Prohibido vender cultura
I.-
El Ministro de Comunicación e Información del gobierno de Venezuela, William (con “n”), Lara, manifestó el día 2 de agosto 2007 en el I Encuentro Latinoamericano de Soberanía en Telecomunicaciones, que el gobierno “socialista” al cual él representa debe decretar (no legislar) “que las comunicaciones son bienes culturales no mercantilizables” (sic). Añadió el Ministro (quien creo es periodista con una maestría en Estados Unidos de América, que “La UNESCO ha venido promoviendo entre los países que la integran el concepto de que los bienes culturales no deben mercantilizarse. “Nosotros como gobierno bolivariano consideramos que la comunicación y la información son parte de nuestra cultura”.
Pienso que el Ministro en cuestión, tiene algunas disquisiciones respecto a la comunicación y a la información, esta última, parte de la comunicación[.1].
Una cosa está clara, pero, que claramente el Ministro, al parecer, no la conceptualiza y, esto es el significado de cultura. Con este vocablo acostumbramos a definir todas las formas de vidas de los humanos en un sistema social determinado. Por eso se habla de la cultura hispánica, anglosajona, normanda, oriental, etc. y dentro de estas existen subgrupos como culturas nacionales, regionales, locales. Esto incluye prácticas, códigos, normas, reglas (moral, ética), manera de ser, ropas, calzados, religiones, comidas, temperamentos, y pare usted de contar.
Obviamente, dentro del campo cultural tenemos las comunicaciones y las telecomunicaciones, en este caso, son una herramienta universal para transmitir información usando medios radioeléctricos, como la radio, TV, sistema Morse, telefonía, Internet, etc., todo lo cual ciertamente es parte de la cultura pero universal pues son herramientas, señor Ministro, que se usan para transmitir Mensajes a un supuesto Receptor por medio de un Canal dado, y puede que el receptor reciba todo el Mensaje o no lo reciba y puede que haya una retroalimentación o no la haya (¿se acuerda de eso?).
II.-
La UNESCO, declaró, si no me equivoco en 1982, que “la cultura da al hombre la capacidad de reflexionar sobre sí mismo. Es ella la que hace de nosotros seres específicamente humanos, racionales, críticos y éticamente comprometidos. A través de ella discernimos los valores y efectuamos opciones. A través de ella el hombre se expresa, toma conciencia de sí mismo, se reconoce como un proyecto inacabado, pone en cuestión sus propias realizaciones, busca incansablemente nuevas significaciones, y crea obras que lo trascienden”. Pero, se cuidó de decir que la cultura no es un bien mercantil, pues de acuerdo a ese criterio, por ejemplo yo (y perdone que me coloque de ejemplo) tendría que escribir gratis, sin cobrar derechos de autor, que por lo demás son bajísimos, lo que me hace recordar a Marx quien decía que “el trabajador más explotado del mundo era el escritor pues dependía de lo poco que quería pagarle su editor”.
Por otro lado, la UNESCO se refiere a la cultura más bien como un valor (Bien) educacional que como un valor social, lo cual es obviamente parte de las fantasías izquierdizantes que imperan en dicho organismo.
El término cultura proviene del latín cultura que significa cuidado del campo o del ganado; por la mitad del siglo XVI, el término adquirió una connotación metafórica, como el cultivo de cualquier facultad. Por eso, en la actualidad, usamos este término para englobar todo el quehacer humano. Lo que hace el Ministro, es cultura y de acuerdo a su versión e idea sobre ella debería trabajar gratis (¿verdad?). Por otro lado, ¡cuidado! No se vaya a regresar a la Edad Media pensando que cultura es cuidar del rebaño… Hay que recordar que los humanos pensamos y comunicamos…
III.-
Por otro lado, la Comunicación es también un instrumento o una herramienta exclusiva de los humanos y si el Ministro piensa que hay que “estatizarla” o “expropiarla”, porque es un medio cultural, o parte de la cultura, luego nos dejaría mudos ya que, esta herramienta, llamada comunicación, permite, según el caso “contar- expresar-pedir”, lo que significa que “el acto de comunicar es exclusivamente humano y depende, en estrecha medida, del comportamiento y de las necesidades del individuo”.
El Ministro, debe recordar que en la universidad estudiamos el comportamiento comunicacional de los individuos, el cual fue analizado, exhaustivamente por la Escuela Lacaniana y la Escuela Goldmaniana, ambas discípulas de Sigmond Freud. Pero, no quiero caer en tecnicismos para alertarle de que sería un error controlar lo que él cree son las comunicaciones, pues sería caer en algo que tanto atacó el presidente Chávez (quien leyó mis libros “Neoliberalismo: ¿Prosperidad o Miseria?” y “Neoliberalismo Miseria Humana”), algo que conocemos como “el pensamiento único”. Hay que recordar que Göebels era Ministro de Propaganda y no de Comunicaciones.
La historia ha demostrado que el hecho de controlar la “mass media”, no necesariamente controla la comunicación. Quienes luchamos contra la dictadura de Pinochet, por ejemplo, nos las arreglábamos para hacer saber las noticias así como para dar a conocer propaganda en contra del régimen, con excelentes resultados, diría yo pues en la clandestinidad la comunicación se pone más creativa y es en dónde la semiótica se desarrolla en todo su esplendor.
IV.-
Finalmente, habiendo establecido que la comunicación es una herramienta y de que la cultura es universalmente local (si no terminemos con la TV por cable, con Internet, con las radios, (incluyendo la radio de galena), los teléfonos, las palomas mensajeras, etc., para que no se sepa que sucede más allá de nuestras fronteras. (Castro trató de hacerlo y a pesar de 50 años de dictadura, no lo logró). En definitiva, pienso que sería un error considerar que la cultura no es “mercantilizable” (sic), pues nuestros poetas, escritores, artistas, pintores, escultores, fabricantes de chinchorros, de alpargatas, de velas y velones, tocadores de violines, pianistas, lustrabotas, ministros, escritores y periodistas, casamenteras, médicos, sacamuelas y odontólogos, buhoneros, taxistas, diputados, acalambrados, tosedores, fumadores, borrachos, sordos, mudos, cuartelarios, tísicos, sidosos, dengosos, vendedores de gallinas, de periódicos, de corbatas, de ilusiones, bandidos y guerrilleros, soldados y policías, bomberos, embaucadores, religiosos y monjas, habladores de paja, rubios y negros, amarillos y rosados, no podrían vender sus bienes ni bienucherias, sus obras y destrucciones, su ideas y antiideas, sus habilidades e inhabilidades, sus dogmas y verdades, sus parásitos y antiparásitos; en fin, quiero decir que, por favor, déjennos algo a los poetas fracasados e escritores ilusos, por lo menos para que podamos vender esa gran parte de cultura que tenemos que son nuestros sueños y libros usados…