Relevo generacional
Felicitamos con franqueza unitaria al ganador de la contienda opositora HCR, elegido en un evento asombroso, tanto por la masiva participación, como por el comportamiento cívico e intensamente democrático de todos los factores involucrados. Me refiero a los electores, claro está, pero también, la conducta ya asumida por los que no salieron favorecidos que reivindica la virtud irremplazable de que el camino unitario y el mapa trazado desde el 2006 con la candidatura de Rosales por la ruta pacífica, democrática, constitucional y electoral era, es y será la fórmula que ha hecho posible, no solamente un crecimiento sostenido de los sectores que adversan la autocracia personalista que ha devastado al país, sino que se pone a tiro de desplazarla, justamente por desvincularse del aventurerismo golpista que precedió los acontecimientos previos a la presentación de Rosales en los comicios ya mencionados. Esos extravíos fueron cobrados con grandes beneficios para fortalecer a Chávez y radicalizar sus planes de controlar y convertirse en el amo indiscutible de la vida del país.
El golpismo y la ausencia de una dirección política profesional privilegiaron la aplanadora que ha demolido la democracia y ha arruinado todo lo que de provechoso había dejado el pasado. Esta situación y las primarias del domingo dan señales de lo acertado que fue ceñirse a unos procedimientos que hicieran conexión con las masas, es decir, de lo justo de la vía electoral, pues el domingo esos factores radicalizados y enloquecidos que demoraron el crecimiento de la propuesta democrática e hicieron endurecer con vigor la agenda extremista del gobierno, fueron en alguna medida a votar, y eso es muy positivo, pero sus dos candidatos Diego Arria y un poco menos, pero radical en su mensaje MCM, no contaron siquiera entre los dos con 150.000 mil sufragios, prueba de un ascenso en la madurez de los sectores cívicos y democráticos que respaldaron los estilos y contenidos de los que quedaron 1ero y 2do en la contienda.
Entre los más tres millones de votantes, hay que sumar la participación de ni-nis, abstencionistas crónicos y por que no, con algunos desencantados del oficialismo que desafiaron las consecuencias que podía significar el puñado de amenazas de las que fueron objeto.
Ahora pretenden inútil y cobardemente, con la decisión del inefable «Carrasquerito» montado en su tanque de guerra desde la sala constitucional del TSJ, intimidar a los participantes siguiendo su tradición rastrera desde aquella invención de las firmas planas que junto a Jorge Rodríguez se sacaron de la manga para demorar el revocatorio cuando encabezaba la delegación del autócrata en el CNE .
De nuevo lo mandaron a disparar por la espalda a la enorme victoria opositora, de un adversario que esta vez luce imparable y que confirma que hay demasiadas razones para saborear una inobjetable victoria, contundente y definitiva.
El 7-O, si puede haber una sorpresa mayúscula para el «perpetuo», considerando , como así lo creemos, que la masiva participación que sorprendió a los mas crédulos en que sería un éxito si se alcanzaban 1.500.000 sufragios, nos conduce a creer firmemente que ese asombroso registro de doblar lo que ya hubiera sido fantástico, es sencillamente que se operó un muestreo significativo de que votaron chavistas arrepentidos, cuyo volumen será mucho más abultado y decisivo para desalojar a Chávez de Miraflores y pasar a una etapa distinta del pasado de la IV y del oscuro presente autoritario.
Una generación joven y nueva parece irse imponiendo en el horizonte para ocupar el puesto que le corresponde. Nos late que además, es ajena a odios y retaliaciones innecesarias; que mira para cumplir sus sueños pragmáticamente hacia el futuro, buscando soluciones concretas a los problemas de la gente; que son sensibles a las injustas desigualdades y poseen el deseo de cerrarlas, junto a las herramientas y el conocimiento para lograrlo.
