Presidente: Santana manda más que usted
Hace un par de años, miembros del Colectivo La Piedrita fueron apresados por la policía de Baruta en un evento en Las Mercedes, donde aparecieron armados en sus motocicletas. En el año 2009 Chávez tildó de criminal a Valentín Santana, después de explicar que no era posible que un grupo armado amenazara de muerte a un ciudadano. Pidió que lo apresaran.
Este fin de semana, murieron un par de integrantes de ese colectivo social. Acusan a los paramilitares de la derecha y se dan el tupé de aparecer en las puertas de Globovisión amedrentando a civiles que no tienen nada que ver en sus guerras internas. Si un comando de la Guardia Nacional, del que descansa activamente en su sede de la parte alta de Altamira, hubiese salido hacía Globovisión y rodea el lugar, tal vez hubiesen encontrado un arsenal de guerra en manos de esos ciudadanos.
Hace pocos días Chávez volvió a pedir que lo arrestaran, pero las fotos de Valentín Santana, acompañado de diputados, el Gobernador de Caracas y militares de alto rango, circulan por las redes. Niños armados en fotos de promoción del colectivo, le dieron la vuelta al mundo. Las AK-47 del gobierno, se ven bonitas en esas fotos. Valentín Santana, se ríe del gobierno y se ríe de las órdenes de Chávez, pensaría cualquier extraño a esta fiesta.
Hay que ser muy inocente para no entender que este grupo tiene el apoyo del gobierno y cuando se pasa de la raya, el gobierno vocifera un par de amenazas para luego dejarlos tranquilos. Es más fácil mantener presa a la jueza Afiuni, que ponerle la mano a estos radicales. Es más fácil cerrar Globovisión que poner orden a esta anarquía.
No me extrañaría nada que en los próximos días “calmaran” a estos guerrilleros, por la vía de una “vacaciones” a su líder -previamente acordadas- hasta pasar la batalla electoral. Ya lo hicieron antes con otra persona –hoy fallecida- que pusieron tras las rejas para evitar que se hablara más sobre el embarazoso tema de un gobierno permisivo a los actos delincuenciales.
Las invasiones y los colectivos deben responder a un gobierno paralelo, pues si bien el presidente critica esos actos, tampoco hace nada para acabar con ellos.
Desde la otra esquina, el mismo país que veía esos actos anárquicos, escucho con mucha atención el mensaje de los tres ex presidentes que nos visitaron para hablarle a Venezuela. Sudaban civilismo y sensatez, de la que deja al desnudo las irracionales conductas de un gobierno que no ha hecho nada derecho en trece años. Qué pequeño luce Chávez ante las palabras de los tres estadistas.
A este pueblo se le conquista con verdades, no con una revolución oxidada que apoya actos que denigran de nuestro cuerpo de leyes. Basta Chávez, póngale orden al relajo.