¿Quién le tiene miedo al golpe?
«¿Quién mató al Comendador? / Fuenteovejuna, Señor / ¿Quién es Fuenteovejuna? / Todo el pueblo, Señor».
Fuenteovejuna, Lope de Vega
La historia de Pedrito y el Lobo parte del supuesto que Pedrito miente y el lobo no existe. Hasta que aparece el lobo, que existe, se produce el caos y las prevenciones de Pedrito resultan inútiles. La moraleja pretende castigar a Pedrito por mentir y a quienes no le creyeron, cuando mentía, por incrédulos y luego por no atenderle cuando decía la verdad. Debían haber sido castigados: Pedrito por habituar a su gente a despreciar el peligro del lobo y a ellos por habituarse a vivir con la idea del lobo. Hasta que se les convirtió en realidad. Pero ya era demasiado tarde. Lo habían internalizado.
La historia de los chavistas y el golpe es muchísimo más perversa: como Pedrito viven previniendo al país ante el peligro de un golpe; es más: viven acusando a la oposición democrática de golpista. Pero en la realidad, el golpe existe, lo dieron ellos el 4F/92, lo reciclan cotidianamente desde el 6D/98 y para que nadie se entere, además de ser ellos, golpistas, los denunciantes, escandalizan al vecindario internacional acusando de golpistas a sus víctimas. El ladrón detrás del juez. Y la OEA que aplaude.
En Venezuela no es Pedrito el que previene del lobo: es el lobo el que previene de Pedrito. Y para que los que quieren dejarse engañar, sus cómplices y amigos que manejan los calderos de la opinión pública internacional – de José Miguel Insulza a Lula da Silva y de Fidel Castro a Evo Morales