Se está armando algo gordo
La oposición yanqui republicana anticastrista, anti Chávez y anti Obama, atrincherada en Miami, los hermanos Castro con Chávez amarrado a su cama de enfermo terminal en La Habana y las facciones militares y políticos-militares del chavismo cayéndose a dentelladas en Caracas,dan el contenido del 95 % del juego político venezolano, en este tramo final del régimen, del que la llamada oposición está llamativamente autoexcluida, por cuanto ellos solo tienen opciones para dentro de 6 meses: su acariciado 7 de Octubre, donde están dispuestos a ganar o valientemente perder y quedar de segundos, pero con chances de subir posiciones en Gobernaciones y Alcaldías dentro de 9 meses y un año.
¿Para quien trabaja por ejemplo el ex magistrado Eladio Aponte cantando cual canario en la DEA, quien revienta a los generales del llamado Cartel de los Soles, pero que de paso quiere mezclarlos con Diosdado? La mano yanqui está demasiado visible. Quieren caída y mesa limpia contra todos los probables sucesores impuestos por el ala militar del chavismo en sus distintas fracciones.
¿Pero no es acaso también probable que esto sirva a los Castro, que al parecer, no gustándoles Diosdado y viendo muy peligrosa la opción de emergencia con una Junta de narco-generales, quieren un sucesor civil como Maduro, electo en Octubre y legitimado como heredero del legado de un Chávez, moribundo pero en campaña hasta expirar por su canciller que no lo abandona ni un segundo en su retiro habanero?
Otros intereses sin mucho peso andan promoviendo a la hija mayor o al propio Adán, para una sucesión monárquica, pero a las claras se nota que eso no camina en la cúpula política del PSUV, ni tampoco en las FFAA, salvo en sectores muy débiles intrínsecamente o francamente desesperados que sueñan con un títere.
¿Y en que anda Obama y su combo? Ellos andan en otra vaina, y en lo más pertinente de su intromisión local, le dan su confianza ¿adivinen a quien?: a Juan Manuel Santos, que juega al equilibrio y seguridad regional del que consagran a Chávez y los Castro como garantes confiables.
Miren las vueltas que da esta vaina: Chávez es para Obama la mejor carta, pero al despacharse este, estudiemos las opciones colombianas, porque por allí van los tiros.
Los cachacos son el aliado íntimo de USA y están conformes que mientras dure Obama, deben mantenerse a raya las beligerantes posiciones del ex presidente Uribe, más bien coreadas por los republicanos de Florida y de la Comisión de Asuntos extranjeros de la diputada Ros Latimer.
BINGO. Aquí decide todo el mundo menos nosotros. Nuestra fuerza era la calle y venia Carter a empavar la vaina, tramaba transacciones entre el poder chavista y los antecesores MUD, la Coordinadora Democrática, que puso millones en la calle, pero para transar o paralizarse siempre. Ahora se implora la negociación y la reconciliación pero sin la calle.
La calle se llena de protestatarios de gorras rojas, cada vez menos es cierto, pero esas luchas, de miles de frentes casi simultáneos, tampoco interesan a nuestros maniáticos del 7 de Octubre.
“Trabajamos según nuestros asesores, hacemos gerencia por objetivo”, dirán… “El objetivo es el 7 de Octubre y nada debe distraernos”.
A vaina, entonces estamos fritos, porque en estos seis meses, si estalla la crisis terminal, el juego político estará copado sólo por las opciones que monopoliza el chavismo. El único factor que sabe donde está parado, para bien o para mal, es AD y su Secretario General Henry Ramos Allup, pero los celosos dueños del patio opositor, apuestan a mantener marginalizada esta fuerza, por no haber tenido pupila para escoger, el 12 de febrero, al favorito del marketing de lenguaje perfumado y neutro, bueno para todo, bueno para nada.
El mono-tema electoral ha anulado a la oposición. El juego político está, repito deliberadamente, en manos del chavismo. Mientras tanto el régimen empieza a estallar y puede precipitarse todo, si en verdad tienen razón los agoreros de desgracias sobre el cáncer presidencial.
Podemos entrar en gravísimos dilemas, 100 días antes que las maquinitas Smarmatic dictaminen lo predispuesto por el CNE chavista. Déjenme decirlo con absoluta franqueza: señores de la MUD y del llamado Comando Tricolor de los allegados de Capriles, esta NO ES la hora de andar de visita casa por casa.
Esta es la hora de propuestas de emergencia, el escenario de los operadores políticos, que arman coaliciones y acuerdos para degollar a quienes corresponda, o evitar esos degüellos en la sombra, antes que las hostilidades puedan hacerse inevitables. Epa Tigre, Eduardo Fernández, avíspese que lo dejan fuera, de su probable papel estelar fundamental, al lado de Henry, de Salas Romer, a quien quieren anular chantajeándolo con meterle preso al hijo gobernador.
Esta es la Hora de Diego Arria de José Vicente, Miquilena y Lewis Pérez, que tienen mucho que decir y hacer. No sé si a Diosdado ya lo den por achicharrado, pero es indudable que el Presidente de la A.N y jefe de la supuestamente más fuerte fracción militar de la cúpula, tiene el mayor poder de lo que queda del régimen. Llegó la hora de la política. El marketing quedó atrás por ahora.