Opinión Nacional

¿Qué está causando el calentamiento global?

No existe ninguna duda de que la temperatura promedio de nuestro planeta lleva décadas incrementándose—y a esto es lo que se ha devenido en llamar Calentamiento Global; sin embargo, nadie sabe con certeza—ni siquiera los científicos—qué es lo que está causándolo.

Saber cual; (o cuáles), es la (o son las) causa o causas—y las consecuencias—es de vital importancia para la humanidad porque un continuado incremento en las temperaturas globales; no sólo podría inducir el derretimiento de los glaciares (ríos de hielo que existen en muchos sistemas montañosos de muchos países del mundo) y de la capa de hielo del continente antártico—el Polo Sur—que podría incrementar unos pocos centímetros—o hasta más de un metro—el nivel del mar, con severas consecuencias para las poblaciones humanas que habitan en islas oceánicas y en pueblos y ciudades costaneros cuya altitud sobre el nivel del mar sea escasa—y alterando los ecosistemas marinos donde habitan numerosas especies de peces, crustáceos y mariscos, de alto valor comercial y nutricional para la humanidad.

Sin embargo; el nivel del mar no subiría ni un milímetro si las capas de hielo del Polo Norte—El Ártico—se derritiesen totalmente, porque a diferencia de la Antártica, el Polo Norte no es un continente—sino un océano congelado, y el peso de todo el hielo ártico, ya desplazó un volumen de agua oceánica igual a su peso—como nos enseña el Principio de Arquímedes: “El peso de una masa que flota en el agua, es igual al peso del agua que desplaza”.

El incremento de las temperaturas globales, tiene adicionalmente otros efectos ambientales de grandes magnitudes potenciales, como por ejemplo, la extensión de los hábitat de zancudos transmisores de enfermedades infecciosas; como la Malaria y el Dengue, la modificación de la trayectoria y velocidad; tanto de las corrientes de aire atmosférico, como de las corrientes marinas—lo que a su vez tendría un impacto potencial de grandes magnitudes, en el patrón de los vientos y de las precipitaciones de agua de lluvia en todo el planeta; convirtiendo en pantanos y selvas lluviosas a sectores que hoy en día presentan climas áridos y desérticos—así como potencialmente generar grandes tormentas e inundaciones en unos lugares; mientras en otros grandes sequías y el aumento de la desertificación de tierras de cultivo: y todo ello afectaría enormemente todas las fuentes de alimentos que sostienen la vida; no sólo de las especies terrestres y marinas de la fauna silvestre, sino de la misma humanidad.

Hasta este punto, usted no debe haber recibido ninguna nueva información; porque es sobre esas potenciales calamidades, que muchos ambientalistas y políticos, hablan constantemente.

Pero, de una manera irresponsable, no pocos afirman saber, cuales son las causas del calentamiento global—y su culpable preferido es “el aumento de los niveles de dióxido de carbono (CO2) atmosférico, producido a su vez, por el “exagerado consumo humano de combustibles fósiles (carbón, gas natural y petróleo)”—pero eso NO ES VERDAD:
Ni los científicos saben con certeza, las causas—y por ello, la “cacería de brujas” que se ha desatado en contra de las “emisiones HUMANAS de gases invernadero” (gases que se acumulan en la atmósfera; permitiendo pasar la luz ultravioleta del Sol hasta la superficie terrestre, pero impidiendo que se disipe el calor que es producido en forma de luz infrarroja, cuando la luz ultravioleta choca con la superficie—terrestre o marina—de la Tierra; específicamente el dióxido de carbono—CO2—el óxido nitroso—N2O—el metano—CH4—y otros gases misceláneos)—son respuestas simples que NO tienen fundamento científico.

Esas irresponsables afirmaciones sobre los gases invernadero—no incluyen al mayúsculamente mucho más potente gas invernadero que existe: el vapor de agua—que no es producido por las actividades humanas sino por la Naturaleza—y cuando se toma en cuenta en la ecuación del calentamiento global y de los gases invernadero al vapor de agua—todas las actividades humanas productoras de gases invernadero, resultan insignificantes como causas del calentamiento global.

