad de interrogar, de la posibilidad de descubrir y la capacidad de crear”.
He aquí, Excelencia, donde está el problema de mayor complejidad que ha de ser resuelto si querer queremos de verdad. Vuestra Iglesia, Excelencia, no se cuan lejos de Dios se encuentre, misericordia tendrá Dios de mí, pues es Él el Único en saberlo, pero sí se cuan lejos de la gente está. La defensa que a Vos se os ha hecho, por ilustrísimos obispos y arzobispos, son discursos alejados de la teología, de lo esencial doctrinario de vuestra y nuestra religión. Realpolitik de baja estofa y pésima ralea. Cerrad los ojos un instante y veréis que su eminencia Baltasar Porras, puede quitar a Ramos Allup su trabajo eterno de secretario general de AD. Moronta, perdonad si no le doy el trato de excelencia, tengo miedo de no se que ni a que, pero los halagos que de él hace nuestro inminente Emperador, cosa sencilla que bien puede hacer cualquier momento la AN, declararlo Napoleón de la Santísima Trinidad Bolívar, me hace pensar que algo huele mal no en Dinamarca, que bien mal olía según la nariz de Shakespeare, sino en el seno de la Santa Madre Iglesia. Hay algo que anda mal, muy mal. Un discurso que bien pudo “entonar” no para cantaros ni alabaros, sino para poner en evidencia el valor del derecho internacional, el canónigo, y más, el propio credo cristiano, su doctrina social, como su respuesta al Excelentísimo Presidente, Moronta parecía, mas bien, excusar la afrenta proferida como pecado muy venial del líder, de ser pecado, y traducir con su “talante” cierta alegría por los elogios, reconocimientos e intrigas que Chávez utilizó para oponerlo a Vos. Luego oí a mi –ojalá me perciba así aún- amigo, el Padre Vidal, de Maracaibo, vía telefónica aclarando lo que os dijo Chávez, las influencias bolivarianas del Patronato y más, cosas que él lleva in pectore y os quiso decir. Bien esa noche sentí la seguridad de que el sacerdote era Silva, equilibrado, casi santo, mientas que mi amigo Vidal, que alcalde quiere ser, homologaba con mejor equilibrio, ciertamente, a Silva. Vi también al reverendo padre Cuevas y uno entiende que indigna ese pequeñito Satanás, digo mejor, diablillo, que anda suelto trastocando almas buenas, me pareció siempre que Satanás, además de muy malo es un buen tipo, según sus astutas apariencias. Solo hace daño a quien invoca a Dios muy mal. Pues el Padre Cuevas, prudente, tampoco ausente estuvo de este espacio caliente cotidiano que nos carcome, nos consume y destruye.
He escuchado también para mi tristura, a un sacerdote que nos conminan a seguir a Chávez, a asumir su palabra como parte de la justa verdad del cristianismo auténtico, algo así como el Jesucristo socialista, frases aisladas, sueltas y disueltas en los Evangelios para con su manejo probar que eso es “verdad”, del mismo modo y quizá por las presiones que sobre vosotros marcó la Teología de la Liberación, se reduce a Cristo a “defensor de los pobres” a tomar partido por ellos, lo cual, Excelencia, lo sabéis mejor que yo, desdibuja la misión esencial de Cristo, redimir y salvar al hombre del pecado, al hombre sin distingos de ninguna especia, clases, incluidas las diversas ideologías y religiones. Las cosas de la riqueza y la pobreza no son su centro, el amor, la salvación, la justicia, sí. Y he escuchado también al arzobispo de Coro, Lücker, lanzando piedras no como las de David, sino como ejercicios de Goliat. Y qué deciros, Excelencia, de mi Arzobispo Local, quien sabe quien será, recuerdo a Roa Pérez, que a en mi contra actuó alguna definitiva vez, pero qué gran señor en su obra escolar y en su compromiso con el Zulia.
No os censuro, quien yo para hacer tal? Solo os digo, Excelencia, que os toca como a las universidades, retomar el discurso de lo esencial, de la consciencia teológica, de la teoría social de la Iglesia, incluida la declaración de Puebla, si mal no recuerdo. Un discurso contra Chávez como el de Chávez en contra vuestra, de la Iglesia, de todos, lo engrandece y alarga su tiempo en el poder. Mirad, os sentís bien y casi os jactáis al repetir siempre todas las veces, que la población venezolana es católica, apostólica, romana. Semejante verdad vuestra tiene como su única verdad que no es verdad, pues o bien vosotros no ejercéis la orientación en ellos o bien entre ellos se haya conformado la consciencia de que vosotros lo pudieseis hacer mal. O que no actuáis bien. O que se ha producido una ruptura tal que el chavismo sea una especie de sincretismo político religioso, que por grandes vacios se ha aposentado en el ama buena de una gran parte del venezolano. No os parece que debiéramos todos interrogarnos sobre eso y probar donde está la gravedad de nuestros errores y cual es el fundamento de nuestra tragedia nacional? Recuerdo a Wojtyla, uno de sus grandes méritos fue su profunda equidad en la lucha contra el socialismo real de Polonia contra el imperialismo soviético, pero su frase mas celebra ha sido haber hecho suya la acusación al capitalismo salvaje y en reiteradísimas oportunidades descubrir las desproporciones e injusticas de la democracia, hecho relevante que, por lo demás no fue la razón de su vida, sino su cristiano apostolado universal. Es volver, Ah, señor, sus majestades obispales y arzobispales a caminar, salir del palacio, que tal vez sería recomendable no llamarlos palacios sino mas bien museos donde la iglesia puertas abiertas expone su verdad. Perdonadme que os diga que la democracia es una forma política y no un mito con valor absoluto y trascendente, por tanto que vive sujeta a cambios. No son santos los líderes de la democracia ni ésta es una nueva religión, es un hecho histórico, con su hic et nunc y que cambiará, ojalá, a un modelo en el cual no la necesitemos porque la consciencia social e individual, sin contradicciones, podría sustituir la violencia del Estado por la consciencia de la libertad.” No tengáis miedo a acoger a Cristo y aceptar su poder…No tengáis miedo! Abrid las puertas a Cristo de par en par. A su poder salvador se abren las fronteras de los Estados, de los sistemas económicos y políticos, los vastos campos de la cultura, la civilización y el desarrollo. No tengáis miedo! Cristo sabe lo que hay dentro del hombre. Solo él lo sabe” JP II.
La cita en sí misma es excelsa. No exagero, divina!, pero ved, está muy por encima de los estados, de los sistemas políticos, económicos y para crecer en ellos, es verdadero pecado asumir alguna de su formas como dogma. Capitalismo y democracia no son correlativos y menos socialismo, patria o muerte. Tragicomedia que protagonizáis, abierta o encubierta.