Serrat 70 años
El vecino de Camprodón, Girona, hijo de Ángeles y de Josep ha sido por encima de todo un defensor de la libertad y de los derechos humanos. Para la liberad sangro, lucho, pervivo, el poema epónimo de Hernández, ha sido el norte de su fecunda vida.
Como en la obra de Lope de Vega, la de Serrat representa un nuevo Fuenteovejuna, al reivindicar el derecho del pueblo a rebelarse ante los abusos e injusticias del poder, ejercido sin recato ni provecho por el Comendador. El generalísimo Franco quiso codearse con la perpetuidad; pero se tropezó con las canciones de Serrat.
Refractario a las rutinas burocráticas, a los formalismos necios y a la frivolidad de la vida de neón en las sociedades post-modernas, Joan Manuel libró jornadas memorables desnudando con sencillez de juglar y coraje de acero, las crueldades y excesos de las dictaduras militares de España y América Latina, a las que desafió con dignidad sin desprenderse de su auténtica condición de artista. Nunca procuró un escaño en las Cortes Españolas.
El humanista de Barcelona vio su doctrina empinada con el retorno a la democracia en España e Iberoamérica y sus canciones inspiraron a quienes bregaron y lograron la instauración de instituciones sociales civilizatorias.
Serrat ha hecho camino al andar. Ahora, con Joaquín Sabina, no baja la guardia, y como el Quijote, continuará predicando ante todos los Sanchos del mundo que por la libertad vale la pena dar la vida.
@lxgrisanti