¿Réquiem para la Universidad?
Ayer no hubo pago en LUZ. Desconozco si otras autónomas corrieron la misma suerte, habida cuenta que ello permite reuniones masivas de sus académicos más conspicuos, como cuando un rector se “proclama” emperador electo en liberrísimos comicios, pero que aun no se conoce la distribución burocrática de cargos, funciones, comisiones, según ha sido los acuerdos que permitieron que se ganara voto a voto, sudado en los laboratorios de los pactos clientelares y la necesidad de estar entre los presumibles pactos que allí mismo se van tejiendo para las elecciones que se traman para las generaciones que vienen. No faltan los acreedores que mantienen bajo la más alta clandestinidad sus contribuciones y luego para cobrar diezmos y otros premios que los negocios “institucionales” dan; valga a sana memoria, los convenios con clínicas, siempre tan honestos en moneda efectiva y de ese modo la generosa perversidad se mantiene honrada y no deja huella y el honor de sus beneficiarios crece, casi hasta el post nubila. Asumamos la verdad, no hay pago. Admitamos hechos: el gobierno de HRCGF no tiene ningún interés en ni por la universidad. Y es así, porque para este gobierno la ciencia, el arte y la tecnología carecen de sentido, no tienen valor. Digo mas, hay que destruirlas para reafirmar así la construcción del “hombre nuevo” al estilo y semejanza del líder, devenido por la genialidad de Giordani, en el gran destructor para, sobre la muerte, construir el hombre nuevo y el socialismo del siglo que vendrá éste y todos los demás siglos. Dice el sabio Giordani, este Rasputín de las tinieblas, que solo será posible el socialismo si se destruye el ser de hoy, los valores de hoy, la vida de hoy, pues, esa es la ideología de la burguesía, los oligarcas, los ricos, que son ricos porque le quitaron la riqueza a los pobres, y si se acaba con ellos se acaba la burguesía y sobre su muerte se levantarán los valores del líder. Ahí la ciencia sobra, la filosofía, el arte estorban y se impone como pensamiento la cháchara vacía de Chávez y la ignorancia imbécil y mimética del PSUV. Si la universidad fuese excepcionalmente buena, digamos si se pareciera a La Polar o a Harvard, habría que intervenirla. Habría que destruirla, Delenda ist universitas. A la universidad habría que destruirla. Poro, en lugar de intervenirla, la deja como está, ella vive su propio proceso de muerte. Ella es el primer responsable de su destrucción. Se devora a sí misma. Y es que de esto se trata, la universidad empezó desde hace ya tiempo a devorarse. A “autosuicidarse”, habría dicho CAP, hoy vivo a duras penas. La universidad no vive su crisis óntica, que es el enfrentamiento de saberes, de conceptos científicos, de la filosofía, del arte. La universidad no vive la crisis de la que habló Santo Tomas, el conflicto entre las ideas conservadoras, porque conservan no por reaccionarias, que allí viven y que la universidad debe cuidar intensamente, y las nuevas que quieren desmitificarlas, cuando ellas eran demasiado incompletas y aun falsas, superarlas como es el recorrer del arte y de la ciencia y hasta destruirlas, si necesario es, tras la verdad. Esta es la crisis eterna, ontogénica y ontológica de la universidad. La crisis es el diálogo fecundo, sin importar si, a veces, agreste o liviano, entre concepciones del ser, de la vida, del mundo, de la praxis política, de la moral, del desarrollo abierto de proyectos y programas de investigación, etc. Nuestra crisis es la ausencia de esa crisis, genuina, necesaria para poder ser. Nuestra crisis de hoy, es sencillamente una crisis de poder. Y el poder marcado por el atraso, la ignorancia, la imbecilidad también. Veamos. Desde fuera, los intereses son claros. El poder siempre querrá limitar la consciencia critica, posible, necesaria de la universidad, mediante la cual puede orientar al país. Decir qué debe hacerse, como, a sabiendas de que no puede hacerlas, porque esa no es su especificidad. Ayer de un solo zarpazo Caldera y su combo de copeyanos, adecos, y demás traficantes de esa era, apoyaron la reforma de la Ley de Universidades. Allí se legalizó la corrupción partidista y se privilegió la mediocridad sobre la academia. Cualquiera puede ser rector, la reelección –maldición en el universo externo – es un banquete interno, se hizo norma en la universidad y apareció la carrera política y desapareció la carrera académica. Se regularizaron los vicios del mundo externo, pero sin poder moral, judicial, ético que lo vigilara, sancionaran. Caldera y su combo no necesitó intervenir la academia, les dio los instrumentos legales a los cofrades de la política y grupos de poder internos para que la asesinaran desde dentro. Y así fue. Y así es. No se puede olvidar desde luego la exagerada y vil presencia de tanques en la UCV, pero eso fue una advertencia que ni siquiera prolegómeno fue. La reforma de la ley acabó con la ética como vida de la institución. Desde