Y eso incluye a todo el uso en el transporte de gasoil, gasolina, querosina en autos, camiones, aviones, etc.) el uso en la agricultura de tractores y máquinas cosechadoras, movidas por esos mismos combustibles, y la cría de inmensos rebaños de ganado vacuno, ovino y caballar, que produce enormes cantidades de metano—y la quema de los bosques para extender las superficies cultivables en todos los países del mundo—que parecieran ser actividades que producen gigantescas cantidades de gases invernadero—pero que resultan ser totalmente insignificantes, cuando se toma en cuenta, el vapor de agua que produce la Naturaleza, especialmente mediante la diaria evaporación—desde las superficies de minúsculos charcos, hasta gigantescos lagos, ríos, mares y océanos—y sobre lo cual la humanidad no puede hacer absolutamente nada.

Esas irresponsables afirmaciones sobre los gases invernadero que han sido recogidas en el Protocolo de Kyoto, pacto firmado el 11 de diciembre de 1997, por 177 organizaciones y países del mundo, instan a los países a fijar cantidades obligatorias de emisión de gases invernadero a todas las actividades humanas—lo que produciría sensibles incrementos en los costos de producción y en los precios, de todo lo que fabrican y producen los seres humanos—incluyendo la producción de alimentos—y que no tendrán NINGÚN efecto significativo en la reducción del calentamiento global: apenas una vigésima parte de un grado para el año 2050

El Calentamiento Global Puede Haber Sido Iniciado
por la Caída de un Meteorito en Tunguska el 30 de Junio de 1908

El 14 de marzo de 2006, la Universidad de Leicester, Inglaterra, publicó un artículo titulado: “Global-warming May Have Been Jump-started by the Tunguska Meteorite Churning Up Atmosphere” (“El Calentamiento Global Puede Haber Sido Arrancado por el Meteorito de Tunguska al Estremecer la Atmósfera”), el cual bajé de la página web de ScienceDaily, [http://www.sciencedaily.com¬ /releases/2006/03/060314170208.htm], y del cual hice la siguiente versión en español:

“Una nueva teoría para explicar el calentamiento global fue difundida en una reunión en la Universidad de Leicester. La controversial teoría no tiene nada que ver con la quema de combustibles fósiles, ni los niveles de dióxido de carbono atmosférico. Conforme a Vladimir Shaidurov; de la Academia de Ciencias de Rusia, el aparente incremento del promedio de la temperatura global, registrado por científicos durante los últimos cien años; aproximadamente, puede ser debido a cambios atmosféricos que no están conectados con las emisiones humanas de dióxido de carbono producidas por la quema de gas natural y petróleo. Shaidurov explicó como los cambios en la cantidad de cristales de hielo a elevadas altitudes podían dañar la capa de delgadas nubes de elevadas altitudes que se hayan en la mesosfera; y que reducen la cantidad de radiación solar que calienta a la superficie de la Tierra, cuando llega a ella.

Shaidurov ha usado un análisis detallado del cambio promedio de la temperatura durante los últimos 140 años, y explica que hubo un leve descenso en la temperatura hasta comienzos del siglo veinte. Esto es completamente opuesto a las actuales teorías sobre el calentamiento global que culpan del incremento de la temperatura al aumento de las emisiones de dióxido de carbono desde el comienzo de la revolución industrial.

Shaidurov; al contrario, sugiere que el incremento; que comenzó entre 1906 y 1909, pudo haber tenido una causa muy diferente; que él cree, fue el masivo Evento de Tunguska, que estremeció una remota parte de Siberia; al noroeste del Lago Baikal, el 30 de junio de 1908.

Se piensa que el Evento de Tunguska; algunas veces conocido como el Meteorito Tungus resultó de un asteroide o cometa que entró a la atmósfera de la Tierra y explotó. El evento liberó tanta energía como quince bombas atómicas de un megatón; así como lanzó violentamente hacia la atmósfera una enorme cantidad de polvo y derribó 60 millones de árboles en un área de más de 2.000 kilómetros cuadrados. Shaidurov sugiere que esta explosión habría causado “un revolvimiento considerable de las altas capas de la atmósfera y un cambio de su estructura”. Tal ruptura meteórica fue el disparador del subsiguiente incremento de las temperaturas globales.

Se piensa que el calentamiento global es causado por el “efecto invernadero”. La energía del Sol llega a la superficie de la Tierra y la calienta; sin el efecto invernadero, la mayor parte de esta energía se pierde a medida que el calor es irradiado de regreso al espacio [exterior a la Tierra]. Sin embargo, la presencia de los llamados gases invernadero a elevadas altitudes [de la atmósfera terrestre], absorbe gran parte de esa energía para luego irradiar una porción de ella de regreso a la superficie terrestre; provocando el aumento de las temperaturas.

Muchos gases naturales y algunos de los emitidos por plantas eléctricas convencionales; emisiones de vehículos y aviones, actúan como gases invernadero. El dióxido de carbono, el gas natural, o el metano y los cloro-fluorocarbonos (CFC) son todos, potentes gases invernadero. El dióxido de carbono y el metano son hallados naturalmente en la atmósfera; pero es el incremento gradual de los niveles de esos gases; desde la revolución industrial [finales del siglo 18 y comienzos del siglo 19]; y en particular al comienzo del siglo 20, que los científicos han culpado por el incremento gradual registrado en la temperatura global. Intentos para revertir el calentamiento global; como el Protocolo de Kyoto, se han centrado en controlar y hasta reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2).

Sin embargo, el más potente de los gases invernadero es el agua; explica Shaidurov, y es este compuesto sobre el cual se enfoca su estudio. Conforme a Shaidurov, apenas ligeros cambios en los niveles atmosféricos de agua; en la forma de vapor y cristales de hielo, puede contribuir a cambios significativos en la temperatura de la superficie terrestre, lo que por mucho sobrepasa el efecto del dióxido de carbono y otros gases emitidos por las actividades humanas. Un simple incremento del 1 % del vapor de agua podría incrementar el promedio de la temperatura global de la superficie de la Tierra más de 4 grados centígrados.

El papel del vapor de agua en el control de la temperatura de nuestro planeta fue sugerido hace casi 150 años por el científico irlandés; John Tyndall. Tyndall; quien también proporcionó una explicación del porqué el cielo es azul, explicó el problema: “El más fuerte absorbente del calor irradiado, es el gas más importante en el control de la temperatura de la Tierra. Sin el vapor de agua; escribió él, la superficie de la Tierra sería ‘mantenida en el puño de hierro del congelamiento’. Las nubes delgadas a elevadas altitudes permiten que la luz solar alcance la superficie de la Tierra; pero reflejan de regreso el calor irradiado, actuando como la capa aislante de un invernadero.

Los niveles de vapor de agua están aún más fuera de nuestro control que los niveles de CO2. Conforme a Andrew E. Dessler; de la Universidad de Texas A & M, escribiendo en: ‘La Ciencia y la Política del Cambio del Clima Global’: ‘Las actividades humanas no controlan a todos los gases invernadero; sin embargo. El más poderoso gas invernadero en la atmósfera es el vapor de agua’; dice él, ‘Las actividades humanas tienen poco control directo sobre su abundancia atmosférica; la que es controlada en vez por el balance mundial entre la evaporación desde los océanos y la precipitación’.

Igualmente, Shaidurov ha concluido que sólo un enorme fenómeno natural; como el impacto de un asteroide o cometa, o una explosión en la atmósfera, podría perturbar seriamente los niveles atmosféricos de vapor de agua; destruyendo a las persistentemente llamadas, nubes ‘plateadas’ o de brillo nocturno, compuestas de cristales de hielo en las elevadas altitudes de la mesosfera (entre 50 y 85 kilómetros). El Evento de Tunguska; fue uno de esos eventos; y coincide con el período de tiempo durante el cual las temperaturas globales parecen haber estado incrementándose lo más constantemente—el siglo veinte. Existen muchos mecanismos hipotéticos sobre como esta catástrofe en la mesosfera puede haber ocurrido, y futuras investigaciones son necesarias para proporcionar una respuesta definitiva.

El trabajo de Shaidurov; ‘Atmospheric hypothesis of Earth’s global warming’ (Hipótesis atmosféricas del calentamiento global de la Tierra), está siendo considerado para su publicación en la revista [científica] ‘Science First Hand’ (Ciencia de Primera Mano), de la Academia de Ciencias de Rusia (Editor en Jefe, Acad. Dobrestov, Vice-Presidente de la Academia de Ciencias Rusa, Presidente de la Rama de Siberia RAS).”

Los Estados Unidos de América—al negarse hasta ahora a firmar el Protocolo de Kyoto—han reforzado su mala imagen mundial de “imperio malvado”, pero yo creo que; siendo el país del mundo con más científicos per cápita y sede del mayor número de centros de investigación científica del mundo—están interesadamente dejando que los países que promulguen leyes que implementen ese protocolo en sus naciones, vean incrementar los costos de producción y los precios, de todo lo que producen, mientras ellos se mantienen ofreciéndole a los consumidores de esos mismos países, los mismos productos—de la misma calidad—a precios más baratos, porque son producidos sin incorporar los costos que establece el Protocolo de Kyoto; y en consecuencia, beneficiando enormemente la fortaleza de su economía nacional, y su influencia económica mundial.

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