Proyecto político grancolombiano
Asoma decisivo 2008 para el régimen, habida cuenta de la hoy diferida, pero inevitable, reforma constitucional, cuyo referéndum coincidirá con los comicios regionales, sincerando la descomposición de sus bases políticas de sustentación, en contraste con una oposición recuperada sobre el hombro de los liderazgos naturales, incluyendo el impacto y saneamiento que traerá el movimiento protestatario estudiantil como saldo; el gasto público inatacable, dispendioso e indisciplinado, no podrá enjugar y ocultar más el drama social, apenas disfrazado por el vasto clientelismo populista; y descubriremos el fracaso económico, ligado a una delicada conversión monetaria, al igual que la disminuida industria del petróleo, cuya producción real no podrá elevar para evitar la pérdida de mercados, dada la natural rudeza de sus competidores. Sin embargo, posiblemente asistiremos al planteamiento de un proyecto político sintetizado en el esfuerzo de reconstruir lo que, historiográficamente, se llamó la Gran Colombia, más allá de una alianza o pacto entre los países que conforman el ALBA, y para ello, también creemos importante la llegada, órbita y manejo del satélite artificial contratado con China.
En efecto, nuestra modesta hipótesis descansa –por una parte- en la necesidad de un planteamiento audaz, profundamente arraigado en la doctrina bolivariana, como el de la recreación de la Gran Colombia, que compense, amortigüe y le conceda viabilidad a la pretensión de emular el socialismo cubano, bajo otra y simple denominación. La soberbia se ha unido a la indiscreción, adelantando un propósito evidentemente marxista que, por lo demás, reclama una exclusiva conducción del Presidente Chávez, en detrimento de los factores, fuerzas o corrientes aliados, ciertamente subestimados y cuya principal ventaja reside, inadvertidamente, en navegar sobre las contradicciones, escándalos y consternaciones que genera.
E, igualmente sugiere –por otra parte- apropiarse de las argumentaciones, indagaciones y elaboraciones más sobrias que puedan darle cauce a la intuición primigenia, originaria y fundante que llevó a bolivarianizar a la república. Un discurso embrionario, asomado a propósito del debate constituyente de 1999, en el que no encontró cupo al realizarse como una empresa radicalmente democrática, aunque circunscrita al momento político del país, puede ofrecerlo –por ejemplo- Fermín Toro Jiménez, quien – reeditado ambos títulos por la editorial oficial El Perro y La Rana 2006 – ha expuesto la tesis en “Formación, mediatización y degradación de la soberanía de Venezuela 1830-1998” (1999) y en “Los mitos políticos de la Oligarquía venezolana” (1993), lección magistral impartida en la Academia Militar en 2002: Venezuela no nació de una ruptura con el orden colonial, sino de un desprendimiento de la Colombia vigente en 1819 y 1830, “Estado multiprotonacional” que contab con un ejército experimentado, una eficaz burocracia y claras ventajas geopolíticas, para despecho de los ingleses.
La perspectiva de Fermín, atractiva aunque propia de la polémica histórica, reconocida las insuficiencias documentales para perfilarla definitivamente, puede actualizar una necesidad, una interpretación y un interés políticos que permita sustanciar una adicional oferta de revisión constitucional, como una enorme operación de desagravio. Consabido, el propósito integracionista del Presidente Chávez es demoledoramente político y poco le preocupa, a guisa de ilustración, la complementariedad de las políticas macroeconómicas para arribar pacientemente a una moneda única en el continente, pues se impone la heroica voluntad que se abre camino entre las rendijas que ofrece un mundo conflictivamente multipolar.
El satélite artificial –finalmente- tendrá más usos militares que civiles, excepto la multiplicación y los alcances de las emisoras radiales y televisivas que, inéditamente, hacen el socialismo mediático. Hay suficientes indicios para estimarlo como una insigne pieza de artillería, en virtud del sostenido discurso violento que caracterizada al poder establecido en Venezuela, el cual no ha admitido ni admitirá fórmulas de control democrático y participación en la administración y manejo del artefacto, pues, tampoco las acepta respecto a los sectores cívicos de la oposición para la conformación y desenvolvimiento de un Consejo de Seguridad Nacional, por más graves e inauditos que sean los escenarios imaginados o cercanas las amenazadas adivinadas.
