Salvajadas en segunda persona del presente indicativo
Ratificando «el comienzo de la transformación económica», y usando la segunda persona del presente indicativo para dirigirse al soberano, no dejó de tener un toque cómico escuchar a un Chávez más llanero que una carne en vara, y más basto que comandante de tropa decir: «Os ruego, como se decía antes, que no os confundáis de concepto y de contexto. Esto no tiene marcha atrás. No pretendáis lo imposible, porque si lo pretendéis, os quedaréis», pero a lo cómico se une un cierto temor al pensar que este tiempo verbal pueda representar una nueva agudización de la idea de una reencarnación heroica… Y vuelve a buscar culpables con que cubrirse las espaldas, busca quien cargue sus muertos, y aparecen el Latifundio y el Capitalismo Salvaje, como los «Paga Peos». Chávez vuelve por sus fueros, o mejor dicho nunca ha salido de ellos, y coloca a dos monstruos bastante imprecisos como eje de nuestros graves problemas estructurales. Primero el Latifundio, de él puedo decir que es público y notorio que el viejo Instituto Agrario Nacional I.A.N. ha sido y es el primer propietario de tierras del país, y a través de él se le dotó de tierras a miles y miles de campesinos durante el proceso de Reforma Agraria que comenzó en el año 1959, y que si a este monstruo puntofijista se le escapó algún latifundio, los «Invasores» de la IV y la V República ya dieron buena cuenta de ellos, y hay que agregarle que existen «Latifundistas vivos» o más bien «Vivarachos», que a costa del I.A.N. atesoran hectáreas. De todo hay… Sino simplemente vayamos a las hemerotecas y en una investigación simple encontraremos reproducciones de oficios del mencionado organismo público, adjudicando terrenos al «Campesino» Tobías Carrero Nácar, coincidencialmente el dueño de Multinacional de Seguros y accionista de la no muy honorable empresa MICABò. Pero claro, cuando el Ciudadano Presidente Chávez habla de latifundistas y salvajes capitalistas no se refiere a nadie de su entorno, ya que esos bichos de uña en el rabo de los cuales él habla no son ni bolivarianos ni chavistas ¡Os lo digo yo!
Y como me preocupa, porque tengo capacidad para ser aprensiva, y aún puedo hasta ser libre para pensar y señalar, y por eso que aún se me permite en esta Venezuela un tanto revuelta, me pregunto ¿Se estará fraguando el Guiso del Milenio? ¿Las tierras del I.A.N. se las están apropiando latifundistas quintarepublicanos para venderlas nuevamente al I.A.N.? ¿Entre los planes gubernamentales estará el hacer «Justicia» dotando de tierras a «Campesinos» muy especiales? Y el Capitalismo Salvaje, ojalá fuera nuestro problema, pues contaríamos con la mejor gente del mundo para derrotarlo: Del Santo Padre para abajo, pasando por Chirac, Cardozo, etc., pero lamentablemente, y ni con toda la segunda persona del presente indicativo, Chávez cambia la realidad: Nuestros enemigos activos, terribles son la ineficiencia, la corrupción, la vivarachería criolla, la falta de sentido de lo que realmente significa lo Público, y esa pendejada endémica que no permite entender que es más fácil no botar basura en la calle que tener que recogerla, que el teléfono público que rompes te hará falta a ti mismo, que no tenemos porqué aceptar encadenamientos abusivos de los Medios de Comunicación Audiovisuales. Es esa nuestra pobre realidad, y esos los enemigos a vencer, y no veo una salida rápida ya que una buena parte de la población encuentra muy normal y hasta cómoda esta situación, y los que la rechazamos, nos falta capacidad de lucha, cohesión y hasta voluntad para derrotarla. Quiero estar equivocada, pero me resulta casi un lujo el optimismo, por eso, y emulando al amigo de Saddam, Os dejo esta inquietud, sobre todo a vosotros «Defensores oficiales y oficiosos del Tesoro Público».