Sobre la edición aniversaria de EL UNIVERSAL
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Cuando la edición aniversaria de EL UNIVERSAL llegó a mis manos, inmediatamente corrí a hojear su contenido para conocer qué sorpresa nos traería este año. Impecable en su estilo, nos presenta 99 venezolanos de peso universal que son razón de orgullo y nos alientan mostrándonos, de manera tangible, que en Venezuela hay talento de sobra para salir adelante. Leer esas páginas de recorrido en la profesión de cada uno de ellos nos hace sentir esperanzados y nos invita a continuar luchando por hacer de nuestro país, el país del primer mundo que, con toda seguridad, podremos ver si nos esforzamos con tesón por conseguirlo.
Cada vez que observamos la trayectoria de algún venezolano, aquí o en el exterior, que se destaca por su labor, no podemos sino sentir que Venezuela es un semillero de talentos. Un campo fértil esperando que cada uno de lo mejor de sí para cosechar éxitos. Esos 99 venezolanos que nos expone las páginas de EL UNIVERSAL empezaron siendo gente común y corriente que creyó en sí misma y persiguió un sueño. Gente que se formó y se empeñó en lograr sus metas con disciplina, perseverancia y no sin sacrificios.
Así, a medida que me imbuía en la trayectoria de alguno de estos destacados compatriotas, y en paralelo, se me venían a la cabeza cientos de venezolanos que día a día dedican su esfuerzo a estudiar, investigar, invertir y producir con fe en el país. Particularmente pensaba en cientos de estudiantes que hoy se forman con la esperanza de tener un futuro de oportunidades; médicos y trabajadores del área de la salud que con indefectible tenacidad trabajan por lograr un país saludable y bien nutrido; docentes que con vocación depositan su conocimiento y querrían ver su esfuerzo compensado en avance y progreso; empresarios que siguen aquí, generando empleo y beneficios para la población, invirtiendo y produciendo, confiando en Venezuela y sus recursos, pese a la interminable lista de dificultades que enfrentan.
Pensaba también en los artistas que nos deleitan con su arte para ofrecernos una pausa en la batalla diaria; en los deportistas que nos regalan sus triunfos; en los intelectuales cuyas reflexiones comparten generosamente para alentarnos; en los creadores de novedades que nos enseñan que no hay nada imposible. Pensaba en los cientos de artículos hechos en Venezuela y de los que nos sentimos orgullosos, y que son producto del esfuerzo diario de miles de personas que se levantan antes del sol para ocuparse de sus familias y luego empezar una jornada laboral que logrará llevar el fruto de su trabajo a nuestras manos. Y pensaba también que seguramente entre todos ellos, habrá muchos que el día de mañana se nos presentará con orgullo como nuevos venezolanos con peso universal.
Y no pude evitar pensar en los medios de comunicación, especialmente en un momento del país donde su papel ha sido causa de debate en diversos espacios. La publicación de esta edición es una prueba fehaciente de la labor que puede desempeñar la prensa escrita en la difusión de valores venezolanos, oponiéndose por sí sola a las acusaciones de ser instrumento de intereses foráneos. Creemos, con toda certeza, que esta edición es un espaldarazo para todos los venezolanos que creemos en nuestro país.
Por eso, hoy, más que nunca, la edición aniversaria por los 99 años de EL UNIVERSAL resume en una muestra lo que Venezuela puede dar. Sirve como referencia para las jóvenes generaciones y expone ejemplos de constancia y fe en la persecución de las metas. Es un certificado de capacidad y competencia que se yergue incólume a pesar de los convulsos tiempos que se viven.