Rodríguez Chacín
En Marzo de 1997, el entonces Presidente del Consejo Superior de la Universidad Metropolitana, Dr. Julio Sosa Rodríguez, con la anuencia de ese máximo órgano universitario, tuvo a bien designarme como Decano de Ciencias Económicas y Sociales de esa universidad, a la que sigo perteneciendo diez años después con admiración y orgullo.
Para aquel tiempo, el ahora dos veces Ministro Ramón Rodríguez Chacín era docente de la Escuela de Ciencias Administrativas, donde se desempeñó como uno de los más eficientes y dedicados profesores, al punto de que le propuse, por sus méritos y no por su afiliación política o su rango militar que bien conocía, ser el Coordinador del área de Planificación Estratégica de la mencionada Escuela de Ciencias Administrativas.
Un tiempo después, me informó que estaba en severas dificultades de salud que resultaron ser más bien de índole judicial; informado por su propio conducto de que su causa jurisdiccional ante la justicia venezolana había sido resuelta favorablemente, le confirmé que de estar absuelto ante nuestros tribunales, nadie más podía condenarlo académica ni administrativamente, y que podía continuar desempeñando su labor docente dentro del más absoluto criterio de libertad de cátedra.
Años después, en uso de mi año sabático en España, me enteré que en medio del infausto e inoportuno paro petrolero, el Prof. Rodríguez Chacín, a la guisa Ministro de Relaciones Interiores y de Justicia, había salido emotivamente caceroleado de los mismos predios universitarios por donde dejó alumnos y solidaridades académicas.
Al momento de volver a ser designado el Prof. Rodríguez Chacín por el Presidente de la República para el cargo de Ministro de las dos actividades internas y prioritarias del cualquier gobierno: la seguridad y la justicia; más que una carta de recomendación que nadie me ha solicitado, aspiro a que el Prof. Rodríguez Chacín haga el mejor uso de su bonhomía y de sus incontestables competencias para ayudar a construir la Venezuela del Siglo XXI que sabiamente predicó en sus clases unimetanas para la construcción de una sociedad venezolana moderna y solidaria.