¡Socialismo o Muerte!
Impresiona la despreocupación de la sociedad democrática de Venezuela y la indiferencia de buena parte de la comunidad internacional ante el dilema planteado por el régimen que preside Hugo Chávez. “Patria, Socialismo o muerte” grita en su infinito discursear. No comentaré lo referente a la Patria porque ese señor es el primer y único dictador apátrida del que la humanidad tenga recuerdos. En Venezuela y el mundo han existido numerosos regímenes totalitarios. Dictadores de derecha y de izquierda. Fascistas, socialistas, nacionalistas puros, de orientación nazista y no pocos payasos tropicales caribeños o extravagantes figuras africanas y asiáticas. Lo común en ellos fue la exaltación de la Patria, de sus fueros y privilegios y la defensa de lo propio, aparte de su vocación represiva y criminal. Cuando desarrollaron políticas expansionistas buscaban sumar, engrandecer y ampliar. A ninguno recordamos cediendo soberanía política, ni espacios territoriales, ni entregando recursos de todo tipo a cambio de inútiles reconocimientos retóricos. Mucho menos financiando la progresiva invasión y control de otro país de las áreas vitales de la República como es el caso con Cuba y la abominable influencia castrista. Chávez es un gobernante apátrida, para decir lo menos. Las pruebas están a la vista. Inseguridad de las personas y de los bienes, petróleo, dinero constante y sonante, coca y narcotráfico, entre otras cosas a las que debemos agregar lo relativo al territorio de Guayana Esequiba. Cierto que todos, tarde o temprano, terminaron en tragedias infinitas, pero cierto también que en Venezuela la tragedia está en pleno desarrollo.
“Socialismo o muerte”, ni más ni menos que la filosofía del atracador cuando dice “la bolsa o la vida”, “si te mueves, te quemo” y procede a robar a quien en defensa de la vida entrega sus bienes sin atreverse a parpadear. Pero no solo lo repiten el presidente, ministros, jueces, asambleístas y dirigentes de esta barbarie que ahora llaman “poder popular”. También lo hacen en distintos tonos y circunstancias, oficiales superiores de la Fuerza Armada regular e irregular en clara amenaza a la nación.
“Socialismo o muerte” como dilema para el ciudadano común de Venezuela, de un pueblo que no es ni será comunista, ni “ socialista”, que lo rechaza desde lo más profundo de sus principios y valores fundamentales, pero que está colocado ante la encrucijada más terrible de su historia. Una coyuntura que debe enfrentar y derrotar antes de que sea demasiado tarde y conste que el tiempo ha avanzado en forma inexorable. A quienes jamás hemos sido socialistas, ni hemos sufrido desviaciones izquierdizantes en ninguna etapa de la vida, habiendo crecido sin complejos ni resentimientos antinorteamericanos, ¿que nos espera? ¿La muerte? Luce espantoso el planteamiento, pero es la lógica conclusión ante el discurso chavista. Hay muertes políticas, institucionales y…también físicas.