Por favor niño Jesús
Aprovechando que este es mi último artículo antes de navidad, y de paso el último del año, voy a dedicarlo a pedirle al niño Jesús que les traiga algún regalito a nuestros líderes revolucionarios. Lo hago con escepticismo, porque no es la primera vez que pido para ellos y tengo que reconocer, muy a mi pesar, que el niño ha hecho caso omiso de mis ruegos y nunca les ha traído nada. No sé si será que se portan mal y no lo merecen o, a lo mejor, el niño les trae el regalo y ellos lo desprecian, pero lo cierto es que nunca han dado muestras de recibirlo.
En la última ocasión te pedía, niño, que les regalaras un poco de economía. Pero creo que mi petición resultó un tanto oscura, al final, la economía es algo que nadie entiende muy bien, ni siquiera los economistas. Por eso esta vez voy a ser un poco más modesto. Te voy a pedir que les regales solamente precios. Enséñales que los precios son algo más que valores de cambio que los capitalistas colocan a las cosas para lucrar extrayendo la plusvalía del trabajador. Hazles entender que los precios envían señales a la economía para que consumidores y productores tomen decisiones. Diles que es imposible que una economía funcione sin precios, es como manejar una gandola con los ojos cerrados.
Ni siquiera te voy a pedir que les expliques la importancia que tiene el mercado en la determinación de los precios, eso es demasiado liberal. No importa que los fijen ellos, pero ayúdalos a que lo hagan con cierto criterio. Que sepan que una economía en donde todo sube menos el dólar termina por explotar. Al día de hoy el artículo más barato que existe en Venezuela es el dólar, eso sí, para los que lo consiguen en Cadivi. Muéstrales que es imposible tener un buen sistema de transporte colectivo con un Metro arruinado, mientras tenemos los taxis más caros de Latinoamérica. Ilumínalos para que entiendan que un sistema de precios administrados es un cuero seco que vuelve locos a los burócratas.
Pero donde el castaño se pone oscuro es en los precios de los energéticos. Aquí sí sería bueno, niño, que te esforzaras y les regalaras un paquete de principios básicos. Que entiendan que el gas vehicular no penetrará ni regalado con los precios actuales de la gasolina; que con el grosero subsidio de este combustible premiun se está beneficiando a los sectores de mayores ingresos, a los oligarcas pues, a los pitiyanquis; que es imposible invertir en la producción de gas libre a los precios actuales del gas natural en el mercado interno; que nadie va a ir al baño de noche con una linterna sin prender la luz, mientras las pilas sean más caras que la electricidad; que es absurdo hablar del cambio climático que producen los países desarrollados, mientras en nuestro país se regalan los energéticos y tenemos un consumo por unidad de PIB mayor que el de ellos. En fin niño, en la energía la lista de distorsiones es interminable, por lo que resulta imperioso que te esfuerces y esta vez sí les traigas el regalo.
Vuelvo a enviarte esta carta sin ninguna fe. No sé qué pasa pero me parece que voy a perder el tiempo igual que otros años. Aunque esta vez hay algo que te ayuda, la caída de los precios del petróleo y la consecuente pérdida de ingresos. A lo mejor las circunstancias hacen que esta vez te oigan y Venezuela se convierta en el único país del mundo que sube la gasolina cuando baja el petróleo.
Por lo demás les deseo a mis lectores una feliz navidad, con mucho juicio y suerte para sobrevivir, y me despido hasta el próximo año.