Sobre la misma mentira
En un artículo de prensa (Panorama 20-11-08), el historiador Juan E. Romero sostiene que hay una semejanza en la estrategia política de Manuel Rosales y la de Venancio Pulgar porque, según Romero, ambos personajes han tratado de hacer sentir que los ataques a ellos (como figuras políticas) constituyen ataques directos al Zulia. A mi juicio este planteamiento del historiador, sino sesgado, por lo menos está incompleto, porque a pesar de que en su articulo habla sobre el Presidente, no tocó para nada la pretensión del Primer Mandatario nacional de hacer creer que todo ataque a su persona y a su proyecto político es un ataque al país y al pueblo venezolano…De Cipriano Castro a Hugo Chávez: ¿la misma mentira? La inquietud surge por la analogía que nos muestra la historia, veámosla: al igual que aquel, es considerado un caudillo, contribuyó paradójicamente, y de manera decisiva a la extinción de las formas políticas del siglo anterior, promovió la construcción de un ejercito nacional a su medida, se enemistó con el capital extranjero, intentó someter y eliminar a sus adversarios, fortaleció el poder central y cometió abusos en el terreno político bajo el símbolo de un nacionalismo…Un habilidoso. Ha sido reconocido por aliados y detractores como un hábil estratega militar y consumado político. Muy dado a los gestos heroicos y teatrales, hombre locuaz y exaltado, inteligente, egocéntrico, vanidoso, y asiduo lector y memorizador de extractos de libros… Provinciano ambicioso. Nace en un estado del interior del país, se interesa por las armas, y poco a poco y solapadamente por la actividad política. Un buen día, acompañado por unos cuantos hombres intenta tomar el poder, no lo logra de inmediato. Posteriormente alcanza el poder, en su primera proclama sintetiza sus propósitos políticos con frase como esta: “nuevos hombres, nuevos ideales, nuevos procedimientos”…Postura doble. No es muy consecuente con sus promesas. Al comienzo tuvo cierta amplitud; sin embargo, con el tiempo y convencido de que su permanencia en el poder no podía estar sujeta a ninguna fragilidad, comienza a colocar en las bases de poder a militares que lo habían acompañado en su gesta armamentista. Con el fin de sostener esta determinación política decide promover la formación de una fuerza armada a su medida. Con este propósito equipa al nuevo ejército, incrementa las asignaciones a los oficiales, todo lo cual les gusta a los hombres de armas…Mucho bla, bla. Al correr del tiempo, muchas de las promesas no se ven cumplidas y surgen las oposiciones por algunas medidas tomadas. Hay muchos enfrentamientos con diversos sectores del país. El hombre que a menos de una década era un espontáneo más en medio de un tumulto, queda de pronto convertido en un personaje de cuya desmesura está pendiente la opinión pública mundial…Apariencia. Se presenta ante el mundo como un predestinado en favor de los nacionales. Pero desde el poder ejerce presión sobre la prensa, persigue y cayapea a sus adversarios a quienes considera enemigos, y se propone aprobar una reforma con el fin de aumentar su permanencia en la presidencia. Sus adversarios, por su parte, advierten que no se resuelven los problemas, denuncian los manejos turbios en la administración pública y condenan la impunidad en casos que llegan a niveles escandalosos. Todo esto crea mi interrogante ¿Sus constantes citas y parafraseo de Bolívar, su mesianismo con bravuconería y su frenesí por el soberano formarán parte de una misma mentira? Si en esto no hay sesgo, quizás el mismo historiador zuliano nos podría dar la respuesta.