Se comió los mamones y nos dejó la dentera
Creo que en una de las pocas cosas en que coinciden tanto el gobierno y sus cómplices como la oposición y los ni-ni, los nacionales y los extranjeros, es que este ha sido el período de gobierno donde le han ingresado mas recursos al Estado. Según las cuentas, cuando este régimen cumpla sus once años, más de dos períodos de los de la IV, le habrán ingresado al fisco más de novecientos mil millones de dólares y si a eso se le suma el aumento de la deuda tanto interna como externa, se estaría hablando de cifras complicadas de escribir, difíciles de entender e incomprensibles de aceptar que con esos ingresos no se hayan podido resolver los problemas heredados y mas bien se hayan aumentado los mismos y creado nuevos y encima de eso se le pida a la población que haga sacrificios que rayan en la irracionalidad. No es sólo que se le solicite al pueblo que se apriete el cinturón, que de suyo ya no le quedan agujeros, sino que ahora se le pide que no se alumbre, que no se bañe. Que pase calor, que sude, que hieda, que cocine con leña, que compre velas, que no riegue sus maticas, que no baje la cuerda del WC, que se limpie con tusa, que no ponga el arbolito de navidad, que no vea televisión, y menos a Globovisión, solo las cadenas. Y paremos de contar.
Resulta que todos los problemas que este gobierno encontró en 1999, cuando según ellos llegó la revolución al poder y el “socialismo” sería la vía para solucionarlos, no sólo se han agravado sino que algunos están en una situación que se necesitarán décadas para resolverlos. Recordamos cuando en los primeros días de su mandato el teniente coronel anunciaba grandes obras, reducción del gasto improductivo y de ministerios, venta de activos innecesarios, cero corrupción; hasta nos enseñó un cheque de 2,50 x 1,00 mts., producto de la venta de unos aviones de PDVSA, lo que hizo que un llanero jodedor amigo mío me dijera “y como hará para meterse ese cheque en la cartera”. Y así fueron pasando los años, las cadenas, las promesas, los megaproyectos, los viajes, las campañas electorales, los insultos y amenazas a todo y a todos, se aumentaron los muertos y secuestros, se cerraron medios, se encanaron políticos. Se compraron armas, muchas armas, se denunciaron magnicidios sin magnicidas, se asistieron a cumbres, visitas a Fidel, peleas con Uribe, con Bush, con Fox, con García. Y misiones, subsidios a los países “hermanos”: Cuba, Ecuador, Bolivia, los Kirchner, el cura Lugo, el comandante Ortega, Zelaya, los negritos del Bronx, los chicaguenses, fuel oil gratis, gasolina barata, tractores, plantas eléctricas, aviones, helicópteros y muchos dólares, pero muchos dólares, para llevar al poder a los amigos y ALBAS y más siglas inútiles, más expropiaciones de unidades productivas del campo, de empresas, de edificios, gallineros verticales, siembras hidropónicas, rutas de empanadas. Estamos blindados, que me pongan el petróleo en cero y seguiremos haciendo cosas, creciendo, mejorando, derrotando la inflación, la pobreza, los niños de la calle, el hambre, los analfabetas. Universidades sin presupuestos, no se firma convenciones colectivas. Con hambre y sin empleo con Chávez me resteo. Y el país de mal en peor, las cosas saliendo mal por culpa del gobierno anterior, de la IV, del imperio, de la CIA, de los escuálidos, del paro, del golpe, de los contra, en fin culpa de todos, de los otros.
Mientras toda esa locura, esos disparates, esas alucinaciones, esos delirios pasaban por la mente afiebrada del teniente coronel y se le informaba a la población como triunfos de la revolución, vía socialismo del siglo XXI, cadenas mediante, y aplausos de todos los integrantes de los poderes del Estado, el país se iba destruyendo. Hoy en día casi nada funciona, pocas cosas sirven. La mayoría de las escuelas en mal estado, los hospitales técnicamente cerrados, aumentan las enfermedades endémicas. Reaparece el paludismo, la tuberculosis, el mal de Chagas. Llegan los “médicos” cubanos y se van los doctores venezolanos. Las carreteras se vuelven cráteres lunares. Cada semana un parte de guerra enlutese hogares y las morgues rebosan cadáveres. Pero por orden del teniente coronel o de algún genio del manejo mediático, el INE maquilla cifras al igual que el min popo de educación, y PDVSA y el CICPC y el min popo del interior. Y la revolución haciendo ricos y más ricos. Y pobres y más pobres.
Y así se han gastado, botado, despilfarrado, dilapidados, malbaratados, robados, regalados, US$ 900.000.000.000 que al cambio ficticio de 2.15 Bs./$ serían Bs.F 1.935.000.000.000 ó 1.935.000.000.000.000 Bs. viejos. Para facilitarles la lectura, gracias al Dr. Caldera, un mil novecientos treinta y cinco millardos de bolívares fuertes-débiles o un millón novecientos treinta y cinco mil millardos de los bolívares anteriores. Una boloña de plata. Mire agarre su totuma, su vela, su tusa, su revolución y su socialismo del siglo XXI y se… “mi amor no se te ocurra escribir lo que estas pensado, recuerda que tu eres un académico”. No se si lo de académico o la tajante orden de mi señora fue lo que me hizo terminar aquí este paraninfo.
