Opinión Nacional

¿Qué Va a Hacer Ahora el Vaticano con las “Ay-Pi-Es”?

Ay-Pi-Es es la pronunciación en inglés de las letras iPS, que son la abreviatura de induced pluripotent stem cells, que traducido al español significa células madre pluripotentes inducidas.

El Vaticano—y otras iglesias cristianas; como a la que pertenece el Presidente estadounidense; George W. Bush—debido a sus creencias sobrenaturales, tienen años entorpeciendo, obstaculizando y retrasando la investigación científica y el desarrollo de tecnologías, que sin duda se van a constituir en el más grande logro científico del siglo 21 en materia de progreso médico—y que podría conducir al control y erradicación de las enfermedades y traumatismos severos padecidos por los seres humanos que hasta ahora son incurables; como el cáncer, la Enfermedad de Alzheimer, y el cercenamiento de la médula espinal—sin olvidar la crónica escasez de órganos para transplantar—y hasta la capacidad médica para reemplazar cualquier parte del cuerpo humano que haya sido amputada durante un accidente.

A lo que se oponen las mencionadas iglesias, es a la investigación científica con células madre embrionarias, porque esas iglesias creen que el ser humano comienza a existir—y está dotado de un “alma” desde el mismo instante de la concepción; es decir desde el momento en que un espermatozoide fecunda a un óvulo y se forma una sola célula llamada huevo o cigoto—y hasta que tiene tres meses de desarrollo—período durante el cual; al feto humano, se le denomina: embrión.

Los científicos descubrieron que las primeras células que se forman cuando el huevo o cigoto original comienza a dividirse en dos, cuatro, ocho, dieciséis, treinta y dos—y subsiguientes múltiplos pares de células—llamadas células madre; en español, y stem cells; en inglés, pueden ser cultivadas en el laboratorio, para que se conviertan sólo en el tipo de células humanas—y órganos humanos—que el investigador desee; usando tecnologías ya desarrolladas por la biología y la ingeniería moleculares.

En cristiano, eso quiere decir, que mediante Intervenciones médicas usando células madre, se puede revertir la Enfermedad de Alzheimer que deteriora las células cerebrales (neuronas) o se puede “empatar” una médula espinal cercenada por un accidente—y hasta cultivar en el laboratorio, un corazón, un riñón, un hígado—o cualquier otro órgano del cuerpo humano—que necesite un paciente que está en espera de un transplante.

Pues ahora; Konrad Hochedlinger, investigador de células madre de la Universidad de Harvard, cuyo trabajo acaba de ser publicado online (en la Internet), por la revista científica Science (Ciencia), le ha informado al mundo que ha sido descubierta una tecnología para obligar a las células humanas adultas a que regresen a su estado embrionario; y que al hacerlo, estas células no se diferencian en nada de las células madre que son extraídas de embriones humanos. A este nuevo tipo de células se las ha llamado induced pluripotent stem cells (iPS = células madre pluripotentes inducidas).

¿Qué va ha hacer ahora el Vaticano ante esta nueva capacidad científica para “crear embriones en el laboratorio”? ¿Dirá que los científicos aprendieron como convertirse en Dios?
A continuación tienen mi versión en español de un artículo de Rob Stein, que da detalles de este fabuloso progreso científico; publicado en el diario estadounidense; Washington Post, ayer jueves 25 de septiembre de 2008—y al final tienen la versión original en inglés:

Científicos Hallan la Forma de Hacer Regresar a las Células Adultas al Estado Embrionario

Por Rob Stein

Escritor del Washington Post
Jueves; 25 de septiembre de 2008, 2:00 p.m.

Científicos están reportado hoy que ellos han logrado superar un gran obstáculo para usar una prometedora alternativa a las células madre embrionarias, aumentando los prospectos de pasar de lado la tempestad política y ética que ha embrollado las esperanzas para una nueva generación de tratamientos médicos.

Los investigadores dijeron que ellos habían encontrado una forma segura de coaccionar a las células adultas para que regresen a un estado embrionario; aliviando lo que ha sido la más preocupante incertidumbre sobre desarrollar las células hasta curas potenciales.

“Nosotros hemos retirado un gran bloqueo para traducir esto a un ambiente clínico”; dijo Konrad Hochedlinger, un investigador de células madre de la Universidad de Harvard cuya investigación fue publicada online por la revista Science. “Yo pienso que es un avance importante”.

Éste desarrollo es el más reciente avance en el políticamente cargado campo de la investigación con células madre.

