Ramón J. Velásquez
¿Qué se le puede decir a alguien que llega a los noventa años en la
plenitud de sus facultades mentales y físicas?…
Ramón J. Velásquez cumple mañana noventa años. Y como siempre, no quiere
que se los celebren: «mejor hacer como los españoles, que celebran el día
del onomástico, o del santo, como decimos aquí».
Pero yo no quiero esperar hasta el día de San Ramón Nonato, 31 de agosto
del año que viene, para felicitarlo por sus noventa años de lucidez, de
valor, de decencia.
¿Qué puedo desearle, querido doctor Velásquez?… Le deseo salud, para que
se mantenga como hasta ahora. Le deseo amor, para que siga aumentando el
círculo de quienes le profesamos afecto. Y por sus años de lucha
democrática, de estudio de la historia, y de amor por Venezuela, quiero
desearle un país como el que usted siempre ha soñado, y por el que ha
trabajado con denuedo, con mística, con empeño.
Deseo que Venezuela tenga una educación de excelencia, por y para la
libertad, instrumento de progreso y vehículo de sueños.
Deseo que se profundice la democracia, que se respete la institución del
voto, que las instituciones respondan al pueblo en general y no a una
persona o parcialidad en particular.
Deseo que se fortalezcan los partidos políticos. Que quienes militen en
ellos sean personas de bien, comprometidas con el bienestar de sus
compatriotas. Que haya pluralidad en las asambleas, para que existan el
debate y el análisis, y también acuerdos y consenso.
Deseo que los funcionarios públicos entiendan que son servidores y actúen
en consecuencia. Que no vean a sus adversarios políticos como enemigos, sino
como personas que tienen opiniones distintas, que merecen respeto.
Deseo que cesen las instigaciones a la violencia y la violencia como causa
de muerte, tragedia y desolación en Venezuela. Que haya paz, que vuelva la
hermandad entre los venezolanos. Que recuperemos la solidaridad como uno de
nuestros activos más preciados.
Deseo que jamás vuelva a instaurarse una dictadura en Venezuela. Que los
militares estén siempre subordinados al poder civil. Que la Fuerza Armada
recupere su razón de ser y esencia. Que las armas se usen sólo en casos de
extrema necesidad.
Deseo que pronto despertemos como nación a un nuevo tiempo de prosperidad.
Feliz cumpleaños, querido doctor Velásquez.