Opinión Nacional

¿Por qué Caldera se fue el día de Navidad?

El Dr Rafael Caldera, ex presidente de Venezuela, murió a las dos de la madrugada, del 24 de Diciembre. Tal vez si se le hubiera dado la oportunidad de preguntarle si aceptaba este día para morir, se hubiera opuesto con esa vehemencia tan suya en el debate. ¿Cómo? Un 24 de Diciembre que es un día de amor, de alegría, de felicidad y tradición. ¡Jamás! Pero no se le pregunto. Y yo, en medio del dolor que siento por su muerte y el dolor de los suyos que comparto absolutamente, estoy de acuerdo con que no haya podido incidir en esta decisión existencial. Porque si bien es cierto que el 24 de Diciembre es todo eso, hay que rescatarlo también de ese acondicionamiento con que el ser humano se engaña a sí mismo cuando pretende cambiar lo que es y ha sido por el que trata de ser en Navidad. Hoy hace real, verdadero, el sentimiento de consideración, de respeto, de tocar el alma con el pesar de otros, el conmovernos, el sentir algo que no sea esta rabia por lo que vivimos, esta impotencia por lo que no podemos hacer. Una pregunta que quiero suponer cándida quiso informar si la familia esperaba algún acto del gobierno. La contestación fue la que todo el país daría por ellos. Lo que el mismo Caldera nunca hubiera aceptado. Porque los últimos casi once años de los 95 que cumpliría este año que viene, los años de Chávez, han sido para este estadista , este demócrata, años de intenso sufrimiento por la tierra que amaba devota e intensamente.

Yo siempre, cuando escribo sobre él, recuerdo como me resultaba insoportable su ardor político allá por mi adolescencia, rodeada por hombres de otras ideas y criterios políticos. Pero fui aprendiendo de ellos, de todos. Y las circunstancias me permitieron pensar en un balance forzoso valores y errores. El costo de la libertad, los exilios, las cárceles de aquellos hombres que distintos, tenían un objetivo común que les unía en un compromiso inalterable: construir una Venezuela digna y libre. Como todos los protagonistas de nuestra historia, con sus aciertos y tropiezos, Rafael Caldera queda en las páginas de Venezuela como un demócrata y un hombre honesto, decente. Sin mis hijos o mis nietos aquí, sin atreverme a moverme de mi país porque “puede necesitarme”, hoy 24 recibo la noticia de su muerte y me acerco en el dolor a sus hijos, a su familia toda, a sus amigos, y a los venezolanos que lo reconocen y lo lamentan. Y me parece natural y hasta lógico que la vida me haga sentir esto que siento porque uno necesita compartir el dolor de otros. Y también a los que no, porque eso pasa con estos protagonistas políticos de bien, que son patrimonio de todos, y cuando mueren, aunque uno no quiera nos dejan algo de lo que somos. Los dictadores quieren morir en fechas ostentosas, allí está Juan Vicente Gómez manipulando hasta la hora con la de Bolívar. Caldera no hubiera escogido Navidad. Lo escogieron por él quienes deciden. Hicieron bien. Porque es un día de amor. De perdón. De intimidad. De paz. Para mí, repito, fue un privilegio caminar esta historia y conocerlo.

Fundado hace 28 años, Analitica.com es el primer medio digital creado en Venezuela. Tu aporte voluntario es fundamental para que continuemos creciendo e informando. ¡Contamos contigo!
Contribuir

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba