Si había guerra Chávez caía
Si había guerra con Colombia, no tenía ninguna dudas sobre su final: se iba Chávez y con él la parte pútrida de nuestras FFAA, colonizadas por las FARC.
Si alguien tenía alguna dudas, que tenga entonces claro, que Chávez, su gobierno y particularmente el Ministro del Interior de Venezuela, son agentes activos de la guerrilla colombiana y que nuestra seguridad interior tiene la tronera que se le ha visto en el Táchira, Zulia y Apure-Barinas, porque este gobierno está coludido con la subversión regional.
La reacción alocada y belicista ante la muerte de Reyes, que casi desata la guerra, solo se explica porque mataron al candidato de Chávez para reemplazar a Uribe. De ese tamaño es el desatino con que este hombre imagina el destino común con Colombia. Parece que no sabe y no le pasa por la cabeza, lo que demasiados sabemos: que las FARC están tan en bancarrota como la apestosa revolución chavista.
Hace algunos meses escribí que estaba obligado a guardar silencios amargos, por lo difícil que resulta contribuir con la unidad de todos contra este régimen que destroza el país, pero que sin duda alguna, al propio tiempo, resulta beneficiado, prolongándose en su agonía, por la estupidez enseñoreada entre quienes asumen la dirección opositora, desde los altares mediáticos y las vocerías de adinerados, generosos con dinero ajeno…con protagonismos de lugares comunes, cultivados con fruición en tributo a la impudicia politiquera de los ideólogos que postulan la cohabitación con el régimen piltrafa, hasta el 2013 y mas allá.
Empezó a preocuparme que después de esta gentuza roja, solo vengan con oropeles de héroes de micrófonos y pantallas gentuza multicolor reencauchada, dispuesta a raspar la olla con otra cantaleta populista. Si fuera así a este país se lo lleva mandinga definitivamente al carajo.
Recuerdo que entre mis artículos menos leídos, incomprendidos y casi objeto de maldiciones, están los contentivos de reflexiones sobre el conflicto inevitable que venía con Colombia, por lo visto estos resultaban irritables, a los ojos de electoreros enfermizos de nuestra oposición oficial, por ser inoportunos en grado sumo a sus intereses. Los electoreros apuestan a un desgaste lento del régimen y no al sobresalto que pueda desbarrancar, en un tiempo record, a estos atronados y a sus competidores por alcaldías y gobernaciones y ese clima estuvo a punto de llevarnos a un estallido hace pocos días. La certeza de que todo su poder se le iba al diablo, llevó a Chávez al retroceso tragicómico de Dominicana, donde paso, en pocas horas, de insultador procaz a lisonjero barato de Uribe.
Felizmente la ridiculez tragicómica del liderazgo de Chávez, que ya solo provoca vergüenza ajena, nos permite asumir, aunque sea por algunas semanas, que se pospuso el costo de sangre inocente, que parece tenemos pendiente como factura, para poder ver el capitulo final del discurso y comedia que dice ser gobierno.
Para muchos, ya no quedan dudas sobre que estamos en medio de los estertores finales del desgobierno chavista y que esto que presenciamos, en estas semanas, solo recrea la viva imagen de todo régimen en sus horas menguadas, con sus cabecillas enredados en sus pleitos de ajustes de cuentas, por el botín robado tras su paso rapaz por el poder.
Nada mas patético que esa especie de autismo absoluto, reflejado en la soberana estupidez del gobierno chavista de ligar su destino al de unas FARC en plena descomposición y estampida, generada por la derrota militar y política mediante el Plan Colombia.
La base popular y los activistas que creyeron en la ilusión chavista ya desertaron. Solo los cínicos siguen, empeñados en defender la inviabilidad de prácticas del vudú económico que les mantiene a flote con el petróleo caro.
El coro cacofónico (mas bien por sinfonía de cacos) de ese discursito belicista interminable, inspirado como de un tango peorro, aliñado con música militar, que ameniza en su primitivismo esta fanfarria de la ridiculez sin limites llamada socialismo bolivariano, que nada tiene de Bolívar y demasiado de ano, parece que por fin aborreció a la gran mayoría nacional, porque la política de Chávez hacia Colombia es rechazada por el 95% de los venezolanos.
He querido escribir en varias ocasiones y terminé inhibiéndome, para no resultar más incomprendido de la cuenta. Tenía hasta el título, que es lo mas difícil de pergeñar en un artículo, para cuando Chávez mando los 10 batallones a la frontera. Quise titularlo VIVA URIBE, FUERA CHAVEZ. Pero pensé en nuestros jóvenes reclutas, a quienes el enajenado enviaba a exponer sus vidas y me dije… esperemos. Pero la vida va ahora más rápido que los pronósticos: los manifestantes a cada lado de la frontera imponían las consignas de la paz, sobre el puente por donde cruzan miles de hermanos, solo pueden ser separados por lo que efímeramente descoca en la imaginación de patrioteros de pacotilla.
La parodia de reconciliación de Santo Domingo deja en claro que Chávez y el loquito ecuatoriano, a los que se sumó el chulo Ortega, son solo corifeos de la narcoguerrilla terrorista colombiana, en franca hecatombe político-militar y se chorrearon porque quedó evidenciado su papel de proxenetas de las FARC.
Si hiciéramos abstracción de la inmunda e injustificada decisión de llevar a la guerra a otros, mientras se fanfarronea desde el distante y superseguro puesto de mando, provoca lamentar que no se diera el conflicto en la frontera, porque ademas de quitarnos a Chávez de encima, luego de una bochornosa derrota militar, aprovechábamos para hacer una gigantesca limpieza a fondo de nuestras FFAA, gangrenadas hasta la medula por la presencia en sus mandos de siguises de Chávez, que pervirtieron la naturaleza y misión de nuestras fuerzas militares.
Muchas veces he planteado que ya Chávez está dejando de ser el problema, para más bien imaginar que lo tenebroso es su herencia.
La derrota militar del fanfarrón Chávez, que resultara de una confrontación con el ejército colombiano, vista en perspectiva, podía haber sido hasta beneficiosa para Venezuela, al dejar en bancarrota moral, al estamento ideologizado y corrupto de la FA chavista.
¿Podrán los dirigentes opositores dejar de pensar en Alcaldías y Gobernaciones, para concentrase en la única tarea digna y válida para los venezolanos en 2008 y que no es otra que salir de este gobierno miserable cuanto antes?
Confieso que me invade hasta la desazón, cuando veo hasta en el relevo de los dirigentes jóvenes, la maldita manía de quererse convertir en funcionarios, en una hora en que solo es dable luchar por sacar de raíz cuanto antes, este régimen de piratas y ladrones, porque quienes piensen en serio en administrar de otra manera este país, para abolir las amarguras de sus desdichados habitantes, deben saber que será inservible y alcahueta de esta piltrafa de régimen, toda acción de quienes se empeñen en cohabitar con él, para aguantarlo por años, como pactan de hecho todos los que aceptan sus reglas de juego.
Nuestra tragedia continuará mientras dure la cobardía política de quienes, a la cabeza de la oposición, piensen más en contratos futuros que en un nuevo contrato de país, sin corruptos y politiqueros, a la cabeza del Estado y la nación. Los viejos mañosos ya están enseñándole las artes marrulleras a los jóvenes que eran promesa de futuro hace solo meses… ¿ya lograron marearlos?
Sirva este artículo como fe de vida y de salud excelente, contra quienes quisieran enterrarme política o físicamente antes de tiempo.