“Este es un gigantesco paso hacia delante—podría ser el hallazgo que hemos estado buscando”; dijo Robert Lanza, un investigador de células madre [de la empresa] Advanced Cell Technology de [la ciudad de] Worcester, Massachusetts. Se cree que las células madre embrionarias son capaces de convertirse en cualquier tipo de célula del cuerpo. Los científicos tienen la esperanza de eventualmente usarlas para crear tejidos de reemplazo y partes del cuerpo hechas a la medida de pacientes individuales. Pero el trabajo ha sido empañado por controversias porque las células fueron obtenidas destruyendo embriones en su muy temprana [etapa de desarrollo]. Como resultado, el Presidente Bush ha restringido el financiamiento federal (del gobierno nacional) para tales trabajos.

El año pasado los científicos sacudieron al paisaje científico y político al descubrir como manipular a los genes de las células adultas para hacerlas regresar al equivalente de células embrionarias—entes que fueron llamados: “células madre pluripotentes inducidas o iPS [por sus siglas en inglés]—que podían entonces ser transformadas en cualquier tipo de célula del cuerpo. Trabajos subsiguientes han encontrado que estas células pueden aliviar los síntomas de la enfermedad de Parkinson y la anemia de células falciformes en ratones.

Pero las primeras células iPS fueron creadas haciendo llegar cuatro genes; vía ferry, al interior del ADN de células adultas usando retrovirus; que pueden causar cáncer en animales. También existía preocupación porque los virus integraban su ADN al ADN de las células en el transcurso de su transformación. En el nuevo trabajo; Hochedlinger y sus colegas usaron un tipo diferente de virus, conocido como adenovirus, que no integra sus genes al ADN de la célula, y en consecuencia se cree que es inofensivo, enviar vía ferry los mismos cuatro genes transformadores al interior del ADN de células de la piel y del hígado de ratones.

“El adenovirus infectará a las células pero después se retira a si mismo de la célula. Después de unas pocas divisiones celulares no hay rastros del virus en la célula”; dijo él. “Uno no puede afirmar que el virus estuvo allí alguna vez”.

Al igual que las células iPS producidas usando retrovirus; exámenes demostraron que las células eran indistinguibles de las células madre embrionarias y podían ser transformadas en cualquier tipo de tejido; incluyendo pulmonar, cerebral, cardíaco y muscular, sin producir tumores cancerosos.

“Lo que nuestro experimento le demuestra a usted, es que usted puede hacer esto sin un virus que se integra. Usted no necesita la integración del ADN en el genoma para producir células iPS”; dijo Hochedlinger.

Rudolph Jaenisch; un profesor de biología del Whitehead Institute, de [la ciudad de] Cambridge, Massachusetts, alabó el trabajo, pero notó que el proceso era 100 veces menos eficiente que usando retrovirus.

“Todavía es muy ineficiente”; dijo él.

Hochedlinger dijo que su equipo ya está trabajando para suavizar la conversión; quizás suplementando los genes introducidos con [sustancias] químicas que cambian interruptores biológicos. Muchos investigadores sospechan que ellos eventualmente encontrarán las formas de transformar células mucho más limpiamente sin transferir genes. Aunque se requerirá de trabajo adicional para probar que la opción funcionará con células humanas; Hochedlinger dijo que él confiaba en que funcionará.

“No existen razones para creer que no funcionará”; dijo Hochedlinger.

Lanza dijo que el avance soltará los amarres a una repentina excitación por el trabajo con células iPS.

“Aunque la aparición de las células iPS ha sido excitante, ha sido extremadamente frustrante no ser capaz de usar estas células para ayudar a las personas. La traslación clínica ha estado muerta sobre los rieles”; dijo Lanza. “El uso de las células iPS para tratar—y hasta curar—las enfermedades humanas puede no estar lejos”.

Críticos de la investigación con células madre embrionarias dijeron que el trabajo ofrecía aún más evidencia de que la investigación con células madre embrionarias es innecesaria. Apenas el mes pasado, otro equipo de Harvard anunció que había convertido células adultas directamente en otro tipo de célula adulta, posiblemente ofreciendo otra alternativa menos contenciosa.

“Éste es el más reciente de una línea de estudios que demuestran que los problemas prácticos asociados con usar células adultas ‘reprogramadas’ están siendo resueltos rápidamente”; dijo Richard Doerflinger de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos de América en un correo electrónico.

Pero Hochedlinger y otros dijeron que aún es importante continuar trabajando con células madre adultas, células adultas reprogramadas y células madre embrionarias, porque está lejos de estar claro cual eventualmente probará ser más efectiva.

“Nosotros simplemente no sabemos todavía cuales serán útiles para cuales tipos de tratamiento”; dijo Mark A. Kay, un investigador de terapia con genes de la Universidad de Stanford.

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