RCTV y la resignación pesimista
Estas líneas tienen como objetivo fundamental dejar expresa constancia del respaldo incondicional de Alianza Popular, organización que tengo la responsabilidad de dirigir, y del mío propio a Radio Caracas Televisión cuya concesión para operar de manera independiente y libre está amenazada por los más altos voceros del régimen y particularmente, por el propio señor Chávez. En diferentes escenarios, utilizando de manera canallesca el poder del estado desfigura la verdad, miente descaradamente y dirige tanto el coro oficial empeñado en justificar lo injustificable, como el pelotón de fusilamiento que liquidará una de las más extraordinarias experiencias comunicacionales de Venezuela y del continente.
RCTV ha sido y es bandera de nuestro país. Emblema de la libertad de expresión y parte importantísima del patrimonio cultural y humano de la república. Ha jugado roles protagónicos trascendentes en el desarrollo democrático de la sociedad venezolana. Luego de más de cinco décadas de existencia, sigue siendo tribuna y escuela de formación para la vida en democracia, para el ejercicio de la libertad y para la expansión de los valores de la cultura judeo-cristiana que compartimos.
RCTV no es, nunca lo ha sido, neutra con relación a la vida pública venezolana, al desenvolvimiento de los sucesivos gobiernos de estos tiempos, ni frente a personalidades y grupos que juegan roles importantes en la vida nacional. Pero ha sido imparcial y plural. Ser imparcial no consiste en abstenerse de opinar o de fijar posición. Mucho menos en esquivar la responsabilidad de comprometerse y de dar la cara en toda circunstancia, asumiendo riesgos y peligros siempre presentes cuando se trata de contradecir al poder. La imparcialidad está en dar la razón a quien la tiene aún a riesgo de equivocarse y hasta de ser injustos en determinadas circunstancias. En reconocer el error y corregir la injusticia. Nunca en esconderse, arriar banderas o negociar bajo la mesa entendimientos indignos a cambio de “seguridades” siempre condicionadas por la perversidad del poder mal ejercido. En esto y muchas otras cosas, RCTV ha sido ejemplo y guía para las pasadas, presentes y futuras generaciones que tendrán en ella referencia útil para enfrentar situaciones difíciles y de riesgo. Me identifico plenamente con todo cuanto simboliza RCTV. Aunque no siempre he compartido su línea editorial ante coyunturas concretas o hayamos tenido visiones diferentes de algunos procesos, en lo fundamental, en las cosas que verdaderamente importan, caminamos y caminaremos juntos hoy y mañana.
Invitamos a sacudir esa cierta resignación pesimista ante lo que parece inevitable. El cierre de RCTV dejará a Venezuela herida en el alma. Un paso largo y grave hacia la destrucción material y moral del país. Favor no olvidar que siempre se puede estar un poco peor. Quienes viven al lado de las aguas negras terminan por no percibir el mal olor. A Venezuela hay que sanearla ya.