Prevención de la escuela
Estudios de investigación y el seguimiento que se ha hecho de programas exitosos de prevención del consumo de drogas y cigarrillos, y del abuso de alcohol en niños y adolescentes sirven de marco referencial para desarrollar programas de prevención integral en las escuelas. Es importante tenerlos en cuenta a la hora de planificar. Algunos de estos principios son :
Los programas preventivos deben fortalecer factores de protección que son aquellas circunstancias que han demostrado que evitan el consumo, y reducir factores de riesgo que son los que lo promueven. Por ejemplo él apoyo familiar protege y la deserción escolar promueve el consumo.
Estos factores cambian con la edad. La influencia familiar es mayor en niños y la influencia del grupo lo es en adolescentes por ello cuando se implementan programas hay que trabajar más con la familia cuando se trata de niños y con los pares cuando se trata de adolescentes.
La identificación e intervención efectiva temprana de problemas de control emocional, conducta agresiva o mala conducta en la escuela como factor de riesgo tiene mayor impacto cuando se trabaja en la niñez que si se deja para la adolescencia.
La planificación de estrategias preventivas que trabaje con factores de riesgo y protección debe tener en cuenta la edad, el sexo, las características propias de la comunidad escolar y la conformación familiar dominante en cada grupo para poder aplicar estrategias más adaptadas a la realidad de cada caso.
Cuando se diseñan programas se debe abordar en forma específica el riesgo de uso de cualquier droga ilícita (marihuana, cocaína, heroína , codeína, etc.), pero también el uso no autorizado de medicación, el uso de inhalantes, el uso de cigarrillos, y el uso alcohol antes de la edad legalmente permitida. En cuanto este último, es importante insistir con los padres en no permitir el uso prematuro de alcohol y promover el uso responsable después de la edad permitida.
Las actividades de prevención en familia deben promover el vínculo familiar adiestrando para mejorar la comunicación padres – hijos, destacando la importancia de la involucración en actividades de los hijos, y el apoyo en momentos difíciles. Se debe adiestrar a los padres para ejercer mejor su función parental (escuela de padres), definir normas familiares claras en cuanto al uso de cada sustancia, y mantenerlas.
Se debe ofrecer a los padres información científica y confiable en materia de drogas, y adiestrarlos en estrategias específicas para manejar situaciones difíciles con los hijos relacionadas al tema de las drogas lícitas e ilícitas .
El monitoreo y supervisión adecuada por parte de los padres de pre-adolescentes y adolescentes es un tema importante a tratar. Se les debe adiestrar en como fijar normas, el ejercicio adecuado de la autoridad ( disciplina), técnicas efectivas para monitorear o supervisar a los hijos, y la importancia del reforzamiento adecuado de las conductas positivas de los hijos.
