Puro relincho y peos…

Abra los ojos. Escuche atentamente. Preste mucha atención a lo que voy a decirle: Este país va directo a un caos, de grandes magnitudes y los venezolanos parecen no entenderlo.

El dinero de este país, los dólares con los que importamos arroz, carne, pollo, azúcar vehículos, materia prima, repuestos, tecnología y cuanta vaina nos hace falta los producía la industria del aluminio, la del hierro, la del acero, la del petróleo y alguna que otra industria  de sectores diversos que armados de una visión de futuro, lograron mercados para sus productos por la vía de sostener sus importaciones en los tiempos buenos y en los malos. Las ideas socialistoides, que arrebataron el campo a cuanta familia producía algo, para no hacer nada ellos, nos harán comernos un cable, porque ganado y siembra dejaron de existir en muchísimas de las extensiones que les quitaron a los productores.

Esto se acabó. Ahora, diez años después, cuando acabaron con toda la industria a punta de errores de planificación, de estrategia y de visión.-ahora, tan sólo ahora.- nos vienen a vender la idea de un plan de sustitución de importaciones, al tiempo que agreden, persiguen, estrujan y desconsideran a cuanto privado quiera hacer algún esfuerzo. Para nadie es un secreto, la industria petrolera está en el piso, engañándonos con unos números de producción que sólo ellos creen. Las compañías de servicios que nacionalizaron, para no pagarles las deudas, ahora no producen los servicios. El mantenimiento de la infraestructura petrolera no existe y la industria rueda en una inercia destructiva que disminuye progresivamente su capacidad de producción. Los proyectos de siembra del petróleo, quedaron en el papel. Ramírez ya ni siquiera habla de eso.

Si ningún área de la economía produce los dólares, vamos directo por un despeñadero, sin frenos y con un loco al volante.

Así estará el alma de este gobierno, que tuvo que hacer una devaluación en un año donde enfrentará unas difíciles elecciones. Eso no estaba en el librito. No tienen dólares, pero tampoco bolívares para enfrentar el problema que han creado.

Lo peor está por venir. Prepare su vida para manejarse sin energía eléctrica. El problema tiene dimensiones catastróficas y lo que hasta ahora ha visto, es sólo la puntica del iceberg. El racionamiento que nos viene terminará de acabar con lo poco que nos queda. Imagine una industria, con las nominas congeladas, parando cuatro horas diarias su producción. Imagine un país revuelto por los cuatro costados, con las neveras apagadas y no deje de hacer un ejercicio de reflexión acerca de hasta cuando este pueblo seguirá escuchando esta gran mentira. No hay suficientes fusiles para detener a un pueblo que descubre este gran engaño y que de una vez por todas, en uso de su identidad, exigirá con energía soluciones a los problemas que estos gobernantes no han sabido resolver. Puro relincho y peo –como caballo viejo- diría un llanero para  referir las actividades y promesas de este ineficiente gobierno.

Los dejamos gobernar en uso de una gran esperanza que no supieron corresponder. Los engaños se terminan, como se termina el dinero que no supieron usar para cumplir sus promesas.