Rolf Becker
«Jamás imaginé que Rolf Becker se iría pocos días después de que yo relatara su historia»
El libro Preguntas de la vida del filósofo español Fernando Savater comienza hablando sobre la muerte. Y es que la muerte es lo único seguro que tenemos al nacer.
Hace dos lunes, apreciados lectores, ustedes leyeron «Una bella historia», en la que relaté cómo una enfermera judía, la señora Hilde Halle, había ayudado a la alemana Hertha Becker, cuando su marido murió y la dejó viuda con dos niños de cuatro años y ocho meses de edad respectivamente, durante la Segunda Guerra Mundial. Hertha Becker era la madre de Rolf Becker, quien me contó el relato que compartí con ustedes. Ustedes se preguntarán qué tiene que ver la muerte con mi artículo: y es que mi amigo Rolf Becker murió de repente, tan sólo seis días después de haber sido publicado el artículo.
El 23 me había escrito «en el fin de semana te relato la bella experiencia de después de «Una bella historia». No llegó a relatármela. Pero me la imagino por la cantidad de cartas que recibí, que se las reenvié a él, y por las que he recibido después de su muerte. La de su secretaria, Maimary Chaparro, del mismo 25 y por la que me enteré de su partida, fue especialmente hermosa:
«Hola Carolina, no nos conocemos pero me sentí muy conmovida con el artículo que escribiste sobre Rolf Becker. Soy su secretaria y no sé si ya te habrás enterado que falleció el día de hoy. Sólo quisiera que supieras que de esa bella historia yo fui testigo… (Rolf) no fue sólo mi jefe, fue mi amigo… me escuchaba con atención y me aconsejaba, nunca oí un grito o un regaño de su parte, tenía ese don de la comunicación y fue un placer trabajar con él… estaba muy contento con tu artículo… me lo imprimió y me lo dejó en mi escritorio. Fue la persona más bella que he conocido en mi vida y agradezco a Dios el haberlo puesto en mi camino. Disculpa mi atrevimiento de escribirte sin conocerte pero quería hacerte llegar mis sentimientos en unas cuantas líneas».
Y los sentimientos de Maimary se entienden cuando uno lee lo que me escribió el mismo Rolf cuando se sintió motivado a narrarme su historia:
«Sigue presentando personas como las que has presentado… No todo está perdido en este país, estos ejemplos nos ayudan a tener esperanza de salir adelante. Gracias por darlos a conocer». Rolf fue uno de esos ejemplos… me siento feliz de haberlo dado a conocer…