Sentimos que no ha habido la suficiente claridad y contundencia del Presidente Chávez, frente a las fuerzas irregulares que actúan en la vecina Colombia y en territorio venezolano, sobre las cuales huelgan los comentarios. Lo cierto es que lucen como potenciales aliadas para alcanzar la refundación de la otrora Gran Colombia y conquistar una definitiva victoria local, gracias a la ayuda directa o indirecta que pueda concederle el gobierno venezolano, reivindicando a la vez la vieja intención que tuvo Cipriano Castro a principios del siglo pasado. Vale decir, un satélite artificial inconsulta, terca y exclusivamente manejado por el oficialismo venezolano, pudiera prestar –haciendo la diferencia- un decisivo concurso a los movimientos guerrilleros colombianos que, a su vez, podrán dirimir sus diferencias intestinas al gozar unos u otros del apoyo definitivo que le permita llegar al Palacio de Nariño.
ENUNCIADOS
Debate histórico, mas no político: nos parece interesante la perspectiva asomada por Fermín Toro Jiménez en torno al nacimiento de Venezuela como fruto de un desprendimiento de la Colombia vigente entre 1819-1830, y no de una ruptura con el orden colonial, de acuerdo a los títulos reeditados por el gobierno nacional como “Formación, mediatización y degradación de la soberanía de Venezuela 1830-1998” y “Los mitos políticos de la Oligarquía venezolana”, en 2006. No obstante, la creemos propia del debate histórico e historiográfico, difícil de plantear como un hecho político vigente, como ocurrió con quienes se entusiasmaron con la idea de la inutilidad de la guerra de independencia, siendo necesaria una evolución pacífica desde el orden colonial, propicio para la “hispanofilia pepetera”, como se desprende la obra de Aníbal Romero “Venezuela: historia y política. Tres estudios” (2002)…
Quejas pendencieras: el Presidente Chávez observa incansablemente las bonificaciones arbitrarias de los ejecutivos de las empresas del Estado y todo lo demás que legitiman una mayor y radical centralización administrativa del Estado. Empero, Miraflores ha obsequiado o bonificado generosamente a otros países…
Submarinización: más de diez submarinos serán adquiridos para evitar la agresión imperialista. El costo de todos ellos podría servir para evitar la peor y más actual de todas las agresiones, como la pobreza o la falta de atención hospitalaria…
HCM: muchos empleados públicos se esfuerzan en preservar sus cargos a toda costa, debido al régimen de seguridad social conquistado no precisamente por el esfuerzo sindical del oficialismo. Se dice que los “seguros hcm” desaparecerán del horizonte en el venidero mes de agosto….
Novedad deportiva: protesta frente al acaparamiento de las entradas por el oficialismo para la Copa América. Esta alcanza los perfiles políticos que hicieron del Mundial de Fútbol una gesta plebiscitaria para la dictadura argentina de 1978. Después, se esfumó la dictadura y dejó como leyenda vapuleada a Maradonna….
Curioso: en las recientes elecciones de la ULA, ganó la oposición democrática. La muchachada oficialista no gana elección estudiantil alguna y, por mucho que invoquemos razonablemente la democracia de participación, lo cierto es que carecen de fuerza representativa. Algo semejante ocurre en el mundo obrero organizado, pues, CTV aparte, el oficialismo ha perdido todos los referenda consultivos que se han hecho en la Asamblea Nacional y, por lo demás, siendo minorías casi errantes en empresas como CANTV o Rctv, es el gobierno el que los infla…
“Estudiantología”: es necesario reevaluar todas las aproximaciones teóricas que autores latinoamericanos, como Aldo Solari, o venezolanos, como Orlando Albornoz, Heinz Rudolf Sonntag o Héctor Silva Michelena, nos han legado. Estudiar el movimiento estudiantil, valga la redundancia, es una necesidad política para afinar y acertar frente a las elucubraciones presidenciales. Por cierto, muy bien corrigió Vladimir Villegas a un dirigente estudiantil que señaló que Hugo Chávez no había sido universitario. Quizá quiso decir que no fue dirigente estudiantil, pero lo cierto es que los estudios castrenses alcanzaron una merecida jerarquía universitaria durante el primer gobierno de Caldera. Después vino Fundayacucho, para redondear una “generación” académica que, por diversas puertas, incluyendo la de facto, entró en la órbita de conducción del Estado….
Dylan de Asturias: el reconocimiento hecho a Bob Dylan habla muy bien de la sobria organización y evaluación que se hace para conceder el Premio Príncipe de Asturias, subrayando las dudas que genera la concesión del Premio Nobel en algunos de sus rubros, como el de la Paz y el de Literatura….