¿Qué nos espera, qué hacer ?
La dictadura fascistoide se consolidó mediante un golpe civil, lo cual no es nada nuevo en el mundo. Si bien es cierto que las características del gobierno chavista habían creado confusión, al principio, en algunos analistas, ahora esta claro de que la receta es la misma que uso el Führer en Alemania. Solo que aquí el golpe se dio desde el Poder Electoral y en la Alemania la tarea sucia le correspondió al Reichtang. Aquí como allá, usaron a la guardia pretoriana para consolidar el poder. Allá se llamaba SS y acá GN.
¿Qué viene ahora? Obviamente, como la receta es la misma que usara Mussolini y luego perfeccionara Hitler, lo que hay que esperar es: detención y apertura de falsos juicios contra dirigentes políticos. (Hay que recordar el juicio a Dimitrov, por el incendio del Reichtang, cuestión que muchos pseudo comunistas ahora tornados en fascistas no querrán recordar). El gobierno, igual que entonces, trataría de encarcelar con falsas acusaciones, como la hecha a Carlos Melo, a gobernadores, alcaldes y diputados de la oposición. A quienes no puedan acusar, seguramente los eliminarán físicamente, lo cual también es práctica sugerida por los cubanos que son expertos en ello.
Se prepara una reforma constitucional para lograr imponer la pena capital por “traición a la patria y rebelión”, lo que es lo mismo que decir traición al Führer.
Pronto se cerrarán todos los canales de TV que no estén con el régimen, así como las radioemisoras, y se prepara la creación de una “junta asesora” para los periódicos que operan libremente y quieran seguir sobreviviendo.
No habrá renovación de pasaportes a los venezolanos que quieran ir al extranjero, en especial a los casi cuatro millones que firmaron contra el gobierno, y tampoco habrá dólares preferenciales para ellos. Lo mismo sucederá con la cedulación.
Se aplicará un impuesto casi impagable a quienes tengan Internet y TV por cable, de modo de hacerlos inalcanzables para la masa, en especial estudiantes y profesionales.
Se implementará el “corralito financiero”, instrumento jurídico que ya está redactado esperando, solamente, una indicación del Führer. Esto significará que nadie podrá movilizar sus cuentas de ahorro, corrientes o tarjetas de crédito sin una autorización especial y hasta cierto monto.
Con todo lo anterior se impedirá la movilización de instrumentos legales-financieros, de tal manera que se pararán las compra-ventas de activos entre empresas y personas naturales y jurídicas.
Se militarizará a todas las policías municipales o estatales en manos de gobernadores o alcaldes no afectos al gobierno y se armarán, definitivamente, a las brigadas de choque por cuadra y se creará una inmensa red de soplonaje como la que existe actualmente en el Ministerio de Educación y en las Zonas Educativas.
Lo peor de todos, es que el poder acumulado por el gobierno es casi incontrarrestabble y gran parte de la oposición se basa en la premisa política que dice que hacer política es dialogar. Se olvidan de que el diálogo se hace con interlocutores válidos, que quieran escuchar y que crean en la democracia.
Se dialogó con Mussolini, Hitler, con Idi Amin y, ¿qué les pasó a los opositores que creían en el diálogo? Chamberlain, el Canciller Británico dijo: “Hitler me engañó”, mientras éste bombardeaba a la Rubia Albión.
*Politólogo
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