Put your money where your mouth is
Todos los voceros internacionales que han opinado sobre la grave crisis política que vive Venezuela, han afirmado, al unísono, que el problema «debe ser resuelto por los venezolanos». Detrás de esa expresión están principios de relaciones internacionales que ningún gobierno permitiría ser violado: La no intervención y la auto-determinación de los pueblos.
En la situación actual de la crisis venezolana, en la cual, tanto la oposición, como la (%=Link(«http://www.oas.org»,»OEA»)%) ven como única salida a la crisis venezolana, la celebración de un proceso electoral adelantado (al cual se niega rotundamente el régimen chavista), está también el temor de los gobiernos latinoamericanos, de que la comunidad internacional, de alguna manera, pueda establecer un «peligroso» precedente, mediante el cual, por presiones diplomáticas externas, se pueda obligar a un gobierno electo democráticamente, a salir del poder antes de que se venza el período para el cual fue electo.
Por ello, al decir, «el problema debe ser resuelto por los venezolanos», lo que quieren decir en realidad, es que los problemas futuros que pueda tener México, deben ser resueltos por los mexicanos, y así, hasta llegar a la Patagonia, donde cambiaría a: «los futuros problemas que puedan tener Chile o Argentina, deben ser resueltos —respectivamente— por los chilenos y argentinos».
Es un velado temor al regreso del ugly american; es decir, a la indebida intervención de los Estados Unidos, para quitar o poner gobiernos en aquellos países latinoamericanos que de alguna forma, puedan —respectivamente— perjudicar o favorecer sus intereses.
Nadie puede contradecir la auto-defensa que está detrás de esta postura política de los actuales gobiernos latinoamericanos, a los que debemos sumar los europeos, ya que los voceros oficiales de la Comunidad Europea, han también declarado en forma similar: el problema de Venezuela, debe ser resuelto por los venezolanos.
Sin embargo, mientras los gobiernos de esos países así declaran, no hacen absolutamente nada, para impedir que Cuba, interfiera casi diariamente a favor del régimen chavista y en contra de las organizaciones políticas y sociales venezolanas que se oponen a él.
Tampoco han criticado al recién electo gobierno de Brasil, el que aún antes de encargarse oficialmente del poder, envió a un alto funcionario diplomático a Venezuela, a ofrecer, públicamente, apoyo político y económico al régimen chavista; en la forma de combustible, alimentos y técnicos petroleros brasileros, y declarar en contra de las opciones políticas que la oposición democrática venezolana plantea como salida a la crisis.
El gobierno de Brasil, esconde su violación a los principios de no intervención y de autodeterminación de los pueblos, diciendo que el envío de combustibles y técnicos petroleros «es un asunto netamente comercial» y el envío de alimentos, «un asunto de ayuda humanitaria».
La comunidad internacional, también ha tomado at face value, la más reciente declaración del presidente de Brasil en Davos, Suiza, en relación con la crisis venezolana: «El Grupo de Amigos no es para ayudar a Chávez, sino a Venezuela»; expresión que algunos sectores venezolanos han interpretado muy equivocadamente, al ver en ella un rechazo de Lula a Chávez; algo imposible de acontecer si uno recuerda en que invirtió Lula, los últimos veinte años de su vida.
Pero no son sólo Brasil y Cuba, quienes han estado maquiavélicamente hallando caminos para evadir los principios diplomáticos citados.
El presidente de Argelia, Abdelazis Buteflicka, también ha estado actuando para hallar formas de proporcionar «ayuda humanitaria» a Venezuela, o concretar «acuerdos comerciales», que según él nada tienen que ver con política», como el
suministro de técnicos petroleros o tripulaciones de tanqueros. Recursos humanos que anda buscando el régimen chavista por todo el mundo, para fortalecer sus propósitos de negarse a dialogar con los sindicatos petroleros venezolanos en la búsqueda de una solución negociada a la huelga petrolera, y para violar el constitucional derecho de los trabajadores petroleros a la huelga y a la protesta pacífica y desarmada en defensa de sus principios éticos y sus legítimos interess laborales.
No son pocas las skewed interpretations que los países hacen de los principios de «no intervención» y «auto-determinación de los pueblos». Por ejemplo, hace poco Alemania reportó que el índice de precios al consumidor en Europa aumentó un 0,9% debido principalmente a los abultados precios del petróleo, que han batido récords debido a la yunta conformada por la posible guerra USA-Iraq y la paralización de las exportaciones petroleras venezolanas.
¿Será por eso que no ha hecho nada para impedir que los nacionales de los países europeos, y nacionales de otros continentes, pero portadores de pasaportes europeos, sean reclutados por el régimen chavista en Amsterdam, Holanda, el puerto petrolero más congestionado del mundo, para «quebrar» el paro petrolero y el paro de la marina mercante en Venezuela?.
En consecuencia, la Coordinadora Democrática, debería enviarle una carta a todas las embajadas y consulados con sedes en Caracas, al Grupo de Países Amigos y al Secretario General de la OEA, exigiéndoles to put their money where their mouths are, para asegurarse que los problemas de Venezuela, sean realmente resueltos por los venezolanos, y no por los gobiernos liderados por amigotes marxistas de Chávez, ni por los esquiroles que portan pasaportes de nacionalidades no-venezolanas.
¿O será que esa complaciente actitud de la comunidad internacional, está otorgando, sin decirlo, a la sociedad democrática de Venezuela el derecho a buscar sus propios amigotes extranjeros para contrarrestar a quienes la agreden, violando los principios de no intervención y de autodeterminación de los pueblos?
(*): Put your money where your mouth is se traduce como: Pon tu dinero donde pones tu boca . Es un dicho popular estadounidense usado para responder a todo aquél que nos aconseja tomar una decisión que difícilmente tomaría él; invitándolo a arriesgar su dinero apostando a que su consejo dará resultado.