fuera este gobierno multiplica la labor de caldera y su combo. Son peores que aquel. Son peores que aquellos. El voto a empleados y obreros se inscribe en esa línea del asesinato de la cualidad y sus sustitución por la mediocridad., de la autoridad de la ciencia y del arte por las habilidades y perversidades de los grupos, gremios, etc. el negocio politiquero se amplia. Y aun cuando no sea tiempo de decirlo, la voracidad burocrática acabará (si ya no acabó) con el presupuesto, este y el que vendrá. Nunca alcanzará, jamás alcanzará. Y entonces se juega a la maniquea consigna: presupuesto justo. Los presupuestos no son justos ni injustos, ni buenos ni malos. Se juega a algo peor: la autonomía. Bendito sea Dios. Desde la APUZ, Maracaibo, se ve una carretera doble vía, la C2 y unas paredes frías, impiden ver El Barrio Domingo Bracho. Así, en su honor. Allí LUZ perdió miles y miles y miles metros cuadrados de su patrimonio. Con la complicidad de LUZ, porque nada sabía hacer con aquellas tierras. Ni jardines pesan en sus cerebros. Mas allá, la urbanización Ciudad Lossada. Una conjunto de casas feas, que ofende la memoria de tan ilustre hombre. Sin estética alguna, homogéneas, contrarias al pensamiento abierto del maestro Lossada, invocado solo para entierros y para cubrir la ignorancia de algún burócrata. En Otra parte, una “urbanización”, Colorama. La objetivación de vicios, de hurtos, de ilegalidades, crisol de infamias y de inmoralidad y allí está la autonomía que no permite sancionar culpables. El Aula Magna, magna de soledad y tiempo testimonio de ineficacia, de perversidad contraria a la memoria de Borjas Romero, el Rector de verdad. El Patrimonio cultural, físico, de espacio, de campus, de LUZ, totalmente a ciegas. Casi imposible de recuperar. Entonces aparece el genio de la mediocridad, ligando que invadan a LUZ y le quiten sus tierras porque no sabe ni supo qué hacer con ellas. Allí está acusando a LUZ el Polideportivo, LUZ ni un gramo de poder tiene sobre él y era suyo, es suyo. Allí esta la FEC que ni siquiera ha sido evaluada, en treinta largos años, porque de hacerlo, el Estado no el gobierno, deberá pedir explicaciones de por qué la destruyeron e hicieron otra cosa en lugar de ella. Y la FEDA, casi asesinada recién nacida, destruida por el CU. Pero… Para que quiere nadie intervenir a LUZ, sea este caso. Las otras en diversos grados padecen los mismos males. Así son o casi son todas y si las universidades, con las excepciones de quienes de la dan su vida y no tienen poder, sus científicos que hacen ciencia, perseguidos realmente o en condiciones difíciles por no decir inhumanas, no cambian nadie tiene para que intervenirlas. Ahí están, en peores condiciones, sus creadores de arte, solo el amor al arte y, ambos grupos, por amor a la verdad, al hombre, se dedican a hacer, sin importantes un bledo quienes gobiernan en niveles diversos y en todos a la institución. Pero, sabe alguien donde esta la Universidad, por lo que hace, crea? Donde los aportes científicos para dilucidar en problema político tan turbio? Donde sus aportes para dar respuestas a la tragedia del Lago de Maracaibo, de la ciudad entera y del país con las otras?. Donde la capacidad crítica para analizar qué pasa en el mundo, al menos al nivel de las ideas, y que con nosotros en estas raras tierras?. Donde esta la autonomía que nos explique como tenemos mas obreros y empleados que académicos?. Pero que nos expliquen como ha sido posible que la URBE sea una ubre grande que bienes, beneficios, en medio de aceptable belleza, produce?. Como explicar que URBE tenga una excelente programación de televisión y la TVLUZ no sirva, a pesar de tener el mejor edificio para ello, y, claro, los mejores profesores?. Como explicar que la URU sea la universidad de los espacios culturales y críticos de la región y que se haya hecho en tan poco tiempo y que pronto tendrá una biblioteca excepcional, un modelo universal digno de ver, imitar. Como, como. Como explicar que la UCAB sea como es y como explicar que la UNICA sea un centro editorial de alta calidad?. Tal vez la explicación sea muy sencilla: quienes están dirigiendo a esas instituciones, ya venerables, además de dolerla su institución saben para que son. Como hacerlo. Que no están repartidas entre los “académicos” de la FAU, y otros grupos de poder que son una maravilla!, ni se negocia el poder con estudiantes, profesores, empleados etc. Como explicar que en nuestras universidades un voto vale más que un teorema y un poema carece de valor?. Para que la autonomía sirva y sea, exista y viva, la universidad debe ser un centro de producción de conocimientos, de arte y de técnica. Ha de tener una regirse por una rigurosa ética y una praxis moral incuestionable. Pero también de bienes y servicios. Por lo demás, Hugo Rafael y Giordani, no se preocupen, dennos el presupuesto y dennos mas, que así podría alcanzar para el festín de nuestra propia destrucción.