Opinión Nacional

Puntos débiles 1

Puntos débiles de las dictaduras. Entre muchos de los puntos débiles de las dictaduras se encuentran:

1. La cooperación de un gran número de personas, grupos e instituciones, necesarias para operar el sistema, puede ser restringida o retirada.

2. Los requisitos y efectos de las políticas anteriores del régimen van a limitar, hasta cierto punto, su habilidad actual para implementar políticas que estén en conflicto con las anteriores.

3. La operativa del sistema puede convertirse en rutina, haciéndolo menos ágil para ajustarse rápidamente a nuevas situaciones.

4. Las personas y recursos que ya han sido asignadas a tareas existentes no estarán fácilmente disponibles para emprender otras nuevas funciones.

5. Los subordinados, temerosos de no complacer a sus superiores, pueden abstenerse de dar al dictador la información correcta y completa que es necesaria para que el dictador haga sus decisiones.

6. La ideología puede erosionarse y los mitos y símbolos del sistema pueden volverse inestables.

7. Si existe una ideología fuerte que influya el punto de vista sobre la realidad, el mantenerse adherido a la misma puede provocar la falta de atención a las condiciones y necesidades reales.

8. El deterioro de la eficiencia y competencia de la burocracia, o controles y regulaciones excesivas, pueden provocar la falta de efectividad de las políticas y operaciones del sistema.

9. Fuertes conflictos institucionales internos y rivalidades y hostilidades personales pueden dañar y aún romper el funcionamiento de la dictadura.

10. Los intelectuales y estudiantes pueden volverse inquietos debido a las condiciones, restricciones, doctrinarismo y represión.

11. El público en general puede, a medida que pase el tiempo, convertirse en apático, escéptico, y aún hostil al régimen.

12. Diferencias regionales, de clase, culturales o nacionales pueden agudizarse.

13. El poder de la jerarquía de la dictadura siempre es hasta cierto punto inestable, y a veces extremadamente inestable. Los individuos no siempre permanecen en la misma posición en la jerarquía, sino pueden subir o bajar de rango o ser removidos completamente y reemplazados por nuevas personas.

14. Sectores de la policía o fuerzas militares pueden actuar para alcanzar sus propios objetivos, aún contra la voluntad de dictadores establecidos, incluyendo golpes de estado.

15. Si la dictadura es nueva, requiere tiempo para establecerse bien.

16. Con tantas decisiones hechas por tan pocas personas en una dictadura, errores de juicio, política y acción probablemente van a ocurrir.

17. Si el régimen busca eludir estos peligros y descentraliza sus controles y la toma de decisiones, el control de los puntos centrales del poder puede ser más erosionado.

Supongo que la oposición esta en capacidad para verificar lo anterior y, desde luego, afinar su campaña electoral atacando estos y, por supuesto, todos los demás puntos débiles de la presente dictadura socialista, comunista, colectivista, con visos de realeza cubana.

Con el conocimiento de esos puntos débiles inherentes, la oposición democrática puede deliberadamente tratar de “razonar” estos “Talones de Aquiles” para drásticamente oponerse al sistema socialista, comunista que se nos quiere imponer por la fuerza.

La conclusión seria, entonces, clara: a pesar de la apariencia de fuerza, todas las dictaduras tienen puntos débiles, ineficiencias internas, rivalidades personales, ineficiencias institucionales, y conflictos entre organizaciones y departamentos. Estos puntos débiles, a lo largo del tiempo, tienden a hacer al régimen menos efectivo y más vulnerable a condiciones cambiantes y a una resistencia política. No todo lo que el régimen se propone hacer va a ser completado. Algunas veces, por ejemplo, hasta las órdenes directas de Hitler no eran implementadas porque individuos debajo de él en la jerarquía se negaban a ejecutarlas. Un régimen dictatorial puede a veces desintegrarse rápidamente, como ya hemos observado.

Esto no quiere decir que las dictaduras pueden ser destruidas sin riesgos y bajas. Todo curso de acción posible para la liberación va a tener riesgos y la posibilidad de sufrimiento, y su ejecución va a tomar tiempo. Y, desde luego, ningún método de acción puede garantizar un éxito rápido en todas las situaciones. Sin embargo, los tipos de lucha que identifican y atacan los puntos débiles tienen mayor oportunidad de éxito que aquéllos que buscan luchar contra el dictador donde él claramente es más fuerte. La pregunta: ¿cómo debe ser librada esta lucha?
Represión y contramedidas: Los planificadores de la estrategia tienen que evaluar las probables respuestas y represión, especialmente el grado de represión de la dictadura en respuesta a la resistencia democrática. Será necesario determinar cómo apoyar, contra-actuar, o evitar este posible aumento en la represión sin someterse. Tácticamente, para ocasiones específicas, es apropiado advertir al pueblo y a la resistencia sobre un posible aumento en la represión para que conozcan los riesgos de la participación. Si la represión puede ser seria, se deben hacer preparativos para dar asistencia médica a los heridos.

Anticipando la represión, los estrategas deben considerar por adelantado el uso de tácticas y métodos que contribuyan al logro de las metas específicas de una campaña o de la liberación, pero que también hagan menos probable o posible una represión brutal. Por ejemplo, manifestaciones callejeras y paradas en contra de dictaduras extremas pueden ser dramáticas, pero también pueden arriesgar la vida de miles de manifestantes. El alto costo a los manifestantes, sin embargo, puede no aplicar más presión sobre la dictadura de la que aplicaría que todo el mundo se quedara en su casa, una huelga, o actos masivos de no cooperación por parte de empleados del gobierno.

Si se han propuesto para un fin estratégico actos de provocación de la resistencia que tienen el riesgo de altas bajas, entonces uno debe considerar muy cuidadosamente los costos y posibles ganancias de esta propuesta. ¿Van el pueblo y la resistencia a comportarse de una manera disciplinada y no violenta durante el curso de la lucha? ¿Pueden resistir las provocaciones a la violencia? Los planificadores tienen que considerar qué medidas pueden ser tomadas para mantener la disciplina no violenta y mantener la resistencia a pesar de las brutalidades. ¿Pueden medidas como promesas, declaraciones sobre políticas, panfletos de disciplina, personas que guardan el orden en las manifestaciones, y boicots contra personas y grupos pro-violentos ser posibles y efectivos? Los líderes deben estar siempre alertas a la presencia de agentes provocadores cuya misión será el incitar a los manifestantes a la violencia. El dicho popular es muy sabio: “Guerra avisada no mata soldado y si lo hace es por descuidados. Anónimo”. “No hay mal que dure 100 añas ni cuerpo que lo resista. Anónimo”.

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